Indignación en China por el desalojo forzoso de una mujer de 92 años a un centro anticovid

Los vecinos de Shanghái (China) están indignados por el trato de las autoridades locales a una mujer de 92 años. Al parecer, la policía y los funcionarios locales hicieron que un cerrajero entrara a la fuerza en la vivienda de la mujer y de su hijo, de 74 años, a altas horas de la madrugada de este martes, porque nadie respondía a las llamadas telefónicas. 

La mujer fue brutalmente sacada de su casa y llevada a un centro de cuarentena, ya que ambos habrían dado positivo en Covid-19 cinco días antes, según sus registros. Sin embargo, la mujer de 92 años se negó a ir ya que tanto ella como su hijo habían dado negativo en varias pruebas desde entonces. Así que, según denuncian, los trabajadores sanitarios que se encargan de estas situaciones, supuestamente la sacaron de la cama y la arrastraron por el suelo.

Pero la cosa no acaba aquí, y la pareja tuvo que estar durante horas esperando en un pasillo porque el lugar donde les enviaron no tenía sitio, según ha explicado Caixin Global.

La policía ha explicado que lo hicieron porque temían que se produjera "un accidente" y niega que se le arrastrara. Aseguran que madre e hijo salieron de la casa voluntariamente para poder irse a un centro aislamiento a pasar la cuarentena.

El trato a ambos ha hecho que muchos vecinos muestren su frustración por las normas tan estrictas de Covid-19 que hay en el país. Aunque el Gobierno no ha detallado el nombre de los implicados, las redes sociales enfurecieron al enterarse de los hechos, y todos se preguntan cómo es posible que una mujer mayor tuviera que salir de su casa a esas horas de la noche.

La ciudad lleva tres semanas confinada

Mientras tanto, dos tercios de los 25 millones de vecinos de Shanghái llevan tres semanas confinados. Muchos de ellos están teniendo problemas para conseguir comida, medicamentos e información sobre cuándo terminará esta situación.

La crispación de la población ha causado varios altercados con la policía por la apertura de centros de aislamiento cerca de ellos. El Gobierno ha censurado todos los vídeos de las protestas que se han estado produciéndose en estos lugares. 

Shanghái ha tenido que convertir las salas de exposiciones, escuelas y estadios en centros de aislamiento y hospitales improvisados, y ha pedido a los hoteles de lujo que cedan sus habitaciones. Además de eso, en Zhejiang y Jiangsu, localidades cercanas a la ciudad, se están construyendo también instalaciones para poder acoger hasta 60.000 vecinos Shanghái.