¿Tienes freidora? Te contamos cómo limpiarla para que quede perfecta

Preparar un pescadito frito, unas croquetas, hacer una patatas bravas o esos nuggets que tanto gustan a los más pequeños, es una solución para una cena, un acompañamiento o un aperitivo, pero sabemos que lo que va a venir después será un calvario por la suciedad que genera freír en casa: salpicaduras, grasa, olores y, sobre todo, la dificultad para retirar los restos de la sartén y su rejilla.

En este sentido, el uso de una freidora eléctrica es una gran ayuda pues limita mucho la superficie a limpiar respecto a freír en una sartén. No obstante, las freidoras también necesitan una limpieza profunda periódica para tener todas las garantías de seguridad, tanto en lo que se refiere a la formación de agentes patógenos, como al buen funcionamiento del aparato. Además, hay que tener en cuenta que una freidora limpia hará que se conserve el sabor de los alimentos que cocinemos en ella.

Sin embargo, no siempre sabemos cómo conservar el aceite para que podamos reutilizarlo (se tiene que dejar que coja temperatura ambiente y después colarlo para retirar las impurezas), ni cómo limpiar a fondo la freidora.

Aquí te dejo algunos consejos y trucos para tener siempre la freidora a punto, tanto si tienes lavavajillas como si has de limpiar a mano.

A mano

Una manera rápida y fácil consiste en utilizar un trapo de cocina, una esponja o estropajo limpio o papel absorbente y unos guantes (opcional). También necesitarás vinagre o detergente líquido y una brocha o escobilla de silicona. Estos son los pasos que seguir:

• Retira el aceite de la freidora. Ha de estar apagada y con el aceite a temperatura ambiente, cuidado que no esté caliente, podrías quemarte. Entendemos que este aceite ya tiene algunos usos por lo que será necesario deshacerte de él. Para ello, puedes depositarlo en un bidoncito o botella de cristal y llevarlo a un punto de reciclaje. Si aun puedes darle algunos usos, deberás colarlo para retirar las impurezas.
• Con el papel absorbente retira los restos o posos que hayan quedado en la cubeta de la freidora.
• Añade agua caliente con detergente y hierbe el agua durante unos 10 minutos.
• Retira el agua y limpia la cubeta. Puedes utilizar la esponja o una brocha de goma
• Enjuaga bien la cubeta una cuantas veces con agua caliente y finalmente haz un aclarado. Sécala bien con una papel absorbente.
• Finalmente, limpia todo el exterior del cuerpo de la freidora con un paño húmedo e igualmente seca con papel absorbente.

Con lavavajillas

Para limpiar la freidora con la ayuda del lavavajillas necesitarás vinagre, una bayeta de microfibra, papel absorbente y, por supuesto, el lavavajillas. Puedes hacerlo de la siguiente manera:

• Extrae todo el aceite de la freidora y, como en el caso anterior, cuélalo, si aun puedes darle unos usos más, o llévalo a un punto de reciclaje. El proceso es el mismo, siempre con el aceite a temperatura ambiente.
• Retira los restos del fondo de la cubeta con papel absorbente.
• Desmonta la canastilla y métela en el lavavajillas. Una vez finalizado el programa sécala bien. Para asegurarte de que no quedará nada de grasa puedes poner la cubeta y la cesta 10 minutos en agua caliente con detergente o vinagre. De esta manera la grasa ya estará más blanda y se desprenderá más fácilmente en el lavado del lavavajillas.
• Limpia igualmente la parte exterior de la freidora con una bayeta húmeda con agua caliente y un poco de detergente anti grasa.

El lavavajillas no evitará que tengas que limpiar la freidora por fuera, pero te ahorrará tiempo y trabajo.