Ignacio Buqueras y Bach: "El edadismo va a más en la sociedad por un problema de educación"

El envejecimiento de la población es una realidad "innegable" y "creciente" en España, que, lejos de ser únicamente un desafío, constituye "una conquista social importante". Así lo entiende el empresario y Presidente de la Fundación ADIPROPE, Ignacio Buqueras y Bach, quien también es miembro de las Reales Academias de Doctores de España, Europea de Doctores y de la Mar y de la Diplomacia del Reino de España. Además, es Presidente del Comité Ejecutivo del Homenaje Universal al Idioma Español y Presidente de Honor de la Fundación Independiente, ARHOE, de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

En una entrevista concedida a 65YMÁS, Buqueras, promotor, coordinador y coautor asimismo del libro Vejez Activa. Experiencia y saber al servicio de la sociedad (Almuzara, 2023), se muestra optimista con todas las oportunidades que trae consigo la transición demográfica, apuesta por aprovechar el talento y toda la experiencia de los sénior y llama a combatir el edadismo con una herramienta fundamental: la educación.

PREGUNTA: ¿Por qué podemos decir que el envejecimiento es una conquista social?

RESPUESTA: Es una realidad imparable. Para algunos es un problema. Pero para mí es una conquista social importante. Cada día somos más las personas mayores en condiciones de salud buena o razonable. En España, es el único sector de nuestra población que, tanto en números absolutos como relativos, está creciendo. Y para envejecer saludablemente es preciso crear un entorno social propicio y saber adaptarse a los cambios biológicos, psicológicos y socioeconómicos. Hay que saber optimizar las ayudas y los recursos que ofrece la sociedad. Y muchas personas mayores carecen a veces de información. Por eso, yo propongo en mi libro Vejez activa que la gente se asocie. 

P.: ¿Qué ventajas y oportunidades traen consigo las sociedades longevas? 

R.: Diría que, a nivel individual, disfrutar de una mayor libertad en la distribución de los tiempos. Una persona mayor, por ejemplo, yo mismo, que tengo 83 años, cuando estaba en edad de trabajar en una empresa, tenía unos tiempos más limitados. Ahora, se diluyen. Y aumentan, para poder realizar aquellos proyectos e ilusiones que en su momento uno no pudo hacer: nuevas responsabilidades familiares o sociales, mundo asociativo y solidario, etc. 

Y a nivel del conjunto de la sociedad, la ventaja es que todos se pueden enriquecer del cúmulo de actividades que el mayor ha desarrollado en su vida y que puede trasladar a las nuevas generaciones. Un aspecto, que considero de gran importancia.

P.: ¿Por qué es importante combatir el edadismo en la sociedad actual?

R.: Debemos luchar con contundencia contra el edadismo. Todos los días debemos hacer pedagogía para abrir los ojos a la ciudadanía contra la discriminación por temas de edad. El uso inadecuado del lenguaje y el trato con las personas son claramente representaciones de ello. Algunos lo asocian a una mala salud física y mental, al aislamiento social, a la inseguridad económica, a una menor calidad de vida y a la soledad. Y se vincula con la poca educación, uno de los defectos que ha tenido nuestra sociedad en estos últimos 40 años. Muchos de los problemas que hoy día estamos viviendo los españoles es por no tener formación en valores.

P.: ¿Cree que caminamos hacia una sociedad menos edadista?

R.- Lamentablemente, creo que vamos a más edadismo, por un tema de educación. Tendría que ser prioritario abordar este tema. 

P.- Por poner algún ejemplo. Uno de los edadismos, por desgracia, comunes, es el sanitario o el que se provoca con la brecha digital. ¿Cómo ve estas situaciones?

