Gloria Veiga: "El cambio hacia el reconocimiento de las mujeres sénior es una tendencia imparable"

"La mujer mayor, como la sociedad en general, ha experimentado cambios de todo tipo", así lo asegura Gloria Veiga Rodríguez, presidenta de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC) y miembro del Comité Asesor de 65YMÁS, en una entrevista a este diario con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo. En ella destaca que esta generación de mujeres "hemos sido pioneras en visibilizar que la mujer servía para algo más que para atender las necesidades domésticas, prácticamente en soledad". 

"Pertenezco a la generación en la que las mujeres universitarias eran escasas, como también las que compatibilizaban trabajo fuera y dentro del hogar", explica, algo que contrasta con la realidad de hoy en día, cuando las mujeres son mayoritarias en el ámbito de la formación. De hecho, el 44,7% de los estudiantes universitarios entre 25 y 64 años son mujeres, frente al 37,5% que representan los hombres, según datos de 2022 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Las mujeres concentraban también más de la mitad de los nuevos empleos en 2023, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que cerraba el año pasado con un nuevo máximo anual de 20.836.010 cotizantes, tras ganar 539.740 ocupados en el año (+2,7%), de los cuales el 55%, eran mujeres (297.079 afiliadas frente a los 242.661 afiliados). Con este aumento del 3,1%, la ocupación femenina cerraba el año en un nuevo máximo histórico de 9.856.258 mujeres cotizantes. 

Cabe destacar que, aun así, la brecha salarial entre hombres y mujeres ha aumentado por primera vez desde el año 2017, situándose en el 20%, según revelaba la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en la presentación de su informe anual de Brecha Salarial. Y que el desempleo sénior es mayoritariamente femenino, según datos de la Fundación Adecco, que detalla que de las 533.000 personas mayores de 55 años en desempleo al cierre de 2023, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el 56% eran mujeres. 

Ante estos datos, la presidenta de CONFEMAC considera que "ciertamente, la mujer ha pasado de ocupar únicamente el ámbito doméstico a inundar también las esferas públicas, adquiriendo un mayor peso y consideración".

Desea, así, que "ojalá todo aquello por lo que hemos luchado las mujeres séniors de hoy no quede en saco roto y que las mujeres más jóvenes recojan el testigo, permaneciendo en la lucha, porque: Pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla". 

¿Cómo han cambiado las mujeres sénior?

"Desde hace años estamos asistiendo a un envejecimiento de la población", apunta Gloria. Así lo reflejan datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), mostrando que España es un país envejecido desde el año 2000, cuando la tasa de envejecimiento se situó en 103,3%. Desde entonces ha aumentado rápidamente, alcanzando en 2023 un nuevo máximo histórico, del 137,5%, lo que significa que hay 137 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

Pero esto no es todo, y es que este envejecimiento de la población se da junto a "una mejora en la calidad de vida que permite vivir más años en mejores condiciones", explica la presidenta de CONFEMAC, afirmando que "las mujeres senior de hoy estamos llegando a esta etapa en mejores condiciones socioeconómicas y educativas que las de aquellas que nos han precedido, muestra del avance sustancial en la adquisición de habilidades que han contribuido a nuestra visibilidad". 

En este sentido, destaca que "uno de los principales hitos y motor de esa visibilidad es que hemos logrado la independencia legal y financiera, que sin duda nos ha permitido, de manera inequívoca, darnos libertad y poder de elección". 

"De manera sostenida y tenaz, hemos contribuido al cambio en los roles familiares, a su redefinición, y aunque nosotras no lo hayamos vivido, hemos intentado que nuestros hijos varones asuman roles más equitativos, también en términos de cuidados y responsabilidades domésticas. Hemos conseguido algunos avances en los roles de liderazgo, en una gran variedad de sectores, no solo políticos, sino también de negocios, educación, organizaciones sin ánimo de lucro, y de alguna manera hemos contribuido, y estamos contribuyendo, mucho más a la toma de decisiones a nivel institucional y social". 

Tras todos estos años de lucha, Gloria asegura que las mujeres sénior "seguimos participando en el activismo y en la defensa de los derechos de la mujer, abogando por cuestiones como la igualdad de género, la justicia social y la protección del medio ambiente. Sin olvidar que las mujeres mayores estamos prestando más atención que nuestras antecesoras a nuestro bienestar físico y mental, adoptando un enfoque proactivo en torno a la salud y a la calidad de vida tras la jubilación", añade. 

De hecho, el informe Los sénior, un colectivo injustamente olvidado por las marcas, realizado conjuntamente por 65YMÁS y la compañía de medición Comscore, en colaboración con la consultora Comunicas, revela que el perfil de los sénior ha cambiado y ahora consumen, están formados, conectados, viajan, salen, se preocupan por su salud y hacen deporte, a diferencia de muchos de los estereotipos que siguen imperando en la sociedad que dan una imagen distorsionada de la realidad de los sénior hoy en día, un colectivo que, además, es muy heterogéneo. 

