Tener un nivel de colesterol en sangre por encima de los 200mg/dl requiere tomar medidas para bajarlo, porque supone un importante riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares aunque no experimentemos ningún síntoma de malestar que nos ponga sobre aviso.
El exceso de colesterol “malo”, se acaba acumulando en las paredes arteriales provocando problemas en el sistema circulatorio que pueden desencadenar desde un infarto, hasta un ictus. Reducir el colesterol depende en gran medida de seguir unos hábitos saludables, como hacer algo de ejercicio a diario, y una dieta apropiada, baja en grasas saturadas y rica en fibra, ácidos grasos esenciales y elementos vegetales como los fitoesteroles.
Igual que hay alimentos que contribuyen a bajar el nivel de colesterol, hay otros que lo suben y que, por tanto, debemos restringir o evitar, ya sea para mantener el colesterol dentro de los límites saludables como para bajarlo cuando ya padecemos hipercolesterolemia. Estos son algunos de ellos:
Este tipo de productos son una bomba dietética a evitar casi en cualquier situación, y para que no aumente el colesterol también, pues además de ser procesados, contienen gran cantidad de azúcar, harina refinada, grasas trans y grasas saturadas, incluso aunque se trate de vegetales, ya que se saturan artificialmente.
Este tipo de carne, generalmente la de vaca, cerdo, buey, etc. contiene gran cantidad de grasas saturadas y colesterol, por tanto, deberían evitarse o reducirse al máximo para evitar que el colesterol suba más de la cuenta. Además, a la hora de comerlas, se recomienda retirar la grasa antes y cocinarlas a la plancha.
La relación de la carne roja con el colesterol es conocida desde hace décadas. Sin embargo, un estudio reciente llevado publicado en Journal of Clinical Nutrition afirma que la carne blanca (pollo o pavo) también contribuye a elevarlo, por que lo ideal sería consumir más proteínas de origen vegetal y menos de origen animal.
Además de contener colesterol y grasas saturadas, son ricos en sal y contribuyen, aparte de a elevar el colesterol, a sufrir otro tipo de enfermedades coronarias.
Este tipo de alimentos contienen una cantidad muy elevado de grasas saturadas y colesterol. De hecho, los sesos son el alimento más rico en colesterol que existe, con 2.200 miligramos por cada 100 gr.
Aunque la leche es rica en grasas saturadas, las cuales juegan un papel esencial en la subida del colesterol, los lácteos no intervienen tanto en la subida como otros alimentos, aunque sí conviene sustituir los productos enteros por lácteos semidesnatados o desnatados enriquecidos con vitaminas liposolubles. Algunos ejemplos de lácteos enteros son la leche entera, la nata, la mantequilla y la margarina.
Eexiste mucha diferencia a nivel de composición nutricional entre unos quesos y otros y, dependiendo de la leche de procedencia y el tipo, el queso puede tener más o menos colesterol. De manera general, los que más grasas saturadas y colesterol tienen son los que han sido sometidos a un mayor proceso de curación y los de untar, como por ejemplo el gouda, el emmental, el queso de cabra curado, el parmesano y el brie. Por el contrario, los de oveja o cabra prácticamente no tienen colesterol.
Mientras los crustáceos -gambas, langostinos, langostas, cangrejos- y los cefalópodos -calamar, pulpo, sepia-, sí tienen un contenido en colesterol elevado -entre 150 y 220 miligramos por cada 100 gramos-, los moluscos, como almejas, mejillones, ostras o vieiras, tienen menos de la mitad y su consumo no favorece que suba el colesterol.
En general, el consumo moderado de mariscos no tiene motivos para ser perjudicial a nivel cardiovascular. Esto se debe a que también son ricos en ácidos grasos omega 3 con función cardioprotectora.
El cacao en sí no es un alimento perjudicial, pero sí el chocolate procesado que consumimos habitualmente, muy rico en azúcar añadido, grasas saturadas artificiales y muy pobre en cacao.