Cartas a la directora

La segunda pata de la reforma de las pensiones no puede quedar coja

Fernando Marín

Sábado 12 de noviembre de 2022

8 minutos

Los anuncios clave de Escrivá en el foro 65YMÁS: destope, jubilación parcial, subida de pensiones...
Fernando Marín

Sábado 12 de noviembre de 2022

8 minutos

Cartas al director (cintillo)

 

No sé si alguna vez nuestros agentes sociales se habrán planteado como perciben los ciudadanos de a pie a través de las noticias lo que se está viviendo en el último tramo de la reforma de las pensiones. Particularmente, a veces pienso que no terminan de darse cuenta de que toda la información que necesitamos se puede encontrar en una pantalla y de que con un poco de paciencia se puede llegar a conclusiones bastante aproximadas sobre cuáles son los intereses reales de cada uno. Evidentemente, para comprender bien sus posturas y estrategias habrá que contrastar el máximo de información posible y estar muy atentos porque cualquier movimiento táctico puede pasar desapercibido a ojos de un inexperto. Todo ello habrá que hacerlo mezclándolo con unas buenas dosis de escepticismo y nunca dejarse engañar por las apariencias.

Para bien o para mal toda la información está al alcance de nuestras manos, e incluso tenemos la oportunidad de dar la opinión sobre algún tema de actualidad sin necesidad de tener unos estudios elevados (los míos más bien se quedaron por los suelos). Quiero decir con esto que, por un lado, es muy positivo que todo el mundo tenga acceso a la información y dar su opinión y que, por otro, el exceso de información y la facilidad con la que se extiende se puede convertir en una nueva herramienta para ocultar un trabajo profesional concienzudo, elaborado y objetivo de un buen periodista debajo de una montaña de noticias contradictorias, confusas, tergiversadas y dudosamente profesionales elaboradas por equipos especializados pertenecientes a partes interesadas con el poder suficiente para propagarlas.

Voy a intentar exponer mi parecer respecto a este asunto de la manera más resumida posible e intentar obviar la mayor parte del contexto que lo rodea, más que nada porque se prolonga en el tiempo desde que existe el Pacto de Toledo y porque lo único que puedo conseguir adentrándome otra vez en todos sus aspectos turbulentos es que se deje de leer esta carta.

Después de la inauguración de la jornada El Futuro de las Pensiones, organizada por 65YMÁS, en la que intervino el Sr. Escrivá, he podido leer en este medio que los agentes sociales reprochan al ministro el parón en las negociaciones de la segunda pata de la reforma de pensiones (que debería estar ultimada antes de fin de 2022), así como la falta de "papeles y  de datos" sobre las medidas que plantea el Ministerio en referencia a las medidas para extender el periodo de cómputo de la pensión y el destope de las bases máximas de cotización y de la pensión máxima.

Mi mujer y yo pertenecemos al 30% de trabajadores con carreras irregulares que no presentan sus mejores cotizaciones al final de su vida laboral. Cuando digo “mejores” cotizaciones tengo que dejar claro que, en nuestro caso, me refiero a aquellos años cotizados que quedan fuera del periodo de cómputo actual, que por poco que sea contrarrestarían las bajas cotizaciones con las que llegaremos a la edad de la jubilación y ayudarían a que la media de la pensión fuera mínimamente digna.

Actualmente, el periodo de cómputo de la pensión solo incluye los últimos 25 años (lo cotizado a partir de los 40 si te jubilas a los 65), con lo cual el resultado final en el cálculo de una pensión no siempre es el reflejo del esfuerzo realizado. Por poner un ejemplo, el cálculo de la pensión de una persona con una carrera profesional lineal ascendente solo incluirá sus mejores años cotizados, sin dejarse ni uno, y no tendrá en cuenta las cotizaciones inferiores que pudo tener hasta los 40 de edad. Este ejemplo carecería de importancia (aparte de causar un poco de envidia) sino existiera un 30% de casos opuestos en el que en vez de ganar se pierde (muchos de estos casos opuestos responden a contextos bastante dramáticos que nuestros agentes sociales conocen perfectamente).

No creo que me equivoque mucho si digo que los “mejores” años cotizados de muchas carreras profesionales irregulares pueden ser peores que los peores años cotizados de una carrera profesional ascendente de las buenas, con la paradoja de que la carrera irregular se queda con las ganas de poder utilizar sus mejores años en el cálculo de su pensión y la carrera ascendente siente alivio de no tener que incluirlos porque sus últimos 25 de vida laboral son mucho mejores. Vamos, que con lo que unos no quieren se darían por satisfechos otros.

Quiero decir con esto que corregir esta injusticia no es quitar a los pobres para dar a los ricos, como parece que quieren dar a entender nuestros sindicatos mayoritarios, sino más bien todo lo contrario. Además de que profundizaría en la equidad y sostenibilidad del sistema (y ahí es donde viene la labor de la desinformación, o de la mala información, cuando una de las partes tiene poder y medios y la otra no tiene quien la defienda).