A pesar de estos avances, Gloria señala que "todavía existen enormes desafíos" a los que se enfrentan "tanto las mujeres en general, como las más mayores en particular", entre los que destaca: la brecha salarial de género o los estereotipos estructurales, "que pueden afectar a la plena participación de las mujeres sénior en la sociedad"; la violencia de género, "para la que las mujeres mayores son doblemente vulnerables"; la soledad no deseada, "que afecta principalmente a mujeres mayores"; la discriminación en el empleo, "que inherentemente determina el tipo y cantidad de pensión en la vejez", junto a la brecha salarial mencionada; "la absorción de las mujeres mayores en relación a los cuidados"; y los estereotipos de género y edadistas, "que afectan a las mujeres limitando su liderazgo y reconocimiento a sus contribuciones". 

Por todo ello, "nos mantenemos en la lucha pero necesitamos que se sumen mujeres y hombres de todas las edades", añade. En cualquier caso, opina que "el cambio hacia una mayor igualdad y el reconocimiento de las mujeres mayores en la sociedad es una tendencia que ya es imparable". 

El valor del talento femenino sénior

Las mujeres mayores suelen tener que hacer frente a una doble discriminación, por edad y por género. En este sentido, desde CONFEMAC abogan por "crear conciencia sobre el problema de la discriminación por la edad y el género, y visibilizar los beneficios de la diversidad en todos los campos de la sociedad, incluido el valor del talento femenino sénior". 

En concreto, apuestan por "un cambio cultural en las entidades para que se fomente una cultura inclusiva, que celebre y acepte la diversidad en todas las etapas de la vida, implementando políticas de igualdad de oportunidades".

CONFEMAC acaba de estrenar su Plan de Igualdad en enero de 2024, "aunque desde hace años venimos corrigiendo cualquier tipo de desigualdad o discriminación por razón de sexo, integrando la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres como eje transversal en la totalidad de nuestros procedimientos de gestión", señalan, haciendo referencia a que "las entidades han de ser las primeras en enorgullecerse y destacar los logros de la mujer sénior en sus corporaciones. En lugar de ignorarlas, deben destacar sus contribuciones fomentando su participación en eventos, conferencias y actividades que aumenten su visibilidad", reclaman. 

No solo eso, también consideran que "sería interesante que se ofreciera a las mujeres en general y a la sénior en particular, más flexibilidad para equilibrar sus responsabilidades, sin obligarlas a renunciar a una parte de ellas, valorando los resultados y la productividad, en lugar de priorizar única y exclusivamente las horas de dedicación", así como "promover en las empresas programas de mentoría que conecten a mujeres sénior con líderes y empleados más jóvenes en su propio campo, y sobre todo facilitar el intercambio de conocimientos y experiencias entre generaciones en el lugar del trabajo". 

Las campañas de concienciación y un nuevo enfoque de los medios de comunicación es algo que también hace falta, apunta Gloria, lo cual ayudaría "a la transformación de los estereotipos de género y de edad promoviendo narrativas positivas que destaquen la diversidad de experiencias y las contribuciones de las mujeres mayores", así como a "cambiar la mentalidad cerrada respecto al talento femenino sénior, fomentando un entorno más inclusivo y valorando el papel de las mujeres a lo largo de toda su carrera profesional". 

"Las mujeres sénior, al igual que sus homólogos masculinos, tienen una rica variedad de experiencias, habilidades y conocimientos que pueden aportar significativamente a la sociedad. Tenemos experiencia y sabiduría acumuladas a lo largo de décadas, que pueden servir a nuevas generaciones. Somos la memoria de la sociedad", resalta, poniendo el foco en este sentido en el voluntariado, el cual estima que "puede y debe ser una de nuestras actividades principales".

De hecho, explica que CONFEMAC "se nutre de personal voluntario, que en un 80% son mujeres que desempeñan un papel primordial en la comunidad, implicándose en las causas sociales, que contribuyen al bienestar general". 

"Nuestra generación ha experimentado cambios sociales y políticos, y por tanto una enorme capacidad para adaptarse a ellos, por lo que debemos ser un activo valioso en estos tiempos de transformación social, económica o tecnológica", subraya. Y reconocer y valorar estas contribuciones no solo "enriquece a la sociedad en general", asegura, sino que "también desafía los estereotipos de edad y género, promoviendo un ambiente más inclusivo y equitativo, es decir, la diversidad de perspectivas y habilidad que las mujeres sénior aportan es esencial para contribuir a una sociedad más resiliente y vibrante". 

"Abordar estas dificultades requiere esfuerzos continuos para cambiar percepciones, eliminar sesgos, promover la igualdad de oportunidades y garantizar que las políticas y prácticas en todos los ámbitos de la sociedad sean inclusivas y equitativas para la mujer sénior", finaliza.