Revolución de los 'baby boomer': 4 millones se habrán jubilado en 2030 y serán 11 millones en 2040

Los 'baby boomer' y la mayor esperanza de vida dispararán la cifra de pensiones hasta 15 millones

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Este mismo año 2023 comienza ya en serio la jubilación de la primera cohorte de trabajadores del baby boom que cumplen 65 años (pueden hacerlo a esta edad quienes tengan 37 años y 9 meses cotizados) y en los próximos años se irán retirando de forma masiva, protagonizando una revolución sénior nunca vista, con importantes consecuencias en el sistema de pensiones, por supuesto, pero también en la riqueza, el mercado laboral, la producción y el consumo, el ahorro, la vivienda, el ocio o los servicios sociales. La España de los años 2045-50 será muy distinta a la actual, según avisan los expertos en todos los campos, y es preciso preparar la economía y las finanzas para este meteorito con fecha de impacto programada.

En este país, los baby boomer son los nacidos entre los años 1958 y 1975, el periodo que se corresponde con el boom de la tasa de natalidad. Han ido envejeciendo con las mejores condiciones sociosanitarias de la historia, con la mayor esperanza de vida conocida, de forma que vivirán más y mejor que ninguna generación.

De acuerdo con las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 2023 y 2050 la población en edad de trabajar caerá en más de 800.000 personas, mientras que los mayores de 65 aumentarán en más de 6 millones. Los datos oficiales y las simulaciones estadísticas apuntan a que dentro de tan solo siete años, en 2030, casi 4 millones de baby boomer ya disfrutarán de su jubilación. Y en 2040, la cifra de pensionistas boomers superará los 11 millones de personas. 

Tal como refleja el informe 'La edad de oro de los 'baby boomer', elaborado por CaixaBank Research (@CABK_Research), al ser el sistema español de pensiones públicas un sistema de reparto, en el que los cotizantes de hoy pagan las pensiones a los jubilados a cambio de recibir una pensión en el futuro en función de su contributividad presente, el aumento del peso relativo de los sénior debilitará la sostenibilidad del sistema. Según resaltan estos expertos, todos los análisis apuntalan esta conclusión: tanto los realizados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), como la Comisión Europea (Ageing Report de 2021) y el propio Ministerio de Seguridad Social, que dirige José Luis Escrivá.  

Uno de los principales impactos será el fuerte incremento del gasto en pensiones. El déficit de la Seguridad Social ha sido en 2022 del 0,5% del PIB, con un gasto en pensiones contributivas del 12,0% del PIB. La AIReF estima que el gasto aumentará entre 2022 y 2050 hasta el 14,8% del PIB, por el coste de indexar las pagas a la inflación (costará 2,7 puntos porcentuales), la derogación del factor de sostenibilidad (+0,8 puntos) y las inercias de la demografía, mercado de trabajo, etc. (0,4 puntos). El Ministerio, en cambio, es más optimista, y sitúa el gasto en pensiones en el 13,5% del PIB en 2050.

El departamento de Escrivá prevé aligerar el fuerte gasto, gracias al ahorro que se logrará mediante los incentivos monetarios para retrasar la jubilación: el Ministerio confía en que el 55% de trabajadores demorará la jubilación tres años, o se jubilará a los 68 años, con lo cual, estos incentivos proporcionarán un ahorro en el gasto del 1,5% del PIB en 2050.

Se jubilarán con un buen colchón

Los baby boomer se acercan a la jubilación con un buen nivel de recursos económicos acumulados. Un hogar con un cabeza de familia de 46 a 64 años en 2020 disponía de una riqueza neta mediana de 129.000 euros, por encima de los 119.500 euros en términos reales que tenía la generación de 46 a 64 años en 2002. Una mejoría que les permite afrontar el retiro laboral con un buen colchón financiero.

Los baby boomer refrendan así una realidad: los sénior son la población más rica, como demuestra el hecho de que los hogares de más de 65 años son los que más han mejorado su situación patrimonial entre 2002 y 2020: la riqueza neta mediana de los hogares de más de 65 años alcanzó los 191.000 euros en 2020, un nivel muy superior a la de los jubilados de 20 años atrás (incremento del 129%). 

En el otro extremo de la balanza, el informe de CaixaBank Research constata que los jóvenes actuales apenas han podido acumular patrimonio, pues cuentan con una riqueza mediana de 10.500 euros en 2020, lo que representa un retroceso de 24.700 euros comparado con la situación de la generación de la misma edad en 2002.

España crecerá menos, al retirarse los 'boomer'

Otro de los fuertes impactos del retiro masivo de los baby boomer es que se reducirá el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en 0,5 puntos porcentuales por año durante las próximas dos décadas, según el informe de CaixaBank Research. La explicación que dan estos expertos es que, al dejar de trabajar una generación tan numerosa, la producción de la economía española se verá ralentizada, cuando no erosionada.

La masiva entrada de trabajadores a la nómina de pensionistas provocará que el PIB por habitante crezca en menor medida, porque habrá más dependientes y menos gente produciendo. De hecho, la jubilación de los baby boomer va a implicar un mayor peso de la población sénior en las próximas décadas, lo que llevará a un aumento de las tasas de dependencia: según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, el número de personas de más de 65 años superará el 50% de la población en edad de trabajar (16-64 años) desde mediados de la década de 2040, lo que representará 20 puntos porcentuales más que en 2022.

Gran impacto en consumo y ahorro

Un envejecimiento poblacional que tendrá efectos de calado, no solo en la configuración de nuestras sociedades, sino también en la de nuestras economías, recalcan los expertos de CaixaBank Research. Tendrá impacto, por ejemplo, en los patrones de ahorro y consumo. La volatilidad de los ingresos entre los distintos grupos de edad es mayor que la del consumo, lo que apunta a la voluntad de los hogares de mantener un consumo relativamente estable a lo largo de la vida. "En cuanto al grupo de mayor edad, se observa una reducción de sus ingresos respecto al grupo de entre 46 y 64 años, aunque bastante suave. En parte, esta reducción moderada puede lograrse gracias al sistema de pensiones público actual, en el que las tasas de reemplazo son relativamente elevadas y permiten mantener, en media, un nivel de ingresos no muy alejado del que se percibía antes de la jubilación", pone de relieve este informe.

Esta limitada contracción de los ingresos, junto con el colchón de ahorro acumulado, contribuyen a que la reducción del consumo de los mayores a 65 años sea relativamente pequeña respecto al consumo de los que tienen entre 46 y 64 años (los baby boomer actuales).

Con todo, estos expertos afirmar que, "tras un año de haberse jubilado, el consumo se reduce, en mediana, un 1,2% respecto al año anterior a la jubilación. Esta tendencia se mantiene en los siguientes años, y al quinto año de estar jubilado, el consumo se reduce, en mediana, un 6,4% respecto al año previo a la jubilación".