Antonio Banderas cumple 65 años: "Cada arruga en mi cara es una lección"
El actor vive un momento único de muchas emociones
Antonio Banderas sopla este domingo 10 de agosto 65 velas en un momento de plenitud personal y emocional. En una entrevista concedida a la revista ¡HOLA!, el actor malagueño no solo repasa su trayectoria, sino que comparte la inmensa ilusión que le provoca acompañar a su hija Stella del Carmen en un paso muy importante en su vida: su boda.
"Me toca ser el padre de la novia, y es un papel que asumo con toda la emoción del mundo”, afirma con orgullo. El enlace, previsto para octubre en España, no es solo un evento familiar, sino también una celebración de raíces. “Stella es muy andaluza, muy de Málaga, aunque haya crecido en Estados Unidos. Que se case aquí es algo que me llena de orgullo", añade.
En la conversación, Banderas mira atrás con nostalgia, pero también con gratitud. Habla del chico que fue, al que en casa llamaban Nonito, y que cambió su sueño de ser futbolista por el de subirse a un escenario. Con apenas 19 años, se lanzó a la aventura en Madrid con una maleta, algo de comida y muchos sueños. “"Mi madre me cosió bolsillos secretos por si me robaban", recuerda entre risas.
Desde entonces, su vida ha sido puro cine: Átame, La máscara del Zorro, Philadelphia, y una carrera internacional que le convirtió en embajador del talento español en Hollywood. Allí también conoció a Melanie Griffith, madre de Stella, con quien mantiene hoy una relación cercana y respetuosa.
La boda de su hija, que será una ceremonia íntima, es para él un antes y un después. "No podría estar más feliz y orgulloso. Verla crecer y ahora dar este paso tan importante es una emoción indescriptible", confiesa.
Banderas también reflexiona sobre el infarto que sufrió en 2017, un punto de inflexión que lo llevó de vuelta a Málaga y a centrarse en su pasión por el teatro. "El proyecto del Teatro del Soho es mi regreso a los orígenes. Es la conexión directa con el público lo que me llena", asegura.
A sus 65, el actor no piensa frenar. "El tiempo pasa, pero las ganas de vivir no. Cada arruga en mi cara es una historia, una lección, y estoy agradecido por cada una de ellas. Y aún me quedan personajes por interpretar e historias que contar. Sesenta y cinco años. Suena a mucho, pero en mi mente sigo sintiendo la misma curiosidad y energía que cuando era un joven soñador en Málaga".
