La forma de andar podría ser un método de detección temprana del alzhéimer

La Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Computación de la Florida Atlantic University (Estados Unidos) ha realizado una comparativa entre la forma de caminar de los adultos mayores y su deterioro cognitivo. Los resultados, publicados en el 'Journal of Alzheimer's Disease Reports’, demuestran que caminar en curva supone un mayor esfuerzo para los pacientes con deterioro cognitivo leve. 

 Estos investigadores han sido los primeros en comparar el rendimiento de los mayores sanos al caminar en línea recta y en curva con aquellos que padecen deterioro cognitivo leve (DCL). 

Caminar en curvas supuso mayores desafíos para el grupo con deterioro cognitivo leve, y varios marcadores mostraron diferencias importantes entre los controles sanos y los pacientes con DCL.

El DCL

El deterioro cognitivo leve es la etapa inicial del deterioro cognitivo, una patología que supone un riesgo mucho mayor de sufrir la enfermedad de Alzheimer (EA).

Behnaz Ghoraani, autor principal del trabajo y profesor asociado del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Tecnología de la Facultad de Ingeniería de la Florida Atlantic University (FAU) en Estados Unidos, relata que "el deterioro cognitivo leve puede ser un signo temprano de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia". 

La detección clínica de la enfermedad de manera precisa y temprana es un desafío y un objetivo para los profesionales especializados. Sin embargo, estos métodos pueden llevar mucho tiempo, además de ser costosos e incómodos tanto para los médicos como para los enfermos. 

 

 

El estudio realizado por los investigadores de Florida llena este vacío mediante un sistema novedoso no invasivo, de bajo coste y de fácil configuración que registra la marcha en adultos. Este ha sido un paso crucial para mejorar la atención al paciente y las estrategias de intervención.

La cámara de profundidad y los 50 marcadores 

Para llevar a cabo el trabajo, utilizaron una cámara de profundidad no portátil capaz de detectar y rastrear 25 articulaciones del movimiento corporal. 

Así, han podido registrar la marcha de los participantes del estudio mientras realizaban las dos pruebas de marcha diferentes (recta y curva). 

Se procesaron las señales de las 25 articulaciones para extraer 50 marcadores de la marcha para cada prueba. Estos marcadores se compararon entre los dos grupos mediante análisis estadísticos descriptivos. Con ellos, se consiguió información detallada sobre el desempeño funcional de los participantes durante las pruebas de marcha.

 

 

Se incluyeron dos macromarcadores (velocidad promedio y cadencia) junto con 24 micromarcadores temporales (duración de los pies para varias subfases del ciclo de la marcha, como las fases de postura, balanceo, paso y zancada). 

También, hubo marcadores microespaciales (cambios de ubicación de los pies para varias subfases del ciclo de la marcha) y espaciotemporales (velocidad de los pies para varias subfases del ciclo de la marcha). 

Trece marcadores mostraron diferencias significativas entre los dos grupos de estudio.

Los pacientes con DCL: menos velocidad y más tiempo en la marcha

Los hallazgos mostraron que 31 de los 50 marcadores de la marcha (el 62%) fueron mayores para el grupo con deterioro cognitivo leve cuando las pruebas de caminata cambiaron de andar recto a caminar en curva. 

"Curiosamente, la marcha en curva iluminó disparidades notables entre nuestros grupos de estudio, incluso para estos macromarcadores de la marcha" , expone Ghoraani. 

El grupo con DCL mostró una velocidad de paso promedio y una distancia recorrida más bajas durante la caminata en curva. También, una mayor variabilidad en la mayoría de los marcadores de micromarcha. 

"El grupo con deterioro cognitivo leve mostró una simetría y regularidad disminuidas tanto en la longitud de los pasos como en las zancadas al caminar en curva. También requirieron un tiempo de doble apoyo prolongado en varias áreas, especialmente al cambiar de dirección, lo que resultó en una velocidad de paso reducida".

 

 

Aunque los resultados del estudio no mostraron diferencias significativas en la distribución de edad y género entre los dos grupos, sí las hubo en el índice de masa corporal (IMC), los años de educación y las puntuaciones de la Escala de Depresión Geriátrica (GDS).

Los participantes con deterioro cognitivo leve tenían un IMC más alto, niveles de educación más bajos y puntuaciones GDS más altas. 

La forma de andar como posible indicador del DCL

"Estos marcadores de la marcha ofrecen un potencial prometedor como indicadores tempranos de deterioro cognitivo y sientan las bases para una investigación amplia en este dominio", concluye Stella Batalama, decana de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Computación de la FAU.

Behnaz Ghoraani afirma que este enfoque integral "mejora la comprensión de las características de la marcha y sugiere que caminar en senderos curvos puede ser más sensible para detectar demencia cognitiva leve, lo que puede complementar las evaluaciones cognitivas y ayudar en el diagnóstico y tratamiento tempranos".

Los impactos de este estudio se extienden a la práctica clínica al proporcionar métodos mejorados de detección y seguimiento del deterioro cognitivo en humanos.