Sociedad
Un niño de 9 años, abandonado por su madre, sobrevive dos años solo sin agua caliente ni calefacción
El pequeño sobrevivió comiendo pasteles y comida en lata
Un preocupante caso se ha dado a conocer después de que un niño de 9 años haya sido abandonado por su madre en la localidad francesa de Poitou Charentes, en el departamento de Charentes.
La madre del pequeño abandonó a su hijo tras decidir irse a vivir con su pareja a la localidad de al lado, Sireuil, que quedaba a cinco kilómetros. El niño se las tuvo que ingeniar solo para poder sobrevivir, alimentándose de pasteles, comida en lata y tomates que tomaba de un balcón de la urbanización municipal.
El Tribunal de Primera Instancia de Angulmena ha condenado a la madre a 18 meses de prisión por abandono y seis meses de vigilancia electrónica, por dejar a su hijo de nueve años abandonado en un piso entre los años 2020 y 2022.
El niño pasó temporadas enteras sin calefacción ni electricidad, por lo que se veía obligado a dormir con tres edredones y a tomar duchas de agua fría. Algunos vecinos lo ayudaban dándole comida, hasta que uno de ellos decidió denunciar la situación.
Las investigaciones revelaron que la madre se había mudado con su pareja al pueblo de al lado, y que de vez en cuando visitaba a su hijo para darle algo de comer. Los registros telefónicos dieron a conocer que la mujer, de 39 años, siempre lo dejaba solo en casa y no lo llevaba al colegio.
La madre ha negado las acusaciones en su contra. Sin embargo, los vecinos confirmaron el abandono del niño, que vivía en un piso totalmente solo, donde los gendarmes encontraron una nevera vacía y ninguna ropa de adulto que indique que vivía otra persona con él.
Los vecinos confirmaron que la madre sólo ha visitado a su hijo dos veces durante el último año. Además, una vecina reconoció que le dijeron que no dejara al niño solo, a lo que ella respondió que “no era asunto nuestro”.
En la escuela nadie se percató del abandono, porque al niño le iba muy bien en los estudios y lo conocían como un chico “sonriente, muy bueno, educado y siempre limpio”, indica Barbara Couturier, alcaldesa de Nersac.
