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Los cajeros automáticos cambian a partir de junio: así serán los nuevos

María Liébana

Viernes 30 de mayo de 2025

3 minutos

Las modificaciones están encaminadas a garantizar la accesibilidad de todos los usuarios

Cuidado: de esta forma están robando a los mayores en los cajeros automáticos
María Liébana

Viernes 30 de mayo de 2025

3 minutos

Los cajeros automáticos instalados en España deberán cumplir a partir del próximo 28 de junio con la normativa que establece la Ley 11/2023, aprobada en mayo de 2023, para garantizar la accesibilidad universal

Esta Ley de trasposición de Directivas de la Unión Europea en materia de accesibilidad de determinados productos y servicios, migración de personas altamente cualificadas, tributaria y digitalización de actuaciones notariales y registrales, que transpone la Directiva (UE) 2019/882, establece que dispositivos como los cajeros automáticos tendrán de fecha límite hasta el 28 de junio de este 2025 para adaptarse a ciertos requisitos de accesibilidad, como la incorporación de opciones auditivas y táctiles.

 

Cuidado: de esta forma están robando a los mayores en los cajeros automáticos

 

En el caso de los dispositivos ya existentes, habrá un periodo de transición hasta junio de 2030 para que se adapten a las nuevas exigencias. Mientras que los dispositivos instalados antes del 28 de junio de 2025 podrán seguir utilizándose hasta el fin de su vida útil, siempre que no se superen los 10 años de antigüedad. 

De esta forma, se busca "establecer los requisitos de accesibilidad universal de los productos y servicios", necesarios para "optimizar su utilización previsible de manera autónoma por todas las personas y, en particular por las personas con discapacidad". 

Requisitos de accesibilidad

Con esta Ley 11/2023, se establece que los cajeros automáticos, entre otros productos, "deberán diseñarse y fabricarse de tal manera que se optimice su uso previsible por parte de las personas con discapacidad y vayan acompañados en el producto o sobre él, de información accesible sobre su funcionamiento y características de accesibilidad". 

En concreto, la información deberá estar disponible a través de más de un canal sensorial, de forma que sea fácil de entender y de forma que los usuarios la puedan percibir, y utilizando una tipografía legible. Entre las especificaciones, que recogen diferentes medios, también se incluyen interfaces más intuitivas, teclados con marcadores en braille, botones accesibles, pantallas con alto contraste, la posibilidad de conectar auriculares o sistemas de guía por voz. Igualmente, deberán estar adaptados en altura y disposición para usuarios en silla de ruedas o con movilidad reducida.

Todo ello para que los usuarios puedan operar los dispositivos de forma autónoma y segura.

Sobre el autor:

María Liébana

María Liébana es redactora especializada en temas de economía.

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