Llega la dichosa tos. Pese a que podamos considerarla una enfermedad, no es tal. Es un mecanismo de defensa del cuerpo y cumple una importante función de mantener limpias las vías respiratorias y una garganta libre de mucosidad.
Días de mucho frío, cambios de temperatura repentinos, alergias, resfriados o sinusitis son las causas de su aparición. No es nada grave, como podría ser una tos crónica que no se va con el paso de las semanas como explican desde la Clínica Universidad de Navarra. Se trata de una molesta irritación de garganta que, en ocasiones, viene acompañada de flemas.
En situaciones leves, podemos distinguir entre una tos seca o una tos productiva que viene acompañada de flemas por esa acumulación de mucosidad. En el primer caso los síntomas más evidentes son picor en la garganta, vías respiratorias irritadas y una sensación de ahogo cuando estamos tumbados. Este tipo de tos no lleva expectoración y se puede tratar con tratamientos antitusivos.
En el caso contrario, tenemos la tos productiva con presencia de moco en abundancia. Para estos casos, en tu farmacia encontrarás jarabes expectorantes y mucolíticos. Pero, si lo tuyo son los remedios naturales no te pierdas estos que te ofrecemos a continuación.
Para ambos tipos de tos, beber mucha agua es fundamental de cara a limpiar las vías respiratorias y la garganta, así como para calmar la irritación en la misma e ir diluyendo poco a poco el moco si es que hubiera.
Si lo tuyo es la tos seca, apunta:
Al contrario, si la tos es productiva y con mucha mucosidad, estos son los consejos que mejor te van: