Olvídate de los tabús: 8 síntomas que te indican que debes ir al urólogo

Si hay una asignatura pendiente entre los varones españoles es la de acudir al urólogo para someterse a revisiones periódicas. Nada como fijarse en las estadísticas. Solo cuatro de cada diez hombres han afirmado acudir a este especialista al menos una vez al año, según ha revelado un sondeo realizado entre varones mayores de 45 años que ha sido realizado por la Fundación para la investigación Grupo Urológico San Rafael (Figus) con Ipsos Digital. Una cifra alejada de la población femenina, que acude en su mayoría (el 80%) a su cita anual con el ginecólogo.

En declaraciones a 65YMÁS, François Peinado, urólogo y andrólogo, especialista en salud sexual masculina, jefe de Servicio del Centro médico-quirúrgico Olympia y del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo Grupo Quirónsalud, documenta: "Existe una diferencia significativa en la actitud hacia la salud preventiva entre hombres y mujeres, especialmente en lo que respecta a las revisiones médicas regulares. Históricamente, ellas han estado más acostumbradas a visitar regularmente a los médicos para exámenes de rutina, incluidas las revisiones ginecológicas anuales. Esto se debe en parte a la necesidad de controles regulares relacionados con aspectos reproductivos, como la citología para detectar el cáncer de cuello uterino y otras evaluaciones asociadas con la salud reproductiva. En contraste, ellos tienden a visitar al médico menos frecuentemente y, a menudo, sólo acuden cuando enfrentan un problema de salud específico o síntomas que no pueden ignorar. Esto puede ser resultado de varios factores culturales y sociales que fomentan una percepción de fortaleza y autosuficiencia en los hombres, disuadiéndolos de buscar ayuda preventiva y regular".

Sin embargo, insiste, es crucial para su salud desafiar esta tendencia y fomentar una cultura de cuidado preventivo igual que en las mujeres. Las revisiones regulares pueden ser muy beneficiosas para detectar a tiempo condiciones como el cáncer de próstata, problemas cardíacos, diabetes, hipertensión, y más, que son prevalentes en hombres, especialmente a medida que envejecen.

El valor de la medicina preventiva

"Estos chequeos anuales pueden incluir exámenes físicos, pruebas de laboratorio, revisiones del estado cardiovascular, cribado de cáncer según las edades y riesgos individuales, y discusiones sobre la salud mental. La educación y el cambio de actitudes son esenciales para que los hombres reconozcan la importancia de la medicina preventiva y se ocupen activamente de su salud, similar a como lo hacen las mujeres. Promover que ellos acudan a revisiones regulares no sólo puede mejorar su bienestar y calidad de vida a largo plazo, sino también reducir los costos de atención médica al prevenir enfermedades graves que requieren tratamientos intensivos y prolongados", documenta el experto.

El cuidado de la salud prostática es indispensable, pero a la vez sigue siendo un gran desconocido y un gran tabú, de ahí la trascendencia de ir derribando mitos. Destaca entre ellos uno frecuente arraigado en la cultura popular que refiere a la idea  de que la consulta con el urólogo implica indefectiblemente el tacto rectal para descartar patologías como la hipertrofia benigna de próstata o cáncer en la glándula. Sin embargo, esta prueba no siempre es necesaria y existen otras como el test sanguíneo del antígeno prostático específico, el famoso PSA, que permite detectar de forma precoz el cáncer de próstata.

La Asociación Española Contra el Cáncer recuerda: “No existen programas de cribado del cáncer de próstata establecidos debido a las controversias que suscitan entre los especialistas y que, a día de hoy, no está claro ni hay una opinión unánime sobre si el cribado disminuye la mortalidad cáncer-especifica".

¿Con qué frecuencia ir al urológo?

La frecuencia de visitas al urólogo varía según la edad y los factores de riesgo individuales. Se recomienda a los hombres comenzar con chequeos regulares a partir de los 50 años o, incluso, antes si tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata u otros factores de riesgo. Sin embargo, síntomas como dolor al orinar, cambios en el flujo urinario o presencia de sangre en la orina requieren atención inmediata, sin importar la edad.

“Un varón debe considerar acudir de inmediato al urólogo si detecta síntomas como hematuria, dolor al orinar, cambios en el flujo de la orina, dolor pélvico o lumbar persistente, problemas de erección o eyaculación, masas o hinchazón en el escroto, fiebre acompañada de síntomas urinarios, o incontinencia urinaria”, explica el experto que detalla en qué consiste cada uno de estos signos.

