Expertos

Otra vez la sacarina

Ramón Sánchez-Ocaña

Viernes 22 de noviembre de 2019

ACTUALIZADO : Lunes 2 de diciembre de 2019 a las 10:13 H

2 minutos

Sacarina
Ramón Sánchez-Ocaña

Viernes 22 de noviembre de 2019

2 minutos

Se publicaba no hace mucho tiempo, un serio trabajo sobre los efectos de la sacarina en la flora intestinal. Al parecer provoca en ella cambios notables con efectos indeseables como llegar a la diabetes, o llevar al organismo a ese complejo y peligroso “síndrome metabólico”. Este síndrome aúna tres factores de riesgo de primer orden: por un lado un estado de “prediabetes” o de cierta resistencia a la insulina; por otro, unas cifras de tensión elevadas y por último un sobrepeso notable; es decir, que en el citado síndrome se unen los mayores peligros para un grave problema cardiovascular.

Los estudios son serios; pero nuevamente nos encontramos con dos situaciones que obligan a tomar con mucha cautela las conclusiones. La primera es que las experiencias se realizaron con ratones de laboratorio; y una vez más hay que insistir en que una célula no es un tejido, un tubo de ensayo no es un órgano y un ratón no es un ser humano. Los experimentos en animales no pueden extrapolarse a las personas. Por otra parte, las dosis de sacarina que se emplean resultarían abusivas para un ser humano de manera que nunca podrían utilizarse en la vida diaria de ninguno de nosotros.

Una prevención más hay que tomar con este asunto, pues no es la primera vez que desde algún rincón científico se arremete contra la sacarina o contra algún edulcorante artificial. 

Es posible que muchos recuerden la “guerra del ciclamato” se que libró a finales de los años sesenta. El anuncio de que ciclamato podría ser  cancerígeno creó pánico, porque el ciclamato era el edulcorante artificial más empleado en productos light. E inmediatamente se involucró en el mismo problema a la sacarina, el edulcorante artificial por excelencia. Después de la batalla, después de muchas llamadas a la calma, las aguas volvieron a su cauce. Y más tarde se supo que todo se debió a una fuerte campaña de las azucareras que habían visto reducida su cuota de mercado por la llegada masiva de estos edulcorantes artificiales.

Calma. En este caso, como en muchísimos otros, el problema es la dosis. Y para que la sacarina nos resulte peligrosa deberíamos  consumir unas cantidades impensables e imposibles. Recuerde que proporcionalmente tiene un poder de endulzar 500 veces superior al del azúcar.

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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