El País Vasco se ha propuesto impulsar el ahorro privado de cara a la jubilación. Las Haciendas vascas han establecido que los rendimientos de las aportaciones tributen como rentas del ahorro y no del trabajo, e incluso que estén exentos si se cobran en más de 15 años.
En concreto, el Gobierno vasco ha aprobado varias modificaciones en materia de previsión social. La más destacable es que a partir de año que viene, los rendimientos de las aportaciones de los socios o beneficiarios de EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntaria) y planes de pensiones individuales y de empleo tributarán como rendimiento de capital mobiliario en la base imponible del ahorro, en lugar de como rendimiento del trabajo. Así, al considerarse rendimientos de capital mobiliario en la base del ahorro, computará como rendimiento sólo el 60% del total de las mismas.
Además, si la prestación se percibe en forma de renta vitalicia o en forma de renta temporal con una duración mínima de 15 años y una cuantía constante, el rendimiento estará exento.
Ahora bien, hay alguna diferencia provincial. Así, en Gipuzkoa, el 60% de los rescates de una EPSV se integra en la base imponible, con un límite de 300.000 euros anuales. Y lo que pase de esa cantidad, se integrará al 100%. Y en Álava y Bizkaia se puede optar por integrar el 60% en el primer ejercicio, o bien en ejercicios posteriores si no ha habido rescate anterior.
Si el rescate no se realiza tras la jubilación, sino que se ejecuta por una situación de desempleo de larga duración, este concepto debe ser abonado en forma de renta, a no ser que el partícipe o socio de la EPSV solicite el pago único con fines de fomento del empleo.
Que las aportaciones tributen como rentas del ahorro es una reivindicación histórica de Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, y de Unespa, la patronal del sector asegurador. Llevan años denunciando que las deducciones fiscales de las aportaciones a planes de pensiones, no son tales, sino un diferimiento. Denuncian la discriminación que sufren estos instrumentos de ahorro, que deberían recibir un mejor tratamiento, dado que son los que deben utilizarse, precisamente, para compensar la pensiones públicas.
Esta misma semana, la presidenta de Unespa, Mirenchu del Valle, volvía pedir una mejora en la fiscalidad de los planes de pensiones. Considera que es “un buen primer paso” la etiqueta lanzada por España y otros seis países europeos para canalizar ahorro de los ciudadanos hacia inversiones que impulsen el crecimiento de la Unión Europea y reclama que se mejore el tratamiento fiscal para estos productos en cada país.
