Pensiones

El Gobierno apunta a la brecha de género y el envejecimiento como principales problemas en pensiones

Raúl Arias

Miércoles 12 de noviembre de 2025

8 minutos

30 aniversario de la aprobación del Pacto de Toledo

El Gobierno apunta a la brecha de género y el envejecimiento como principales problemas en pensiones
Raúl Arias

Miércoles 12 de noviembre de 2025

8 minutos

El secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, ha asegurado que no se puede esperar "30 años más" para hacer frente a los principales problemas estructurales del sistema de pensiones, que son el envejecimiento poblacional y la brecha de género.

Durante un evento este miércoles en Madrid por el 30 aniversario de la aprobación del Pacto de Toledo, del Instituto Santalucía, órgano de reflexión del Grupo Santalucía, y Fedea, el secretario de Estado ha instado a seguir garantizando el poder adquisitivo de las pensiones.

 

 

"El principal factor contributivo tiene que seguir siendo, sobre todo, las cotizaciones", ha defendido Suárez durante las jornadas, en las que ha subrayado que "conmemorar treinta años del pacto de Toledo es un acontecimiento que debe alentar al optimismo, ya que es la mejor garantía de que las reformas que vengan en el futuro vayan a preservar las cuatro dimensiones de sostenibilidad del sistema: la dimensión social, la dimensión financiera, la sostenibilidad jurídica de las reformas y la política".

Durante la jornada, el exsecretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha presentado el informe 'El Pacto de Toledo en su 30 aniversario: La singularidad de una institución española' y ha destacado que el Pacto de Toledo "ha evitado que la política de pensiones se convierta en un factor de desestabilización de la política española".

"El gran mérito del Pacto de Toledo ha sido mantener la lealtad institucional y el consenso político en torno a un objetivo común: preservar la sostenibilidad del sistema público. Pero si queremos que ese relevo generacional siga siendo posible, necesitamos que en España la gente pueda tener hijos", ha advertido Granado durante su intervención en el acto.

 

El Gobierno apunta a la brecha de género y el envejecimiento como principales problemas en pensiones

 

El documento, además de ofrecer un repaso histórico desde la primera ponencia de 1995 hasta las últimas recomendaciones aprobadas en 2020, subraya cómo el Pacto ha servido de ejemplo internacional de concertación social y política, siendo citado como modelo en países de América Latina y Europa.

"Un pacto que ha perdido gran parte de su utilidad"

Por otra parte, el informe, elaborado por Miguel Ángel García Díaz, repasa el origen, desarrollo y situación actual de este mecanismo de consenso político y social sobre el sistema público de pensiones, que marcó un antes y un después en la definición de la política social española.

Para García Díaz, "las últimas decisiones del Pacto de Toledo evidencian la pérdida de utilidad de un instrumento que, en origen, nació para garantizar la sostenibilidad del sistema y evitar su utilización partidista". En la actualidad, añade "parece haberse convertido en una suerte de subasta política en la que se compite por ofrecer más a los pensionistas sin una evaluación rigurosa de los costes ni de su distribución intergeneracional".

El estudio, además, hace un llamamiento a recuperar el espíritu fundacional del Pacto de Toledo, basado en el diálogo, el rigor técnico y la corresponsabilidad política, para afrontar los retos de sostenibilidad y equidad de un sistema de pensiones que sigue siendo el pilar fundamental del Estado del bienestar en España.

Preservar el espíritu del Pacto de Toledo

Durante las mesas redondas, los expertos han coincidido en señalar la necesidad de preservar el espíritu del Pacto de Toledo como base para afrontar los nuevos desafíos del sistema: el envejecimiento demográfico, la evolución del mercado laboral, la sostenibilidad financiera y la suficiencia de las pensiones.

Entre los temas abordados destacaron la importancia de fortalecer la previsión social complementaria, la adaptación del sistema a nuevas formas de empleo y la equidad intergeneracional.

En la primera mesa redonda, Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research; y Pilar González de Frutos, expresidenta de Unespa; y José Antonio Herce, Doctor (UCM) y Master of Arts en Economía y socio fundador de LoRIS, analizaron los logros y retos que ha dejado el Pacto de Toledo tras tres décadas. Coincidieron en que, si bien ha contribuido a la estabilidad del sistema, su capacidad de generar consensos reales ha sido limitada. También plantearon la necesidad de reforzar la transparencia y el diálogo político para garantizar la sostenibilidad de las pensiones a largo plazo.

 

 

El debate abordó el impacto del envejecimiento demográfico, que duplicará la tasa de dependencia en las próximas décadas y exigirá entre 3,5 y 4 puntos adicionales de PIB en transferencias públicas. Además, los ponentes defendieron un modelo más autosuficiente y diversificado, con los tres pilares —Seguridad Social, planes de empleo, planes de pensiones privados— alineados, recordando que la natalidad, por sí sola, no resolverá el reto del sistema y que España mantiene una participación en fondos complementarios del 8%, frente al 32% de la media europea.

En la segunda mesa redonda, José Ignacio Conde-Ruiz, presidente del Foro de Expertos del Instituto Santalucía y subdirector de Fedea; Valeriano Gómez, exministro de Trabajo e Inmigración; y Juan Carlos Aparicio, exministro de Trabajo y Asuntos Sociales, reflexionaron sobre los desafíos futuros del sistema de pensiones y la vigencia del Pacto de Toledo. Coincidieron en valorar positivamente su contribución a la estabilidad del sistema durante estos 30 años, aunque advirtieron sobre el riesgo de quiebra del contrato intergeneracional y la necesidad de retomar el espíritu de consenso que inspiró su creación.

El debate puso de relieve que la sostenibilidad del sistema de pensiones está íntimamente ligada a la del conjunto de las Administraciones Públicas. Los expertos subrayaron la importancia de avanzar hacia un nuevo equilibrio entre ingresos y gasto, recuperar un factor de sostenibilidad vinculado a la evolución demográfica y ampliar el cómputo de la vida laboral en el cálculo de las pensiones. También apuntaron a la necesidad de impulsar la previsión social complementaria, adaptar las prestaciones a los cambios sociales —como el empleo femenino o las pensiones de viudedad— y garantizar un seguimiento técnico continuo, alejado del debate partidista.

“El Pacto de Toledo es una institución que debería ser mantenida y en cierto sentido, recuperada porque reducía considerablemente el coste político de tomar decisiones impopulares pero necesarias para el interés general. En un país cada vez más polarizado, los espacios de consenso son más necesarios que nunca. El Pacto ha ayudado mucho, aunque ha perdido parte de su espíritu fundacional. Debemos recuperarlo y, si es posible, extenderlo a otras áreas donde también necesitamos acuerdos y menos confrontación”, subrayó Ángel de la Fuente, director de Fedea.

Sobre el autor:

Raúl Arias

Raúl Arias

Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.

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