Casi todos sabemos de la existencia de los marcapasos, de que se utilizan para el corazón y de que, por lo general, los suelen llevar personas de edad avanzada, pero mucha gente desconoce realmente su función en el cuerpo humano.
Según el Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre de Estados Unidos, un marcapasos es un pequeño dispositivo que se coloca en el pecho o el abdomen para ayudar a controlar los ritmos cardíacos anormales. Este dispositivo utiliza pulsos eléctricos para hacer que el corazón lata a un ritmo normal. Los marcapasos se usan para tratar las arritmias, las cuales son problemas con la frecuencia o el citado ritmo de los latidos del corazón. Durante una arritmia, el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o con un ritmo irregular.
Un latido del corazón que es demasiado rápido se llama taquicardia, y uno demasiado lento bradicardia. Durante una arritmia, es posible que el corazón no pueda bombear suficiente sangre al cuerpo, lo que puede causar síntomas como cansancio, falta de aliento o desmayos. Las arritmias graves pueden dañar los órganos vitales del cuerpo e incluso pueden causar la pérdida de la conciencia o la muerte.
Un marcapasos puede aliviar algunos síntomas de arritmia, como fatiga y desmayo, y también puede ayudar a una persona que tiene ritmos cardíacos anormales a reanudar un estilo de vida más activo.
El sistema de conducción eléctrico defectuoso en el corazón causa arritmias. Por ello, los marcapasos utilizan pulsos eléctricos de baja energía para superar esta señalización eléctrica fallida y permiten:
Los marcapasos también pueden monitorear y registrar la actividad eléctrica y el ritmo cardíaco del corazón. Además los más novedosos pueden controlar la temperatura de la sangre, la frecuencia respiratoria y otros factores. También tienen la capacidad de ajustar el ritmo cardíaco a los cambios en la actividad del paciente.