¿Prelavar los platos antes de meterlos en el lavavajillas? Te contamos por qué es mejor no hacerlo
Descubre qué hacer en su lugar
¿Quién no ha querido ayudar un poco a la máquina y enjuagar los restos de comida antes de meterlo en el lavaplatos?
Aunque es un hábito común, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) aconseja eliminar por completo esta costumbre, ya que aparte de ser innecesario, puede que te cueste más agua, dinero y energía de lo que parece.
¿Por qué no prelavar?
La OCU, en su informe del uso eficiente de lavavajillas, ha declarado que prelavar los platos no tiene ninguna ventaja, y anula uno de los propósitos del electrodoméstico: ahorrar agua. Los lavavajillas modernos pueden limpiar perfectamente por sí solos los platos sucios, y sólo hay que recordar retirar los restos más grandes, pues la grasa y la suciedad la eliminan eficazmente sin problema. La manía de ayudarle sólo supondrá un derroche de agua caliente, especialmente si se tiene un termo eléctrico, pero sobre todo de energía y agua.
Mejor que lavar a mano
La OCU ha calculado el derroche de agua que se puede llegar a alcanzar en caso de que se lave a mano: puede llegar a consumir 5 veces más agua que el lavavajillas. A su vez, tampoco es la opción más económica: el lavado manual ronda los 45 céntimos, frente a los 14 de un ciclo de lavavajillas, y eso incluyendo el precio de la electricidad, agua, detergente y amortización del aparato). Pero este ahorro desaparece cuando realizamos el prelavado, afectando a los beneficios tanto económicos como ambientales.
No prelaves, prueba con esto
Con una servilleta, cuchillo o espátula, que no agua, se deben retirar los restos grandes antes de colocar la vajilla. Asimismo, es importante escoger un buen detergente, preferiblemente una pastilla de "todo en uno", para evitar que los restos se resequen y se adhieren durante el lavado.
También, para mayor ahorro, sería mejor utilizar el programa eco cuando sea posible, una configuración que aunque no siempre es posible, por ser más lenta, optimiza el agua y la energía, manteniendo una temperatura más baja.
