Seguros de decesos con prima natural: baratos en la juventud y "una trampa para los mayores"
Muchos de quienes sobrepasen cierta edad, quizá a partir de los sesenta años, probablemente recuerdan a ese señor bien vestido que acudía de visita a casa periódicamente, a veces cada semana, a cobrar “lo de los muertos”. Se trataba del representante de la compañía de seguros. Por aquel entonces visitaba casa por casa para cobrar la prima del seguro de decesos. ‘El seguro de muertos’ como se conocía antes.
Hoy en día, las cosas han cambiado mucho, pero este tipo de póliza sigue estando muy presente en los hogares españoles. Casi la mitad de la población española está protegida por las coberturas de un seguro de decesos. En concreto, un 46,7% de la población española cuenta con cobertura de decesos. Más de 22 millones de personas, según los datos proporcionados por la patronal del seguro, Unespa (@UNESPA). No en vano, el de decesos es el seguro no obligatorio más contratado (tan solo lo supera el seguro del coche).
Se trata de un tipo de póliza con fuerte arraigo en España y con un marcado carácter familiar, como indica el hecho de que exista una media de 2,6 asegurados por cada contrato. “Se observa una orientación más hacia una unidad familiar que individuo a individuo”, asegura la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) en su Informe del sector 2021. “Es un producto asistencial para las familias”, coincide Raquel del Amo, subdirectora de desarrollo de negocio de Decesos de Mapfre (@MAPFRE_ES).
“Las compañías aseguradoras han ofrecido un producto para toda la familia. En un solo seguro se protege a toda la familia, añadiendo a los hijos con cuotas muy pequeñas; una vez los hijos se independizan, empiezan a hacerse cargo de su propio seguro, y cuando tienen hijos, empiezan a incorporarlos a su póliza” explica Marc Vallhonesta (@marcvallhonesta), CEO del comparador de funerarias, Funos (@FunosEs), integrado en AEFI, Asociación Española de Fintech e Insurtech.
“La gran aportación del seguro de decesos para la sociedad es facilitar la prestación de un servicio integral en un momento especialmente complejo para las familias, como es el fallecimiento de un ser querido”, explican a 65YMÁS fuentes de Unespa. “El seguro de decesos va más allá de la cobertura del sepelio”.
La concentración en este ramo del seguro es enorme. Pese a que a cierre de 2021 operaban en decesos 58 entidades aseguradoras, según los datos de la DGSFP, el 70% de las primas están manos de las 5 primeras entidades del sector. Santalucía tiene una cuota de mercado superior al 30%. Una posición de dominio del mercado que, además, sigue creciendo. En 2022 avanzó frente a sus competidores 5,41%. Le siguen Ocaso, con un 17,42% de cuota de mercado, Mapfre, con un 10,50%. Por detrás de este podio, las cuotas de mercado se reducen con fuerza. La cuarta compañía más fuerte, Nortehispana, cuenta con un 4,71% del mercado de decesos y Segurcaixa Adeslas un 4,70%.
Nicolás Jabonero, director de seguros del comparador Kelisto (@Kelisto) cree que esta concentración ya afecta a la competencia, “sobre todo a compañías que solo comercializan seguros de decesos”, dice. “Por ese motivo, cada vez más compañías de este tipo están diversificando los productos que venden y tratando de diferenciarse cada vez más con servicios de valor añadido”.
La concentración en el sector, también es vertical. Javier Varea, director del Observatorio de los Sistemas Europeos de Previsión Social Complementaria, y profesor del Departamento de Matemática Económica, Financiera y Actuarial de la Universidad de Barcelona (@UniBarcelona) asegura que “venimos de un proceso de concentración de las empresas funerarias, que ha sido determinante en el encarecimiento de los servicios funerarios. Los 5 principales grupos funerarios, pertenecientes a entidades aseguradoras, abarcan aproximadamente un tercio del mercado”. “El proceso de concentración de compañías aseguradoras, como de empresas funerarias conlleva la reducción de la competencia y que los usuarios tengan menos opciones”, asegura Marc Vallhonesta. Ambos expertos coinciden en que esta concentración vertical, lejos de reducir costes y traducirse en primas más ajustadas, ha encarecido los productos.
“La concentración lógicamente limita las posibilidades” reconoce el vicepresidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid (@colmedmadrid) y agente de seguros, Ángel del Amo (@angeldelamo). “Pero también están entrando compañías nuevas. En los últimos años hemos visto que muchas compañías generalistas, que antes no se ocupaban del ramo de decesos ahora lo están incluyendo, con mejor o peor fortuna, pero lo están intentando muchas”, asegura.
