Llegan los primeros bombones sin lactosa al supermercado

Las personas con intolerancia a la lactosa siempre han tenido una cuenta pendiente con el chocolate. Su principal ingrediente, el cacao, no contiene este carbohidrato pero, dado que este fruto es muy amargo, para su consumo humano se ha popularizado su mezcla con azúcar y con leche. Y con este último ingrediente es donde los intolerantes a la lactosa han tenido que decir que no a uno de los placeres culinarios más universales: al chocolate.

Sin embargo, cada día son más habituales los productos sin lactosa que podemos encontrar en nuestro supermercado. Y el último son los bombones sin lactosa que ha lanzado la marca española Trapa. En concreto son sus famosos Cortados, pero ahora sin lactosa, únicos en el mercado y que se presentan en un estuche con doce bombones.

Con este nuevo producto, además, los celiacos también están de enhorabuena puesto que están libres de gluten. Trapa ha aprovechado y en su receta igualmente ha eliminado el tan controvertido aceite de palma.

La caja de bombones Trapa Cortados Sin Lactosa, de 110 gramos, tiene un precio de venta de 3.80€ y contiene tanto piezas con praliné de cacao y leche sin lactosa como cortados con almendras. Eso sí, debemos recordar que no deja de ser un dulce que tiene un alto valor calórico (572 kcal por cada 100 gramos de producto).

Los orígenes de Trapa se remontan al año 1891, cuando un grupo de monjes se instala en el monasterio trapense de Palencia e inauguran la primera fábrica de chocolate. En 1960 venden la fábrica y cuatro años más tarde, en 1964, nace la Sociedad Chocolates Trapa. Los años 80 la compañía es comprada por el Grupo Rumasa, propiedad de la mediática familia Ruíz-Mateos. Ya en 2013, tras sumirse en un concurso de acreedores, Trapa es adquirida por el Grupo Europraliné, propiedad de la familia palentina Fernández Calvo, que amplía sus instalaciones.