Las plantas nos alegran la vista llenando nuestra casa de color y naturaleza. Colocar macetas en las repisas de nuestras ventanas y balcones es una práctica habitual en España y, en Navidad, uno de los elementos decorativos más recurrentes son las plantas. Sin embargo, si tienes un gato o un perro, debes saber que algunas de ellas son nocivas para su salud hasta llegar a ser mortales.
La empresa estadounidense Pet Poison Helpline (@PetPoisonHelp), que presta servicio para el control de intoxicaciones de animales, señalan en su web que reciben alrededor de unas doce llamadas diarias de dueños de perros y de gatos, asustados, porque su animal se ha comido una planta y se preguntan si puede ser venenosa. Por ello, la compañía ha elaborado una lista de las plantas más tóxicas para estos animales domésticos y así saber cuáles pueden poner más en riesgo su salud.
Según señalan los expertos, el crocus de otoño (Colchicum autumnale) contiene colchicina y, si nuestra mascota ingiere esta especie de planta altamente tóxica, puede causarle vómitos severos, hemorragia gastrointestinal, daño hepático y renal e insuficiencia respiratoria. "Si no estás seguro de qué planta es, lleva a tu mascota al veterinario de inmediato para que la cuide", indican.
Las azaleas pueden tener efectos graves en los animales. Si solo comen unas pocas de sus hojas, puede provocar vómitos, diarrea y babeo excesivo; sin atención veterinaria inmediata, la vida de la mascota puede correr grave peligro.
También conocida como violeta persa, ingerir esta planta con flor de invierno puede provocar vómitos intensos e incluso la muerte del animal.
Los síntomas que conlleva comer esta planta son vómitos, diarrea y arritmias cardíacas.
No todos los lirios son igual de peligrosos, por lo que es importante conocer la diferencia. Los lirios de paz, peruanos y de cala causan daños menores, como irritación de los tejidos de la boca, lengua, faringe y esófago; lo que provoca un leve babeo. Los lirios más letales son los verdaderos lirios: los lirios tigre, diurno, asiático, de Pascua y de espectáculo japonés. Estos últimos son altamente tóxicos, especialmente para los gatos, y pueden provocar insuficiencia renal grave. "Si ves a tu gato consumiendo cualquier parte de un lirio, lleve a su gato (y la planta) inmediatamente a un veterinario para recibir atención médica", advierten.
Es una de las plantas más comunes que vemos decorando las medianas de muchas de las autopistas del sur de nuestro país y, también, como parte de nuestra terraza o jardín. Las hojas y flores de las adelfas son tan tóxicas que es incluso importante alejarlas de los animales y bebés, que se llevan todo a la boca. Y es que sus consecuencias pueden ser fatales, llegando a causar la muerte en los peores casos.
En contra de lo que muchos piensan, y como demuestra también el ciclamen, en invierno hay plantas que florecen. Los narcisos guardan su peligrosidad en la licorina, que puede ser muy negativa si se toma en ciertas cantidades ya que puede provocar vómitos, diarrea y convulsiones.
Si se ingieren sus hojas y semillas, pueden causarles vómitos, heces con sangre, daño al revestimiento del estómago, insuficiencia hepática grave y, en algunos casos, la muerte.
Una preciosa y delicada planta en forma de pequeñas campanas que se suele regalar en algunos países para atraer la buena suerte. Pero, precisamente, eso no es lo que trae a los animales que las coman ya que son altamente venenosas provocando afecciones en el corazón, vómitos o convulsiones.
Esta planta es muy popular en hogares y oficinas y puede acarrear irritación oral intensa, babeo, náuseas, vómitos y dificultad para tragar.
Los tulipanes y jacintos les pueden provocar irritaciones en el esófago o la boca si los mordisquean.
