Como bien es sabido, la menopausia es la pérdida definitiva de la menstruación, mediante un proceso paulatino que suele durar alrededor de cinco años y que comienza entre los 45 y los 54 años. Sin embargo, lo que muchas mujeres no saben es que este cambio se divide a su vez en varias etapas, que influyen notablemente en los síntomas relacionados y en su estado de salud:
En esta etapa, los clásicos sofocos, la ansiedad, la sequedad vaginal y los cambios de humor, entre otros síntomas relacionados con la menopausia, siguen todavía muy vigentes, aunque irán desapareciendo con el tiempo. No obstante, las mujeres que se encuentran en la postmenopausia también deben hacer frente a otras molestias de suma importancia.
En primer lugar, la mayoría de mujeres experimentan una ganancia de peso inusitada, lo que también afecta al incremento de la pérdida de masa ósea. Por ello, los expertos suelen aconsejar dar prioridad en la dieta a los alimentos ricos en calcio y vitamina D, además de potenciar la exposición a los rayos solares, la mejor fuente para obtener este último nutriente.
Por otro lado, también corres el riesgo de sumirte en un estado de tristeza profundo e inexplicable. Esto se debe, principalmente, a la conciencia del paso del tiempo, que puede afectar al autoestima de muchas mujeres. Un sentimiento que se puede ver potenciado por las pérdidas de orina y los sangrados irregulares a los que también estás expuesta. Eso sí, si este último signo ocurre un año después de haber concluido la menopausia, acude al médico para descartar otras patologías.