R.: Con preocupación. Y para este tema también considero que la educación es fundamental. Uno tiene que ir, sin lugar a dudas, al médico y tiene que atenderle. Y, en estos momentos, estamos viendo que muchos centros sanitarios están desbordados. Los ciudadanos les hemos pagado la carrera de medicina y cuando tienen el título se van a otros países porque están mejor considerados y mejor pagados. Es un tema importante, y sin lugar a dudas afecta a personas mayores, que, como es lógico, es más propicia a tener que ser atendida, cuidada. Por tanto, en este aspecto tenemos que hacer también un esfuerzo toda la sociedad. Además, hoy día, el mayor tiene enormes posibilidades de llegar a los 80, a los 90 y a los 100 años. Por tanto, hay que cuidar al máximo este aspecto.

P.: ¿Por qué son importantes la relaciones intergeneracionales?

R.: Todo lo que sea favorecer la convivencia, el diálogo y la proximidad deberían ser factores a desarrollar en nuestra sociedad. Por tanto, siempre he considerado y he defendido la importancia de una buena educación. Desde la escuela se debe ser sensible a este planteamiento. Lo considero la gran asignatura pendiente de estos últimos 40 años.

P.: ¿Por qué cree que se ha producido en los últimos tiempos una confrontación entre generaciones que se manifiesta sobre todo en las redes?

R.: Por la superficialidad. Hoy día, estamos en una cultura, podríamos decir, de la improvisación, de lo último. Cada noticia se come la anterior, aun siendo importante la primera. En cambio, hay otros temas que, indudablemente, tienen que profundizarse, como las relaciones intergeneracionales, que es importantísimo. 

P.: ¿Qué podemos hacer para que se cuente con el talento sénior? 

R.: Los medios de comunicación pueden realizar una gran labor en este aspecto. Y en los ayuntamientos yo considero que deberían tener un concejal sénior, con responsabilidades en el campo de las personas mayores. Y lo mismo tendría que ocurrir en las diferentes comunidades autónomas y en el Gobierno de España.

Además, se podría hacer una importante labor para que los centros de mayores no simplemente sean de acogida, sino que en ellos también se invite a dar a conocer sus experiencias que pueden ser interesantes para ellos y para la sociedad en general. En ese aspecto, yo considero que es deseable más relación intergeneracional, más diálogo y más utilización de las personas mayores.

P.: El voluntariado puede ser una manera de aprovechar este talento sénior.

R.: El voluntariado es fundamental. A las personas que, cuando se jubilan, dicen: "Bueno, ¿y ahora?, ¿qué voy a hacer?", se las puede encauzar para que hagan un voluntariado, que puede ser en los centros de mayores, o acompañando a personas con cáncer o con problemas de movilidad, por ejemplo. El voluntariado hay que potenciarlo. Es lo que se conoce como sociedad civil y debe incorporar a los mayores, para que puedan ponerles en valor y dar más utilidad a sus experiencias, así como abrir los ojos a las nuevas generaciones, porque aunque sea por su propio interés –acabarán siendo mayores– debe cuidar 

P.: Háblenos sobre la fundación que preside, ADIPROPE, ¿por qué es importante la difusión del Patrimonio Mundial de España?

R.: La fundación se crea para facilitar un mejor conocimiento, conservación, valoración, difusión y promoción del patrimonio mundial de España. Somos uno de los líderes mundiales con más reconocimientos por parte de la UNESCO. Y en concreto, nosotros participamos para lograr que Madrid tuviese una zona que fuese Patrimonio de la Humanidad, al ser una de las pocas capitales europeas que no tenía una. Hemos estado siete años colaborando con el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, para lo que se llama 'Paseo de la Luz' lo lograse –la zona de Paseo del Prado, Retiro, Museo Reina Sofía, Thyssen...–.

Además, consideramos que las personas mayores tenían que dar a conocer este patrimonio. Todos los españoles deberíamos estar orgullosos de él. Hemos firmado convenios de colaboración con CEOMA y con CEATE, para dar una formación específica para que puedan organizar cursos y conferencias en los que puedan abrir los ojos a la ciudadanía sobre estos temas.