¿Por qué comemos más cuando estamos cansados?

Después de una dura semana de trabajo, un fin de semana sin parar o una noche de insomnio, es muy probable que nuestro apetito aumente y deseemos comernos una hamburguesa, una pizza, helados, etc. Pero ¿a qué se debe?

La falta de sueño está muy relacionada con los hábitos saludables de nuestro día a día y afecta a lo metabólico y emocional.

Dormir poco aumenta nuestro apetito

Respecto a esta afirmación hay diferentes estudios.

Algunos apuntan a que la falta de sueño podría activar el sistema endocannabinoide haciendo que comamos incluso cuando no tenemos hambre, especialmente alimentos dulces y grasos.

Por su parte, según un estudio del King College de Londres, no dormir lo suficiente provocaría que ciertas personas coman hasta 385 calorías extras al día.

Igualmente, hay otros estudios que señalan que la falta de sueño en realidad aumenta la sensibilidad del cerebro a los olores de los alimentos y por lo tanto nos apetece comer todo.  

Fuerza de voluntad

Dormir menos horas de las necesarias afectaría al control de nuestro metabolismo, del mismo modo que repercute sobre nuestras emociones durante el día, lo cual afecta a nuestra toma de decisiones y fuerza de voluntad, aumentando las posibilidades de hacer malas elecciones a la hora de comer.

Cuanto más cansado estamos más anulada está nuestra capacidad de tomar decisiones y nuestra fuerza de voluntad y, por lo tanto, cuando se activa nuestro sistema endocannabinoide que nos despierta las ganas de comer, es bastante complicado controlarlo.

Consejos para controlar la ingesta excesiva de comida

Cuando estamos cansados y con mayor apetito y somos incapaces de controlar nuestra ‘gula’, los expertos recomiendan seguir algunos consejos.

• Organizar las comidas por las mañanas: por las mañanas, cuando estamos más despejados y menos cansados, tenemos más fuerza de voluntad para tomar decisiones y controlar los impulsos de nuestro cerebro. Por ello, los expertos recomiendan que sea a primera hora de la mañana cuando organicemos las comidas, ya que tendremos más fuerza de voluntad para seleccionar aquello que es más saludable.
• Planificar las comidas semanales: del mismo modo, a primera hora de la mañana es buen momento para planificar las comidas de toda la semana y evitar tomar decisiones espontáneas que requieran de fuerza de voluntad, la cual nos faltará según avance el día y la semana, que estaremos más cansados.
• Desconectar y respirar: cuando nos encontremos cansado y vayamos a comer son control, lo recomendable es retirarnos durante unos minutos y respirar profundamente. A continuación, los expertos recomiendan coger un papel y describir qué vamos a comer, cómo nos vamos a sentir después de ingerirlo y qué alternativas saludables existen. Se trata de una forma de ayudar a nuestro cerebro a controlar los impulsos.