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Algunas de las primeras mujeres policías municipal de Madrid, que entraron en el Cuerpo en 1971, han reconocido este miércoles 23 de junio que fue duro y lo pasaron mal al principio, por el "paternalismo o el machismo" de muchos de sus compañeros o por el comportamiento de algunos de los conductores mientras regulaban el tráfico que, "les mandaban a fregar o a cuidar a sus maridos", según recoge Europa Press.
Estas experiencias las han contado este mediodía, tras los actos del Día del Patrón de la Policía Municipal dedicados al 50 aniversario de la llegada de las mujeres al Cuerpo, agentes ya jubiladas como Mercedes Payol Alonso o Enfatia Vázquez Día, que entraron al Cuerpo el 2 de octubre de 1971, y que fue ascendiendo a sargento y suboficial, y que se jubilaron hace unos años. La reina Letizia les ha hecho entrega de una metopa conmemorativa a la Primera Promoción de Mujeres del Cuerpo.
Payol ha recordado que fueron las primeras mujeres policías municipales de España junto a las de Córdoba y que crearon para ellas la quinta agrupación mixta de circulación, compuesta por 52 mujeres, más una oficial y suboficial. Al terminar la academia, donde estuvimos nueve meses, no teníamos instalaciones propias, por lo que se instalaron en la plaza de Chamberí con una agrupación de hombres.
"La diferencia eran las leyes que había entonces. Las mujeres no podíamos casarnos en el Cuerpo. Las de 18 al 21 años tenían que asistir a los juicios por intervención policial con sus padres. Cuando decidimos casarnos solo teníamos 40 días de maternidad. En Circulación estuvimos en todos los bulevares. La gente se quedó sorprendida el primer día que nos vio. En un principio había gente de todo, unos nos respetaban y otros nos mandaban a fregar, a barrer o a que cuidáramos de nuestros maridos", ha relatado.
"Los tacones eran malísimos, si teníamos que correr los pasábamos mal"
Por su parte, Bonifacia Vázquez Díaz, de la misma promoción que Mercedes, ha explicado que al principio regularon la circulación entre Colón y Bilbao pero que luego la mandaron a colocar coches de altas personalidades en la plaza de la Villa y en Tribunal Supremo. "Esa gente me admitió estupendamente bien. La misión era muy sencilla, no tenía muchas importancia. Hasta el año 80 no pudimos llevar armas", ha relatado.
La agente, ya jubilada, ha comentado también que al principio vestían un uniforme compuesto por botas, falda pantalón, camisa y una guerrera. "Teníamos una camisa gris y en el verano no había camisa de manga corta, por lo que la recogíamos. Estuvimos muy mal hasta que pasaron unos años. Luego sí tuvimos más variedad de camisas. Los zapatos eran de salón, con tacón, malísimos. Si teníamos que correr era bastante complicado. La falta pantalón primera estaba mal hecha y fue muy incómoda porque se nos subía para arriba al andar. Luego con la faldita era mona y bastante bien", ha detallado.
Vázquez también ha relatado que los primeros años sus compañeros les trataban "de forma paternal y otros de forma machista". "Esto se superó. Lo pasamos realmente mal. Trabajar en la calle Princesa fue una tarea tremenda. Las Torres de Colón dio trabajo de camiones y problemas de tráfico porque se estaban construyendo. También nos tocó el atentado de la calle Correos, que para nosotras éramos muy jóvenes nos costó mucho trabajo; y el asesinato de Carrero Blanco, que fue muy duro", ha recordado.