Todo lo que escribo son deducciones mías porque hasta la fecha no he podido leer ningún articulo que empatice claramente con el lado de la minoría desfavorecida del 30%, cosa que se podría hacer fácilmente sin dejar de ser objetivo e imparcial. Por el contrario, los sindicatos no han tenido mayor problema en extender y hacer creer su versión de los hechos a favor de la mayoría beneficiada del 70% con afirmaciones generalistas del estilo de que cualquier modificación en el sistema de cálculo de la pensión que toque el periodo de cómputo reducirá la pensión de todos los trabajadores sin excepción (parece ser que en este asunto, al contrario de los vientos que corren, está mal visto estar del lado de la minoría más desfavorecida).

Puestos a hacer deducciones, también tengo la certeza de que la mayoría de los trabajadores con un puesto fijo y estable que terminan sus últimos 25 años de vida laboral en la misma empresa suelen están organizados y sindicados, mientras que los trabajadores con carreras irregulares (más bien descendentes) no suelen estar sindicados y bastante tienen con no perder otra vez el trabajo para poder pagar las facturas a final de mes. Que quede claro que con todo esto no quiero poner en duda que los sindicatos defiendan a los trabajadores, pero está claro que no son como Robin Hood y de que puestos a elegir tienen sus predilectos a los que defenderán por encima de quien haga falta, aunque el obstáculo tenga los brazos atados y no llegue a fin de mes.

Para terminar quiero ahondar un poco en una de las contradicciones en las que han entrado últimamente nuestros agentes sociales a falta de argumentos (en este caso me refiero a los sindicatos, que se supone defensores del 100% de los trabajadores).

Los dos sindicatos han declarado con sentencias parecidas que si la modificación en el sistema de calculo, y concretamente del periodo de cómputo, no tiene la pretensión de ahorrar y ayudar a la sostenibilidad de las pensiones no tiene sentido que se haga. A estas alturas ya no sabría decir quien dijo una sentencia y quien dijo la otra, ya que tienen gran similitud. En cualquier caso son las siguientes: “Si no tiene pretensión de ahorrar, no vemos necesario que esté”, "Si no tiene efectos económicos, para nosotros está bien como está”.

La verdad es que estas sentencias fueron acompañadas de otras más dolientes en las que dan por hecho que debe existir una minoría  que no pueda incluir sus mejores años en el cálculo porque el sistema actual es como la Biblia, inmutable y palabra de Dios (o como se suele decir: “no hay tortillas sin huevos rotos”).

Y digo yo, si lo que quieren nuestros sindicatos es ahorrar y mirar por la sostenibilidad de las pensiones, porqué no animan a que Escrivá haga una ampliación a 35 años del cómputo pura y dura, sin posibilidad de excluir los años peores, para que de esta manera realmente la mayoría de las pensiones se reduzcan un 9%, tal como aparece en unos estudios realizados por el BdE.

Parece ser que cualquier propuesta que se haga que toque el periodo de cómputo va a tener la misma respuesta por parte de los sindicatos, aunque sea para conseguir un sistema más justo en el que estén incluidas todas las realidades del mercado laboral. La verdad es que nuestros agentes dejan muy pocas opciones para que una persona que cotizó más de los 30 a los 40 pueda incluir sus mejores años cotizados en el cálculo de su pensión (de la recomendación número 5 del Pacto de Toledo de que el cálculo se ha de hacer con los 25 años mejor cotizados de cada uno mejor me olvido. Está claro que es como si se la hubiera tragado la tierra y nunca hubiera existido).

Si en algo tengo que dar la razón a nuestros agentes sociales es en que yo también intuyo que el Sr. Escrivá es un experto en lanzar globos sonda. La diferencia es que a mis ojos estos globos sonda son como una bandera blanca y una tímida y esperanzadora muestra de dialogo frente a la multitud de líneas rojas trazadas a diestro y siniestro por nuestros sindicatos, que vayas por donde vayas seguro que pisas una.

Lo que no sé si es un globo sonda o un zeppelín es el informe que recientemente ha salido a la luz realizado por el Banco de España, y publicado por este medio, sobre el impacto de posibles variaciones en el periodo de cómputo de las pensiones. Varios han sido los medios que han coincidido en destacar uno de los escenarios posibles como la opción que más se ajusta a las intenciones del Sr. Escrivá, que no son otras que conseguir un sistema más justo y equitativo. Esta opción detalla que tomando en consideración los 29 años más favorables dentro de los 35 años previos a la jubilación (descartando los seis peores ejercicios), arrojaría una pensión media similar a la resultante de tomar en cuenta los 25 años anteriores a la jubilación.

Esta medida no supondría ni un recorte ni un mayor gasto en pensiones, daría opción a todas las carreras profesionales a incluir sus mejores años cotizados dentro del periodo de cómputo y no afectaría a las carreras profesionales que están siendo beneficiadas actualmente de la misma manera que una simple ampliación del periodo de cómputo.

Puede ser que con esta medida no se consiga un mayor ahorro como dicen los sindicatos, pero se conseguiría un cálculo más justo y que muchas personas desfavorecidas por el actual sistema de cálculo tuvieran una pensión más digna.

Un saludo a todos los pensionistas actuales y futuros, y gracias a 65YMÁS por ayudar a que todos estemos mejor informados en un asunto tan delicado como es la reforma de las pensiones.


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