Economía

La 'obligación' de cuidar a otros pone en riesgo la carrera y la pensión de las mujeres sénior

Pepa Montero

Foto: BigStock

Miércoles 8 de marzo de 2023

ACTUALIZADO : Miércoles 8 de marzo de 2023 a las 11:07 H

19 minutos

Usan más la jornada parcial y permisos sin sueldo, lo que penaliza su futuro laboral y de jubiladas

8-M: la 'obligación' de cuidar a otros pone en riesgo la carrera y la pensión de las mujeres sénior
Pepa Montero

Foto: BigStock

Miércoles 8 de marzo de 2023

19 minutos

Brecha salarial: 1,5 millones de mujeres no buscan empleo porque tienen que cuidar a otros

Las mujeres ganan 4.700 euros menos al año que los hombres: sufren una brecha salarial del 21%

Escrivá plantea un alza extra del complemento de brecha de género y mejorar lagunas de cotización

 

El Consejo de Ministros acaba de apobar el Anteproyecto de Ley Orgánica de Representación Paritaria de Mujeres y Hombres en los Órganos de Decisión, que obligará a las empresas a tener al menos un 40% de mujeres en la dirección, siempre que se trate de compañías que coticen en bolsa y empresas de interés público, con más de 250 empleados y 50 millones de euros de volumen de negocio anual, así como en órganos gubernamentales. 

Con esta medida, aprobada el día antes de que se celebre, este miércoles, 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, el Ejecutivo pretende acelerar la paridad en el mundo empresarial y en el ámbito público, con el objetivo de reducir la brecha salarial, puesto que, pese a los avances en los últimos años, ellas ganan unos 4.700 euros menos anuales que ellos, lo que significa que padecen una brecha del 21%, según el último informe de CCOO.

El desigual reparto del empleo (más contratos temporales, a tiempo parcial, carreras más cortas) y en sectores feminizados, de bajo valor añadido, junto con la maternidad, penaliza a las mujeres en su sueldo y su progresión laboral. Una situación que, en el caso de las trabajadoras sénior, se agrava por la obligación, ya sea insoslayable o autoimpuesta, de ocuparse de las personas mayores o dependientes de la familia, lo que amenaza su carrera, su futuro económico y su pensión.

Uno de los problemas endémicos de la mujer trabajadora es la gran brecha de sueldo que padece, precisamente, una de las reivindicaciones de este 8-M en las manifestaciones que celebran en España.

Para María Romero, socia-directora de Economía en AFI (@Afi_es), "es evidente que el techo de cristal sigue siendo un problema, aunque la brecha se ha ido estrechando en los últimos años, quizá por efecto de las cuotas que ya existían, y que con la norma aprobada este martes se refuerzan. No sabemos si imponer cuotas es la mejor solución, pero desde luego, existe un problema, un fallo de mercado, que justificaría la intervención del órgano público, para intentar solventarlo".

Romero critica asimismo la "presión social que sufre la mujer para dedicarse a los cuidados, tanto de menores como de mayores, ascendientes y descendientes. Eso amenaza la carrera profesional y la pensión. De hecho, existe un complemento de pensión para intentar corregir esa brecha en la pensión pública, pero como consecuencia de una brecha en el mercado laboral en el pasado. Con la maternidad, muchas veces vienen las excedencias para el cuidado de menores o el abandono temporal del empleo. Esto abre una laguna de cotización importante, que no se cubre lo suficiente cuando se calcula la pensión pública por jubilación. Y de ahí surge una brecha importante, que se podría mantener a futuro, dada la falta de corresponsabilidad en los cuidados y que esas excedencias todavía siguen siendo un fenómeno eminentemente femenino".

Renunciar a trabajar para cuidar a otros

bigstock cuidado de mayores

 Dos estudios recién publicados por los sindicatos UGT y CCOO ahondan en el pasado fardo que los cuidados suponen para el desarrollo profesional de la mujer. 

Tal como indica UGT (@UGT_Comunica) en su informe Unidas ganamos todas, las mujeres son mayoría entre la población inactiva en España, y una de las principales causas es la dedicación a las labores del hogar, entre las que se incluye el cuidado familiar. Suponen un 87,71% de la población inactiva por este motivo. Además, este estudio concluye que "la segregación profesional se manifiesta en los sectores económicos y en los tipos de ocupación. El sector servicios aglutina el 88,65% de la ocupación femenina mientras en la industria, la construcción o la agricultura su presencia es minoritaria. Asimismo, el 73,91% del empleo a tiempo parcial es desempeñado por mujeres, frente al 26,09% de los hombres".

Por lo que se refiere a la brecha salarial, la investigación de UGT denuncia que "sigue siendo muy elevada (el 18,7%), aunque se ha reducido el 0,78% con respecto al año anterior", y otro problema para del desempeño profesional femenino es que "los permisos no retribuidos continúan siendo solicitados mayoritariamente por mujeres".