• Hematuria: Presencia de sangre en la orina, que puede ser indicativa de infecciones, cálculos renales o, más seriamente, de cáncer.
• Dolor al orinar: Puede ser un signo de infección del tracto urinario o de condiciones más complejas como cálculos renales o enfermedades de transmisión sexual.
• Cambios en el flujo de la orina: Dificultad para comenzar a orinar, un chorro débil o interrumpido, o la sensación de que la vejiga no se vacía completamente.
• Dolor en la zona pélvica o lumbar: El dolor continuo en estas áreas puede ser un signo de problemas en los riñones o en otros órganos del sistema urológico.
• Dificultades con la erección o eyaculación: Problemas persistentes o dolorosos relacionados con la función sexual.
• Masa o hinchazón en el escroto: Puede ser un signo de condiciones como hidrocele, varicocele o un tumor testicular.
• Fiebre o escalofríos: Si se acompañan de síntomas urinarios, pueden indicar una infección renal u otra infección seria.
• Incontinencia urinaria: La pérdida involuntaria de orina puede ser un signo de varias condiciones urológicas.

El urólogo de la RuberJuan Bravo agrega que “es importante recordar que estos síntomas no siempre indican una condición grave, pero definitivamente justifican una evaluación profesional para determinar la causa y el tratamiento adecuado”.  Y añade que las consultas más frecuentes "tienden a variar según la demografía y otros factores, pero hay varios motivos de visita comunes que incluyen las siguientes, como los problemas de próstata, las infecciones del tracto urinario, la disfunción eréctil, infertilidad, incontinencia, cálculos renales o sanfre en la orina".  

Los otros chequeos por edades 

• De 40 a 49 años: Inicio de cribado para cáncer de colon, especialmente si hay antecedentes familiares, y evaluación de riesgo cardiovascular más detallada.
• De 50 años en adelante: Cribado de cáncer de próstata y el colorrectal. "Es importante discutir con el médico la necesidad de pruebas de PSA, especialmente si hay factores de riesgo como historial familiar", recuerda el urólogo el experto que agrega que se debe evaluar también la densidad ósea y hacer chequeos específicos (evaluaciones cardiacas, examen de piel y los ya mencionados chequeos urológicos), según el riesgo de cada individuo y sus condiciones preexistentes.

Todo sobre el PSA

Un aspecto en el que hace especial hincapié el doctor Peinado es en las recomendaciones de medir el PSA. "Un enfoque de 'alla única' no es adecuado para el cribado de PSA en la detección de cáncer de próstata".

La decisión de realizar la prueba debe basarse en una discusión detallada entre el paciente y su médico, considerando todos los factores de riesgo y personales. "Esto ayuda a asegurar que los beneficios del cribado superen los riesgos asociados, y que las decisiones de tratamiento se tomen en el contexto más amplio de la salud general del paciente y sus valores personales. La efectividad y las recomendaciones respecto al cribado del PSA varían, y esto se debe a varios factores claves", apostilla.

Sensibilidad y especificidad del PSA

-Sensibilidad: El PSA puede detectar elevaciones que sugieren cáncer de próstata, pero no es específico únicamente para el cáncer. Las elevaciones también pueden ser causadas por prostatitis (inflamación de la próstata), hiperplasia benigna de próstata (agrandamiento de la próstata), e incluso por actividades como andar en bicicleta.

-Especificidad: No todos los cánceres de próstata detectados mediante PSA son necesariamente mortales o requieren tratamiento inmediato. Muchos son de crecimiento lento y no representarían un riesgo durante la vida del paciente.

Riesgos del sobretratamiento

-Diagnóstico de cánceres de bajo riesgo: La detección mediante PSA puede llevar al diagnóstico de cánceres que nunca habrían causado problemas de salud durante la vida natural del paciente. Esto puede llevar a tratamientos innecesarios que tienen sus propios riesgos y efectos secundarios, como incontinencia urinaria y disfunción eréctil.

-Ansiedad y costos: El seguimiento del PSA elevado puede implicar biopsias repetidas y tratamientos adicionales, que no solo son costosos, sino que también pueden causar ansiedad significativa para los pacientes.

Recomendaciones actuales

-Individualización del cribado: Las guías actuales sugieren que la decisión de someterse a la prueba debe ser individualizada. Esto significa que los médicos deben discutir los potenciales beneficios y riesgos de la misma con sus pacientes, teniendo en cuenta factores como la edad, historial familiar, preferencias personales, y otros riesgos de salud.

-Intervalos de cribado: Para aquellos que eligen realizar la prueba, los intervalos pueden ser menos frecuentes que anuales, dependiendo de los niveles basales de PSA y otros factores de riesgo.