Cómo hacer un test de ADN para saber el origen de tus antepasados

El interés y la curiosidad que genera conocer el origen y la identidad de los antepasados siempre ha estado presente, sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías, esta información se ha vuelto más accesible que nunca. Sobre todo, tras la aparición de los ya célebres test de ADN, que determinan la ascendencia étnica de tus familiares más lejanos. Así, aquel que lo adquiera podrá descubrir si su parentela procede de su país de origen o, por el contrario, tiene sangre extranjera.

Actualmente, y debido a la avalancha de solicitudes que reciben, más de una veintena de empresas se dedican a rastrear el ADN de los usuarios, además de revelar la consanguinidad entre aquellos que han recurrido a la misma tecnología y que, hasta ese momento, no tenían relación alguna. Por lo tanto, no solo puedes descubrir el auténtico origen de tus antepasados, sino también conocer familiares lejanos que ni siquiera sabías que existían. De hecho, cuantas más personas se hagan el test, más precisos serán los resultados.

¿Cómo funcionan los test de ADN?

Antes de nada, debes escoger la empresa especializada que más te guste, todas suelen ser similares y ofrecen los mismos resultados. Cuando hayas hecho tu elección, deberás solicitar el envío del kit de extracción de ADN, que recibirás en tu domicilio y que suele estar compuesto por uno o varios tubos de ensayo, donde deberás guardar una muestra de saliva. 

El siguiente paso será enviar el kit correspondiente a la dirección indicada a través de correo postal, donde analizarán las pruebas y obtendrán un resultado. Este puede durar varias semanas, así que la paciencia será un gran aliado durante el proceso. Además, no esperes recibirlos en persona, estos suelen enviarse por correo electrónico, aunque depende de la empresa.

¿Es una prueba fiable?

Aunque muchos expertos dudan de su eficacia y precisión, otros simplemente abren los ojos a los usuarios sobre la información que realmente van a recibir con su test de ADN. Muchas personas recurren a ellos pensando que conocerán la identidad de sus antepasados, sin embargo, la mayoría únicamente aportan un informe de etnicidad, que pone de manifiesto las características genéticas que compartes con los descendientes de tus antepasados.

Es decir, no compara tu ADN con el de las personas que vivieron hace cientos de años, sino con el de los que aún están vivos. Y no solo eso, también reduce el rango de actuación a aquellos que han utilizado dicho sistema, lo que acota sobremanera los resultados. Por lo tanto, si quieres probar suerte con este tipo de test, primero debes ser consciente de los datos que van a aportar, para luego no llevarte una desilusión.