Otro informe, esta vez de CCOO (@CCOO), argumenta que la brecha salarial se explica, entre otros factores, por la gran desigualdad que sufren en la composición del empleo, puesto que "las mujeres se insertan laboralmente con peores condiciones (contratos temporales, jornadas a tiempo parcial, falta de promoción, carreras profesionales cortas, penalización de las tareas de cuidados, de la maternidad… ) y en ocupaciones/sectores feminizados, de bajo valor añadido y de cuidados, con salarios bajos", según constata el informe Cuidados sin brecha del sindicato.

Según CCOO, "la brecha de salarios y la mayor dedicación de la mujer a tareas de cuidados acaba provocando mayor desigualdad, lo que a su vez conduce, a la hora de jubilarse, a cobrar pensiones medias mucho más bajas que las de sus colegas masculinos". De hecho, el informe revela que 1.488.500 mujeres no están buscando empleo porque tienen que cuidar, al tiempo que son denominadas como personas inactivas, “cuando están en sus casas haciendo un trabajo de inmenso valor”.

Peor acceso a la jubilación 

bigstock trabajadora oficina graficos

También Eva Blázquez  (@emblazq), catedrática acreditada de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad Carlos III, insiste en la amenaza que para la mujer sénior representa el alterar su trabajo por la exigencia de los cuidados familiares. "Está regulada la reducción de jornada por cuidado de hijos, la conciliación y esas cuestiones, pero no nos damos cuenta de que, cuando las mujeres llegan a cierta edad y ya han terminado con la crianza de los hijos, aparecen los problemas de la atención de los mayores en nuestra sociedad envejecida. Y suelen ser las trabajadoras sénior quienes asumen esas tareas, casi siempre haciendo malabares con el tiempo, poniendo en riesgo su promoción, ascensos, viéndose obligadas a pedir reducción de jornada, e incluso dejar de trabajar".

Para esta experta en Derecho laboral, "es urgente regular los derechos, permisos o adaptaciones de jornada para quienes cuidan a familiares mayores de 12 años. Además, la mujer sufre el problema añadido de que, al ir arrastrando peores trayectorias de entradas y salidas del mercado laboral por temas de cuidados, maternidad, etc, con más épocas de desempleo, las cotizaciones son peores que las de los hombres y tienen más complicado entrar a la jubilación. Y, por descontado, les es más complicado completar los 33 años para acceder a la jubilación anticipada".

Blázquez hace hincapié en que la mujer experimenta una doble discriminación, por el hecho de ser mujer (hijos, cuidados, etc) y por ser mayor, "y solo hay que ver la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que acepta que los mayores de 60 años tengan una menor indemnización en un ERE, para constatar esta discriminación.  Por si fuera poco, como la mujer gana menor sueldo que el hombre, a la empresa le sale más barato despedirla en un proceso de regulación de empleo".

Cuidados profesionalizados de impulso público

A juicio de Olimpia del Águila, jefa del Área de Seguridad Social e Igualdad de la CEOE (@CEOE_ES), se habla muy poco de cómo impactan los cuidados en las mujeres a partir de las décadas de los 50-60 años, cuando "volvemos a tener una enorme presión social, que es la de cuidar a nuestros mayores. En un momento en el que ya hemos criado a los hijos, hemos vuelto a tener posibilidades de promocionar en el trabajo... nos enfrentamos a la obligación de los cuidados familiares. Un fuerte impacto que debemos empezar a evaluar".

Del Águila cree imprescindible el desarrollo de unas prestaciones de dependencia desde la profesionalización, y que se logre que no haya listas de espera. "Y no puede haber una deriva de responsabilidad hacia la empresa. La solución no es diseñar una estructura de permisos, excedencias, reducciones de jornadas, porque eso se reflejará en la brecha salarial y fortalecerá los sesgos de género, la mujer cuidadora. Lo que debemos reivindicar son cuidados profesionalizados y, desde luego, dentro de un impulso de política pública".

bigstock ayuda profesional dependencia

Según la responsable de Seguridad Social de CEOE, "si no articulamos un buen sistema de cuidados de larga duración, la mujer sufrirá el impacto en el salario, porque no tendrá más remedio que pedir reducción de jornada, y aparecerán los estigmas, por ejemplo, que las mujeres no hemos logrado la igualdad retributiva en las empresas, como si eso germinara dentro del centro del trabajo, cuando no es así; la culpa es de esos otros factores sociales externos al mundo laboral".

Maternidad elegida, ¿cuidados obligatorios?

