Una de las partes fundamentales dentro de las relaciones de pareja es la actividad sexual y mucha gente tiene la errónea creencia de que a medida que se va envejeciendo va disminuyendo, pero esto no es así tal y como se desprende de una reciente encuesta realizada en el Reino Unido de la que se ha hecho eco la revista 'The Conversation'
Según esta encuesta el 85% de los hombres de entre 60 y 69 años aseguran ser sexualmente activos, y lo mismo sucede con el 60% de los de 70 a 79 años y el 32% de los mayores de 80 años.
Por lo que a las mujeres se refiere, la encuesta refleja que son sexualmente menos activas conforme van cumpliendo años, sin embargo, numerosos estudios demuestran que son muchas las mujeres que, al igual que los hombres, quieren seguir manteniendo relaciones a medida que envejecen y, de hecho, los niveles de actividad son muy similares en ambos sexos según los últimos estudios realizados en Estados Unidos.
Esto sin duda es una buena noticia puesto que según las investigaciones que referencia The Converstion, a menor número relaciones sexuales, mayor posibilidad de que aparezcan con la edad problemas de salud mental y física.
Esta investigación revela que, tras analizar la vida sexual de 2.577 hombres y 3.195 mujeres todos mayores de 50 años, los hombres que sufrían una disminución del deseo sexual veían aumentar sus posibilidades de padecer cáncer y otras enfermedades crónicas.
Tanto los hombres como las mujeres que admitieron en la encuesta una disminución del número de relaciones conforme aumenta su edad, resultaron ser más propensos a experimentar un deterioro en la valoración de su grado de salud.
Del mismo modo, los hombres con disfunción eréctil tienen una mayor propensión a padecer cáncer o enfermedades coronarias, si bien podría ser, aclara el estudio que esa disfunción estuviese motivada por una enfermedad en fase temprana y sin diagnosticar.
Asimismo, del estudio también se desprende que las personas mayores sexualmente activas disfrutan más la vida mientras que si esa actividad decrece aumenta la sensación de menor sensación de bienestar.
Por último, la investigación desvela que los mayores sexualmente activos presentan un mayor rendimiento cognitivo que no lo son.
