La desigualdad manifiesta en pensiones y Labordeta en el recuerdo

Llevamos ya algún tiempo escuchando al Sr. ministro Escrivá la promesa de que nuestras pensiones van a ser actualizadas permanentemente con el IPC. No oculto que me provoca satisfacción escucharle repetir una y otra vez que mi pensión subirá en 2023 con la inflación. Pero al mismo tiempo me provoca una enorme inquietud el no saber cómo proyecta el Sr. ministro poder llevar a cabo estas cuentas, y cómo lo piensa sufragar, lo que me hace temer por el futuro inmediato y la ausencia de sostenibilidad del sistema, y de la viabilidad de mi pensión. Zapatero también prometió y al final vimos rebajadas y congeladas nuestras pensiones.

Comprendo que vienen elecciones y hay que repartir el pan con 'tomaca' para intentar ganar esos comicios, pero este método es una irresponsabilidad de una dimensión inaceptable para luego tener que recurrir de nuevo a las tijeras para salvar el déficit a la Seguridad Social.

Hace ya 25 años, un diputado, José Antonio Labordeta, proponía al Congreso de los Diputados la eliminación de los coeficientes reductores a los jubilados con carreras de cotización de más de 40 años cuando estos cumpliesen los 65 años. Algunos seguimos con el 32% de penalización y 47 años trabajados, mientras se premia a las clases pasivas con menos años de cotización y el 100% de pensión. La desigualdad es manifiesta.

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