¿Por qué la Atención Primaria está saturada? Un nuevo estudio revela las causas

Un nuevo informe del Proyecto Venturi, titulado 'Factores determinantes de la actividad en Atención Primaria (medicina de familia)', señala que el volumen de actividad asistencial en AP no depende exclusivamente del envejecimiento de la población o del crecimiento demográfico, sino que se deben tener en cuenta otros puntos como la demanda inmediata de los pacientes.

El documento resalta que la Atención Primaria asume cada vez más una demanda más inmediata, marcada por un acceso espontáneo y la presión de la cronicidad, en un contexto donde la población es más urbana, tiene mayores niveles de renta y estudios, y busca soluciones complementarias entre la sanidad pública y la privada.

Este nuevo informe del Proyecto Venturi da continuidad al trabajo previo sobre las dinámicas de la demanda asistencial, y centra ahora el análisis en comprender mejor la actividad realmente registrada en Atención Primaria. En esta ocasión, el estudio se orienta a identificar y explicar los factores que determinan el volumen de actividad que asumen los equipos de medicina de familia.

El informe constata una tendencia clara: la actividad urgente crece con más rapidez que la ordinaria, lo que refleja una transformación en los patrones de utilización del sistema. "La población por sí sola no explica la actividad. Hay que analizar también cómo evoluciona el número de profesionales, la forma de prestar la atención, los hábitos sociales y el papel creciente del aseguramiento privado", ha explicado el director del Proyecto Venturi, Antonio Burgueño.

Al igual que ya se señalaba en el informe anterior, planificar únicamente en base al número de tarjetas sanitarias o al envejecimiento poblacional conduce a "errores estratégicos". En el nuevo estudio, se confirma que la actividad está influida por una combinación de factores sociodemográficos, organizativos, clínicos y estructurales. Entre ellos destacan el tipo de casos atendidos, el grado de ruralidad, la penetración de la sanidad privada y el propio número de profesionales disponibles.

Uno de los hallazgos más relevantes del informe es la baja correlación entre el número de profesionales y la actividad registrada. Esto sugiere que, actualmente, no existe una correspondencia sistemática entre recursos humanos y volumen asistencial.

Para los autores, el reto es alinear de forma coherente el dimensionamiento de las plantillas con la carga real de trabajo, lo que exige modelos de planificación más "afinados y dinámicos". Además, se reitera un hallazgo clave del informe previo: la mayoría de los casos asistenciales no son nuevos, sino que corresponden a procesos en seguimiento o no resueltos de años anteriores, lo que obliga a incorporar esta realidad en la lógica de asignación de recursos.