Arancha Jiménez, directora de Operaciones de la Fundación Adecco (@adecco_fundac), certifica que, en el caso de las mujeres, a partir de los 55 años, se enfrentan a dificultades a la hora de buscar un empleo, a pesar de que tengan experiencias laborales más recientes y no tener que afrontar los estigmas que acompañan a la mujer durante toda su vida profesional. "Uno de ellos, el de la maternidad, desaparece gradualmente con la edad, pero otros prejuicios relacionados con la conciliación y el cuidado del hogar se mantienen durante toda su vida activa, siendo normalmente ellas las primeras que se retiran del mercado cuando la situación familiar lo requiere".

Jiménez detalla que en 2022 "se contabilizaban en España 1.928.500 mujeres mayores de 55 años inactivas por labores del hogar, cifra diez veces superior a la de los hombres (190.000). Dicha circunstancia se refleja en parámetros como la tasa de actividad: la de los hombres sénior se sitúa en el 51,3%, nueve puntos porcentuales por encima de la tasa femenina (42,1%)", según refleja el informe Empleo para todas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral, recientemente publicado por Fundación Adecco.

En este complicado panorama, las soluciones para mejorar deben proceder de las empresas y desde el ámbito público, tal como apunta Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE (@fmapfre). "Hay que buscar la combinación entre las políticas que diversas empresas ya están poniendo en marcha para optimizar la gestión de sus trabajadores mayores y retener el talento sénior, y las medidas de discriminación positiva que los gobiernos, entre ellos el español de forma destacada, vienen impulsando para acabar con la brecha de género (en las plantillas , en los equipos directivos, en los órganos de administración,…). Ahora bien, las medidas orientadas a la aplicación de cuotas, cuando superan cierto nivel, pueden poner en cuestión la capacidad o el mérito de las trabajadoras y directivas, y entrar en el terreno de la discriminación del género masculino".

Fernández Palacios afirma que, en términos generales, las mujeres están todavía en peor situación laboral que los hombres. Sin embargo, la evolución hacia la equiparación entre ambos sexos está siendo positiva, al tiempo que aumenta la presencia de las primeras en la actividad productiva. "Según recoge el II Mapa del Talento Sénior, elaborado por el C.I. Ageingnomics de Fundación Mapfre, entre 2008 y 2020 se incorporaron a la población activa sénior (mayores de 55 años) en España 995.100 mujeres por 649.200 hombres; ello supuso un crecimiento del 110,2% en aquellas frente a un 40% en los varones. Como corolario de lo anterior, en 2020 el porcentaje de población empleada sénior se distribuyó en un 55% para los varones y un 45% para las mujeres. Por último, la tasa de desempleo de las mujeres de la generación sénior en España se mantiene entre unas décimas y 2,5 puntos porcentuales, dependiendo del tramo de edad elegido, por encima de la de los hombres. Ello tras haber crecido en el periodo 2008-2020 más el desempleo femenino que el masculino".

Altos cargos: aún una rareza entre mujeres sénior

Tan solo hay tres mujeres que ostenten el máximo poder de decisión en las principales empresas de España, según pone de manifiesto el informe Las mujeres en los consejos de las empresas cotizadas, elaborado por la escuela de negocios IESE y Atrevia. Son Ana Botín (presidenta de Santander), Marta Ortega (presidenta de Inditex) y Beatriz Corredor (presidenta de Redeia), las únicas que presiden un grupo del IBEX-35, al tiempo que la existe una sola consejera delegada, María Dolores Dancausa, en Bankinter. Un pobre balance para la mujer, en general, y para las sénior, en particular. 

Las carencias siguen siendo evidentes, tal como han advertido Núria Chinchilla, profesora del IESE, y Asun Soriano, consejera delegada de Atrevia España, en la presentación de este informe anual. "Es vital que haya empresas posicionadas como referentes en la adopción de políticas igualitarias, no solo en la alta dirección sino en sus equipos al completo, para que otras organizaciones puedan tomarlas como ejemplo de buenas prácticas", subraya Soriano, al tiempo que Chinchilla resalta que el futuro viene condicionado por tres ''efes'' indispensables: ''Familia, Flexibilidad y Feminidad'', tres conceptos vinculados ''no solo a la mujer, sino a la idea global de la sociedad más justa y responsable que queremos conseguir''.

bigstock directiva reunion

Otro estudio, recién publicado por la Fundación Personas y Empresa, denuncia que solo el 35% de los cargos de alta dirección estaban ocupados por mujeres en 2022, frente al 65,1% de los hombres, tal y como recoge su VI Edición del Observatorio de la Mujer Trabajadora, que muestra además que el mayor porcentaje de directivas corresponde a las generaciones menores de 30 años y están, por tanto, casi vedados a las sénior.

