En España llevamos años viendo cómo llegan hasta las costas de Levante o a las islas muchos extranjeros en busca de su retiro dorado. Alemanes, británicos o estadounidenses que, una vez jubilados, con ahorros, sin cargas familiares ni otras ataduras y en buenas condiciones físicas y de salud, buscan un destino ideal para disfrutar de su retiro. El clima, el nivel de vida, la oferta de ocio y actividades son algunos de los atractivos que atraen a estos jubilados, dispuestos a iniciar una nueva etapa vital en otro país.
La revista International Living elabora cada año, desde hace tres décadas, el Índice Global de retiro anual. A partir de experiencias reales de expatriados en todo el mundo, y teniendo en cuenta múltiples factores, como la fiscalidad, facilidades de visa y residencia, precio del mercado inmobiliario y coste general de la vida, clima, nivel de desarrollo, sistema sanitario, estilo de vida saludable, seguridad, oferta de ocio y cultura o beneficios y descuentos para jubilados.
En esta ocasión la publicación se ha hecho eco de las recomendaciones de un colaborador, Doug Sylver, para encontrar algunas de las mejores ciudades en todo el mundo para vivir como jubilado, pero que resulten más desconocidas. El listado lo ha elaborado a partir de su propia experiencia personal, viviendo en ellas, junto a su esposa.
“Si, como yo, se acerca el día en que puedas darle un apretón de manos de despedida al jefe y jubilarte, y has estado soñando despierto con una emocionante vida en el extranjero, entonces seguramente habrás leído sobre estos tres países: México, Ecuador y España”, asegura Doug Sylver en su artículo.
Cada uno de estos tres países, por razones diferentes, es el favorito de los expatriados jubilados. “Con razón, ya que cada uno ofrece culturas, climas y costos de vida deseables. Son, en muchos sentidos, lugares completamente atractivos para cualquier persona de cualquier edad. Mi esposa y yo hemos disfrutado de cada uno de estos países populares y hemos examinado algunas de sus ciudades menos conocidas que podrían servir como ese codiciado Shangri-La”, explica. Y lejos de seleccionar Palma de Mallorca, Málaga, Alicante, Madrid o Barcelona… Doug Sylver y su esposa se han decantado por dos ciudades inesperadas: Burgos y Logroño.
“Burgos está lleno de un encanto europeo muy asequible”, destaca Sylver. En la ciudad de Burgos, moverse sin coche es muy sencillo, y está a medio camino de grandes ciudades como Bilbao o Madrid. Además, es lugar de paso de muchos peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. “Ofrece, con elegancia discreta, una arquitectura magnífica, sabrosos bares de tapas y un ambiente de café relajado, añade.
Sylver apunta a que se puede vivir con menos de 2.000 euros al mes, ya que el precio de las viviendas oscila entre los 450 y los 700 euros, dependiendo del número de habitaciones.
“Cuando mi mujer y yo llegamos a Logroño, situada a mitad de camino entre Pamplona y Burgos, pensamos que habíamos entrado en un pueblo fantasma. Todo, y digo todo, estaba cerrado. Era la hora de la siesta y Logroño, en el extremo centro-norte de la famosa región vinícola de Rioja, estaba durmiendo la siesta. Más tarde, después de nuestra propia siesta, cuando salimos a buscar algo para comer descubrimos la ciudad en su verdadero esplendor”, explica Sylver. Desde luego, a estos jubilados americanos la gastronomía es lo primero que les conquistó de Logroño. Destacan los bares de tapas, en vino, los cafés y las terrazas. “Y todo esto por una fracción de lo que costaría en ciudades no tan lejanas y más conocidas”.
También destaca, como asequible, el precio de la vivienda. Asegura que en Logroño se puede alquilar un apartamento de cuatro habitaciones y dos baños en pleno centro por 663,47 euros al mes.
“Durante los muchos días y noches siguientes, mi esposa y yo aprendimos a vivir como los lugareños jubilados: levantarse tarde, largas siestas hasta las 7 de la tarde, y después comienza la diversión sabrosa y económica”, concluye.
Junto a las españolas Burgos y Logroño, el jubilado americano añade una ciudad mexicana y dos ecuatorianas.
A tres horas de Ciudad de México se encuentra esta ciudad, que no suele llamar la atención de los turistas, pero que para Sylver "es una joya impresionante, una ciudad montañosa con una arquitectura y plazas encantadoras". Y destaca lo económico que resulta vivir en esta urbe. “Se puede vivir por poco más de 1.200 euros al mes”.
Dentro de las montañas andinas de Ecuador, casi pegada a la frontera con Perú se encuentra Vilcabamba, conocida según Syler como "fuente de juventud". Esta ciudad llamó la atención de Reader's Digest y National Geographic porque es uno de los lugares con habitantes más longevos: "Es una prueba más de que una dieta saludable y ejercicio regular pueden hacer maravillas no solo por la calidad de vida, sino también por la longevidad misma", asegura Syler. El autor elige esta ciudad también por la tranquilidad que se respira en la ciudad, y porque resulta muy económica.
Al oeste de la capital, Quito, se encuentra Mindo, un lugar lleno de naturaleza y alejada del ruido de la ciudad. El centro urbano acoge a los turistas que se desplazan para apreciar los paisajes que rodean este municipio, que Syler recomienda precisamente por eso: "Los caminos de tierra siguen a lo largo del río y hacia las exuberantes colinas hasta cualquier tipo de recreación que desee, incluyendo tumbarse en una hamaca con un buen libro y echarse una siesta".
