¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna de la gripe?
Diferencias entre los pacientes hospitalizados por gripe y por coronavirus
A comienzos de esta semana comenzaba la campaña de vacunación contra la gripe 2020, que es el método más eficaz para prevenir esta enfermedad. La campaña pretende conseguir mayores coberturas de vacunación, alcanzando el 75% en personas mayores de 65 años y profesionales de centros sanitarios y sociosanitarios, y el 60% en embarazadas y personas con patología crónica. Además, este año, ante la pandemia del coronavirus, cobra más importante si cabe la vacunación. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, recomiendan la vacuna para toda la población y no sólo para los grupos de riesgo.
Una de las preguntas que se hacen muchas personas es si se puede contraer la gripe al vacunarse. En primer lugar hay que aclarar que la vacuna de la gripe contiene tres cepas (dos tipo A y una tipo B) que representan los virus que más probablemente circulen durante el invierno. La mayoría de las vacunas se fabrican a partir de virus cultivados en huevos embrionados de gallina que posteriormente son inactivados y fraccionados.
La mayor parte de los adultos desarrollan altos títulos de anticuerpos tras una dosis de vacuna. Estos anticuerpos únicamente son protectores frente a los virus de la gripe similares a los incluidos en la vacuna. La capacidad protectora de la vacuna depende fundamentalmente de dos factores:
Cuando la coincidencia entre los virus circulantes y los vacunales es alta, la vacuna previene entre el 70 y el 90% de la gripe en sujetos sanos menores de 65 años. En personas mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas es efectiva en la prevención de complicaciones derivadas de la gripe. Se pueden evitar un 50 a 60% de hospitalizaciones y el 80% de fallecimientos derivados de estas complicaciones. En estos grupos, la eficacia para prevenir la enfermedad es de un 30 a 40%, pero es importante tener en cuenta que, aunque se pueda adquirir la infección, la enfermedad será con mucha probabilidad menos grave si ha habido vacunación anterior.
La vacuna antigripal debe ser administrada en una única dosis, excepto para los niños que no han recibido ninguna dosis, en los que se recomiendan dos dosis con un intervalo de 4 semanas. Se administran a los adultos por vía intramuscular o subcutánea profunda en el músculo deltoides (parte superior del brazo) y en niños por vía intramuscular en el muslo. También hay una vacuna con administración intradérmica. El contenido de la vacuna debe ser de 0,25 ml desde los 6 meses hasta los 3 años y de 0,5 ml a partir de esta edad.
El Ministerio de Sanidad afirma que la mayoría de las vacunas frente a la gripe no pueden provocar la enfermedad porque están compuestas por virus muertos no contagiosos. Por tanto, si una persona sufre en los días posteriores a la vacunación un cuadro de vías respiratorias altas no esta relacionado con la administración de la vacuna antigripal.
Igualmente, el riesgo de que la vacuna cause un daño grave es extremadamente pequeño, sin embargo, como con cualquier medicamento puede dar lugar a reacciones serias. El efecto secundario mas frecuente tras la administración de la vacuna es escozor y/o dolor en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de los vacunados.
Las reacciones tales como fiebre, malestar o dolores musculares pueden aparecer tras la vacunación y son mas frecuentes en niños de menos de 12 años y vacunados por primera vez. Estas reacciones se inician en las primeras 6-12 horas y suelen persistir 1-2 días.
La vacunación se recomienda fundamentalmente para las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe y para las personas en contacto con estos grupos de alto riesgo ya que pueden transmitírsela.
Así, los grupos de población en los que se recomienda la vacunación antigripal, según recomendaciones aprobadas por la Comisión Nacional de Salud Pública, son las siguientes:
1. Personas de edad mayor o igual a 65 años. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
2. Personas menores de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.
3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones:
4. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
Personas que, por su ocupación, pueden estar en contacto con aves con sospecha o confirmación de infección por virus de gripe aviar altamente patogénico, especialmente: