Los precios durante el Black Friday del año pasado, subieron de media un 2,6% según ha informado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un comunicado.
De esta forma, la OCU ha comenzado a controlar los precios para verificar su evolución real con un mes de antelación a la celebración del famoso viernes negro para poder regular la cuantía de las ofertas y poder denunciar posibles abusos.
Así, en 2020, y a pesar de las campañas publicitarias que anunciaban grandes descuentos, durante la 'Black Week' solo bajaron de precio un 19 por ciento de los productos, frente a un 28 por ciento que los subieron.
Auriculares, tostadoras y teléfonos móviles fueron las categorías en las que se detectó un mayor porcentaje de productos que bajaron de precio, aunque siempre fue superior el porcentaje de los que subieron.
Los descuentos más notables se encontraron en dispositivos electrónicos y altavoces portátiles, mientras que los que más aumentos experimentaron fueron impresoras, hornos y móviles.
La OCU recomienda a los consumidores a desconfiar de los anuncios con llamativos descuentos y recuerda que en cualquier promoción debe indicarse el precio original junto al precio rebajado.
