El motivo por el que la vitrocerámica se apaga mientras cocinas

Las vitrocerámicas son uno de los electrodomésticos más importantes de la cocina y uno de los que más utilizamos junto con la nevera o el lavavajillas, ya que gracias a ella disfrutamos cada día de deliciosos manjares. Pero ¿y si se nos avería? En este artículo vamos a tratar de analizar cuáles son las averías más comunes que pueden ocurrir en tu vitrocerámica para que puedas valorar si tiene arreglo o por el contrario te toca renovarlo.

Rotura de cristal

La caída de un objeto o un golpe por un descuido pueden ser la causa de la rotura del cristal.

En ese caso, nuestro consejo es que no la utilices ya que podrías empeorar la situación y agravar los daños, volviéndolos irreparables.

Una vez sabido esto, si detectas una grieta o alguna rotura, llama cuando antes a un profesional, ya que se trata de una de las averías que antes debes solucionar. La única solución posible es sustituir el cristal por otro nuevo.

No enciende o no calienta

Si tu vitrocerámica no enciente, no calienta o directamente al pulsar cualquier botón no responde, tranquilo.

Este tipo de averías suele ser del panel táctil o de alimentación eléctrica, la cual deberemos analizarla por completo.

A menos que seas un experto electricista, en este caso también vas a necesitar de la ayuda de un profesional el cual, tras una valoración, lo más probable es que realice el cambio de algunas piezas por otras nuevas. En estos casos, revisa siempre que las piezas nuevas sean de la misma marca de la vitrocerámica.

No detecta la olla

En el caso de las placas de inducción, lo primero que debes comprobar es que la sartén u olla que estés utilizando sea para este tipo de placa. Si aún así ves que al poner encima la olla no funciona, existe algún problema de avería en los sensores de inducción.

La reparación pasa por sustituir el sensor dañado por otro nuevo.

Se apaga mientras cocinas

Si mientras estás preparando tu cocido ves que la vitrocerámica se apaga sola, puede deberse a muchas cosas: que se haya deteriorado el cableado o el enchufe, que el termostato no esté bien calibrado o que directamente haya un error en la placa.

Ante cualquiera de las situaciones anteriores debes saber que, aunque tienen solución, sí que te va a tocar llamar a un especialista para que analice el problema y arreglarlo cuanto antes para que puedas seguir disfrutando de tus guisos.