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El truco del plátano para que los aguacates maduren más rápido
Ambas son frutas que desprenden etileno
Los aguacates son alimentos ricos en fibra y grasas instauradas muy beneficiosas para la salud. Hasta ahora se sabía que ayudaban a controlar el colesterol, y también hay estudios que apuntan que puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
No obstante, los aguacates tienes un pequeño inconveniente: no siempre están lo suficientemente maduros cuando queremos consumirlos, ya que siguen madurando una vez se recolectan.
Lo que muchos no saben de esta fruta es que tiene algo en común con los plátanos: de su maduración se encarga el etileno, una hormona en forma de gas producida de forma natural por todos los vegetales. Aunque esto parezca una simple casualidad, puede ayudar a los más impacientes a tener un aguacate maduro en tiempo récord.
El truco es muy sencillo: solo tienes que poner el aguacate en el frutero o en una bolsa al lado de uno o varios plátanos. Gracias al etileno que los plátanos desprenden, los aguacates y otras frutas como los kiwis o las manzanas, maduran más rápida.
El truco del papel de aluminio
Otro truco infalible es el del papel de aluminio. En este caso, lo único que tienes que hacer es coger un cuchillo y dibujar unas cuantas rajas en la cáscara, pero sin que llegue a atravesar la pulpa.
Después, envuélvelos en papel de aluminio y calienta una sartén a fuego medio-bajo. Introduce los aguacates, y durante cinco minutos dales la vuelta para que toda la pieza madure por igual. Ya solo te queda esperar a que se enfríen y podrás usarlos para tus recetas.
El microondas
El microondas es otro aliado a la hora de madurar los aguacates. Para este truco casero necesitas, aparte del electrodoméstico, un envoltorio capaz de soportar las altas temperaturas. A continuación, corta el aguacate por la mitad y retira la semilla de su interior. La "carne" que queda se envuelve, por separado, con el plástico y se pone en el microondas durante un par de minutos. Después, deja que repose un poco para que no te quemes al cogerlo, y mételo en un bol con agua fría. El resultado te sorprenderá.
