Trucos para arreglar un sofá hundido

Si tu sofá está hundido, pero crees que aún no ha llegado el momento de renovarlo, toma nota de estos trucos para arreglarlo fácilmente y que vuelva a ser igual de cómodo que el primer día.

Asientos

En ocasiones, uno de los problemas más habituales que hace que nuestro sofá esté hundido son los propios cojines.

En el caso de que sean de espuma, basta con ir a cualquier tienda de tapicería o bricolaje y comprar espuma nueva que puedes introducir fácilmente en los cojines para darle el volumen, comodidad y apariencia del primer día.

Te recomendamos que adquieras una densidad de entre 25 y 30 kg/m³. No obstante, estaría bien que te informases de qué densidad tiene tu sofá original para adquirir la misma.

Es importante que la espuma no sea ni demasiado fina para que los cojines no queden excesivamente holgados ni demasiado gruesos para que la tela no ceda y acabe por romperse.

Cintas elásticas

Otra de las comprobaciones que debemos hacer es en la estructura del sofá. Si nuestro sofá es de cintas elásticas, es importante que revisemos si están flojas, sueltas o rotas.

Puedes comprar nuevas cintas en cualquier tienda de tapicería, ferretería o bricolaje.

Para ello, quitaremos en primer lugar la tela protectora que separa las cintas de la parte posterior de los asientos y, una vez reemplazadas, volveremos a colocar la tela.

Se trata de un trabajo de cierta dificultad.

Muelles

Para arreglar un muelle roto, torcido o desgastado también deberemos llegar hasta la estructura del sofá.

Es importante que cuando vayas a adquirir uno en la ferretería o tienda de tapizados o bricolaje conozcas previamente el diámetro y la longitud.

Estructura de madera

En ocasiones, la estructura de madera ha cedido. En esos casos, podemos optar por colocar una tabla debajo de los asientos para dar estabilidad.

Trucos para que nuestro sofá dure mucho tiempo

Uno de los principales consejos para evitar que nuestro sofá se hunda es procurar sentarnos despacio y con una posición correcta.

Evita sentarte siempre en la misma zona.

Además, es aconsejable que te sientes siempre en el centro y no en las juntas. Del mismo modo, evita clavar los codos o rodillas.

Igualmente, procura adaptar los cojines con frecuencia para que el relleno se distribuya por todo el espacio.

Si a pesar de estos trucos y consejos ves complicado su arreglo siempre puedes optar por la ayuda de un profesional y si no te tocará cambiarlo.