Este Observatorio refleja, asimismo, que las mujeres presentan un porcentaje de ocupación a tiempo parcial muy superior (21,4% frente al 6,4%), siendo los principales motivos no encontrar trabajo a tiempo completo y por el cuidado de hijos u otros familiares. De hecho, el estudio refleja que la mayoría de las excedencias, tanto para el cuidado de menores y familiares, son concedidas a mujeres. La población ocupada de mujeres está 7,2 puntos por debajo de la de hombres (46,4% respecto al 53,6%). En este sentido, tanto la tasa de actividad como la tasa de paro reflejan la situación desfavorable de la mujer en el empleo. Del total de población parada, el 54% son mujeres. El informe pone de manifiesto que "queda camino por recorrer en la contratación, las excedencias y la brecha salarial".

Con la edad, se agrava el paro femenino

Aunque las estadísticas oficiales y los informes señalan un ligero cierre de la brecha salarial y laboral de la mujer, respecto al hombre, todavía falta bastante para que las cifras de unas y otros se acerquen a la paridad. 

Según costata un informe de Generación Savia (@GeneracionSavia), el paro azota en mayor medida a los trabajadores sénior, y en particular, a las mujeres a partir de una determinada edad. "Del total de parados mayores de 50 años en 2022, las mujeres suman 493.300, frente a los 401.800 hombres. Destaca, entre los sénior mayores de 50, el nivel de desempleo femenino, que representa el 55,1% del total del colectivo, frente al 44,9% de los hombres".

paro mayores 50, generacion savia

Desde Generación Savia insisten en que los últimos datos recogidos por la Encuesta de Población Activa visibilizan una tasa de paro general del 12,87%, lo que significa un ligero descenso del desempleo (en 2021 se situaba en el 13,3%). No obstante, los mayores de 50 años en desempleo eran 895.100 personas en 2022, lo que representa el 29,59% del total de desempleados.

Otro problema añadido que soportan las mujeres trabajadoras a partir de 50-55 años es que les afecta más el paro de larga duración, tanto en comparación con los hombres como con las mujeres más jóvenes, tal como resalta el informe de Fundación Adecco antes mencionado.

paro larga duracion mujeres mayores 55
Fuente: Fundación Adecco

 

Algunas cifras son ilustrativas, como que las mujeres desempleadas de larga duración superan en un 26% a los hombres en la misma situación. Una discriminación que se agrava con la edad, puesto que los datos del Instituto Nacional de Estadística señalan que "un 62,7% de las desempleadas mayores de 55 años son paradas de larga duración, frente al 44% del resto de las mujeres, lo que supone una diferencia porcentual de casi 20 puntos. La edad se sitúa, por tanto, como un factor determinante en la cronificación del desempleo", hace hincapié este informe, además de denunciar que "se mantienen los prejuicios y estereotipos, en este caso doble (mujer y mayor), que las alejan de las demandas actuales de las empresas".

"Para las mujeres en riesgo de exclusión social, salir de una situación de desempleo puede convertirse en un reto a largo plazo. Es habitual que su búsqueda de un puesto de trabajo se alargue en el tiempo, disminuyendo así su autoestima y sus condiciones económicas para salir adelante, al tiempo que aumentan los prejuicios de las empresas a la hora de contratarlas", hace hincapié Fundación Adecco en su estudio Empleo para todas.

Cuidados, el sector más feminizado

El sector de los cuidados es probablemente el sector más feminizado hoy en día, "ya sea por mujeres que se dedican a cuidar de familiares o por mujeres que se dedican a ello profesionalmente, tanto en instituciones sociales como en el servicio de atención domiciliaria (SAD). Actualmente, más de un 85% de los empleados del sector de los cuidados son mujeres, situación que se repite en otros sectores como por ejemplo el servicio doméstico, sector en el que predomina la palabra empleada del hogar, dado el gran porcentaje de mujeres que trabajan en él", explica Aurelio López-Barajas, CEO de Supercuidadores (@SUPERCUIDADORES).

Tanto en España como en la Unión Europea, el sector sanitario tiene una gran presencia de mujeres, ya que más del 75% de los empleados de este sector son mujeres, aunque la labor de cuidar es una labor que compete tanto a hombres como a mujeres.

Las estadísticas reflejan que en España, alrededor de dos millones de personas trabajan en el sector sanitario y asistencial, encontrando en el primero de ellos a médicos, enfermeros, fisioterapeutas… y en el segundo, es decir, en el sector asistencial y de los cuidados, a auxiliares de ayuda a domicilio, a personal en residencias, centros de día, empresas de teleasistencia, etc. Todas estas personas representan alrededor del 10% del total de personas empleadas en España, según López-Barajas. "A este gran número de personas, hay que sumarle quienes son cuidadoras familiares o trabajan en el sector de los cuidados (cerca de unos tres millones de personas) de manera informal, es decir, sin alta en la Seguridad social. Por lo tanto, podríamos estimar que más del 20% de la población española se dedica al sector de los cuidados", argumenta el CEO de Supercuidadores.

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

… saber más sobre el autor