Estas plantas de interior son tóxicas para tu gato

Hay multitud de flores y plantas comunes que son venenosas como la azalea, el rododendro, o las hortensias y pueden ser un problema si tienes un gato. La planta más peligrosa es el lirio porque todas sus partes son tóxicas. Sin embargo, existen otras plantas y flores, tanto de interior como de exterior, que también pueden resultar perjudiciales. El ficus, las hortensias, los bulbos de plantas ornamentales como el narciso y el jacinto, por ejemplo, lo son. Por ello, si te gustan las plantas es mejor consultar con tu veterinario si poseen algún tipo de toxina que pueda afectar a tu mascota. 

Las más habituales en los hogares son: 

-Adelfa

-Amaryllis

-Azalea y rododendro

-Crisantems

-Ciclamen

-Narciso

-Hiedra

-Hortensia

-Jacinto

-Kalanchoe

-Lirio

-Marihuana

-Poto 

-Tomillo

-Tulipán

-Flor de Pascua 

Los riesgos para tu gato

La mayoría de los gatos desconfían de comer cualquier cosa inusual, lo que significa que los casos de intoxicación por plantas son raros. Cuando un gato enferma, generalmente se debe a que algo le ha rozado el pelaje o las patas, y luego ha ingerido la substancia al lamerse.

Ten en cuenta que el consumo de cualquier material vegetal puede provocar vómitos y malestar gastrointestinal en perros y gatos. De forma que las plantas consideradas como no tóxicas también podrían ser un problema. Sin embargo, estamos hablando de que podrían provocar un malestar gastrointestinal leve, pero en ningún caso estos síntomas pondrían en peligro la vida del animal.

Si una planta es venenosa para los gatos, todas las partes de la planta son venenosas, aunque algunas partes pueden tener concentraciones más altas del principio tóxico que otras. Las dosis tóxicas pueden variar ampliamente de una planta a otra de forma que en algunos casos, solo ingerir una pequeña cantidad puede tener resultados devastadores.

Síntomas que debes tener en cuenta

Dado que muchas plantas son irritantes, la mayoría de los síntomas serán el resultado de una irritación o inflamación, como enrojecimiento, hinchazón o picazón en los ojos, la piel o la boca. Si el estómago e intestinos del animal se irritan, es probable que tenga vómitos y diarrea.

Además, puede tener dificultad para respirar si las vías respiratorias están afectadas; babeo o dificultad para tragar si la boca, la garganta o el esófago están afectados; o beber y orinar en exceso si son los riñones los que se han visto perjudicados. Si sospechas que tu gato ha tragado una planta venenosa, contacta con tu veterinario de inmediato.