“Es muy importante que esa concentración no termine cayendo en conductas que sean cuestionables de cara al trato con el asegurado”, asegura Miguel Ángel Serrano, vicepresidente de FACUA (@FACUA), quien reconoce que “el mercado de los seguros es bastante agresivo lo que conlleva a variaciones en las primas que cobran las diferentes compañías”.
“Son seguros con un amplio margen económico, con lo cual compañías que quieran ganar mercado pueden ser más agresivas en precio. Por otro lado, las compañías con mucha implantación pueden obtener servicios más baratos, con lo cual pueden tener unas primas más competitivas”, añade el responsable de Kelisto, Nicolás Jabonero.
“Aun hay suficiente número de compañías como para que la competencia funcione bien y no haya riesgo de que haya acuerdos de primas”, considera Ángel del Amo. “De hecho, parte del problema es la competencia que hay, por eso se inventan tarifas naturales que te puedan enganchar o te ajustan los capitales a la baja provocando un problema”, añade.
La póliza de decesos es una de las favoritas de los mayores. “El nivel de aseguramiento es creciente con la edad, alcanzando una cota máxima de en torno al 60% entre las personas de entre 75 y 79 años”, sostiene el informe de Unespa, 'El seguro de decesos en 2021'. Un 57% de los ciudadanos entre 60 y 69 años tienen este seguro, así como un 52% de quienes tienen entre 50 y 59 años.
Pese a ello, la presencia del seguro de decesos supera el 40% a los 20 años, fundamentalmente por esa tradición de incluir a los hijos en la póliza familiar. “Aproximadamente el 44% de nuestros usuarios que buscan un seguro de decesos tienen 55 años o más” confirman a 65YMÁS desde el comparador Rastreator (@Rastreator). Un 25% de quienes contratan un seguro a través de este comparador tienen entre 45 y 55 años; seguido de un 22% con una edad comprendida entre los 55 y los 65 años. Por último, un 21% son mayores de 65 años.
Ciertamente, los hogares donde hay personas de más de 65 años al frente son los que tienen mayores tasas de contratación de este seguro. “Observando la tipología de familias, se puede ver que los únicos hogares donde el seguro de decesos no está presente son aquéllos en los que vive una persona sola que tiene menos de 30 años”, añade Unespa.
El seguro de decesos goza de buena salud. Prueba de ello es que no ha parado de crecer en los últimos años. El 2020, marcado por la pandemia de la COVID19, y pese a tener un gran impacto en la siniestralidad, “puso de manifiesto la robustez del ramo”, tal y como destaca el informe ‘El mercado español de seguros en 2021’ de Fundación Mapfre (@fmapfre).
En la última década, este sector crece continuamente, tanto en número de asegurados como en volumen de primas. En 2021 el ramo de decesos registró un crecimiento del 4,41% y en 2022, un 2,2%, en un contexto muy complicado por la inflación. En lo que va de año, el crecimiento de este ramo vuelve a acelerarse. Solo entre enero y marzo de 2023, el seguro de decesos ha crecido un 4,22%, según el informe 'Evolución del Mercado Asegurador' del primer trimestre, elaborado por ICEA.
“La pandemia, sin lugar a dudas, ha incentivado todo lo que tiene que ver con seguros de vida, seguros de salud y seguros de decesos” asegura Ángel del Amo, agente de seguros y vicepresidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid. “Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”, añade.
Pese a la amplia implantación de la póliza de decesos, la presencia de este seguro es muy dispar en función del lugar del residencia. Extremadura es la comunidad con mayor presencia. Un 70% de los extremeños cuentan con cobertura de decesos. Le siguen Asturias (64,64%) y Andalucía (62,47%). En el otro extremo está la ciudad autónoma de Melilla (16,74%), Baleares (21,87%) y Navarra (24,11%).
Y por provincias, donde este servicio tiene una mayor aceptación, tenemos a Cádiz, Ávila, Badajoz y Ciudad Real. Según la patronal de las aseguradoras, Unespa, en cada uno de estos territorios, siete de cada 10 ciudadanos tienen su entierro asegurado. En el otro extremo, Melilla, y las provincias de Soria, Teruel y Huesca son las menos propensas a tener asegurado el sepelio. Y, aun así, una de cada cinco personas cuenta con la cobertura de un seguro de decesos.
En 2021, Guadalajara fue la provincia que experimentó un mayor crecimiento de asegurados, en torno al 3%. Le siguieron Soria y Segovia. Por el contrario, las evoluciones más negativas se aprecian en Teruel, Cáceres y Huesca, según los datos de la patronal del seguro.
