Sociedad
Descubren cómo calmar a las neuronas transmisoras del dolor crónico
Se podría hacer utilizando una "morfina" que ellas mismas producen
El dolor crónico es, como su propio nombre indica, el que persiste durante más de tres meses, y se repite con intermitencia a lo largo de los meses o incluso años. Ahora, una investigación internacional, liderada por la Universidad de Granada (departamento de Farmacología e Instituto de Neurociencias, Centro de Investigación Biomédica e ibs.Granada), en colaboración con el Instituto Teófilo Hernando de I+D del Medicamento, el Instituto Cajal (CSIC) y la Universidad de Harvard, ha descubierto cómo calmar a las neuronas que se encargan de transmitir este dolor.
El hallazgo se ha publicado en la revista British Journal of Pharmacology, y asegura que se podría hacer utilizando una "morfina" que ellas mismas producen, y desarrollar así nuevos medicamentos que ayuden a tratar esta dolencia.
Los autores principales del grupo de investigación son Enrique J. Cobos del Moral y Mari Carmen Ruiz Cantero, y como ellos mismos explican en una nota de prensa publicada por la Universidad, el dolor crónico produce "sustancias químicas que estimulan a los nociceptores (neuronas sensoriales), los cuales se sensibilizan y amplifican en gran medida su actividad. Esto hace que cuando reciben un estímulo sensorial, aunque no sea muy intenso (como puede ser una leve presión en la piel), estas neuronas transmitan la sensación de dolor".
La endomorfina-2
La clave está en que parte de estos nociceptores también son capaces de producir una sustancia que tiene los mismos efectos que la morfina, y que se llama endomorfina-2.
Al parecer, si se bloquea una pequeña proteína llamada receptor sigma-1, el efecto de la endomorfina-2 podría aumentar su presencia, y por lo tanto, aliviar el dolor.
De esta manera queda abierta una nueva vía para desarrollar nuevos medicamentos que ayuden a aliviar el dolor crónico: “La inhibición del receptor sigma-1 podría ser de gran interés para incrementar los mecanismos endógenos de alivio del dolor, y así tratar de manera más eficaz el dolor crónico mediante un mecanismo novedoso”, aseguran los investigadores de Granada.
