Los efectos de la menopausia en la piel y cómo contrarrestarlos

En este momento, casi todo se hace más lento. Las células pierden su capacidad de renovación a la velocidad de siempre, lo que redunda en la luminosidad, las arrugas y la flacidez. Te contamos cómo atajarlo. 

Al acercarse a la menopausia, o lo que es lo mismo, al disminuir nuestro organismo la producción de estrógenos, tienen lugar una serie de efectos más o menos llamativos, según cada persona. Pero en este artículo nos vamos a centrar en los que afectan a la piel, que, por cierto, es lo primero que vemos en el espejo al levantarnos por la mañana. 

Células que entran 'en reposo'

Vamos por orden. Lo primero que ocurre es que la renovación celular se hace más lenta. Porque sí. El organismo entra en modo hibernación, se empeña en ahorrar energía, es decir, los sistemas de renovación se van haciendo cada vez más perezosos. Las primeras consecuencias, y las más inmediatas e importantes, es que la piel se vuelve más seca y flácida.

El primer efecto tiene que ver con que a la piel cada vez le cuesta más retener el agua, y la segunda, con que los fibroblastos (células que se encargan de crear elastina y colágeno), que también han ralentizado su actividad, disminuyen su capacidad para crear nuevo colágeno que garantice la tersura y la flexibilidad a la piel. 

Y no sólo eso, también sufre cambios en cuanto a la pigmentación: el tono se apaga y sobre todo, deja de ser uniforme, y las manchitas empiezan a aparecer. La razón es que los melanocitos, esas células de la piel encargadas de darle color, también empiezan a ‘fallar’, con lo que no son capaces de segregar melanina de un modo uniforme, siempre a la misma velocidad, por lo que el transporte de ese pigmento hasta la superficie de la piel para aportarle el tono, se hace de manera mucho más desigual.

Y por supuesto, todo eso unido hace que la piel se muestre más sensible y reactiva a determinadas cuestiones, como los cambios bruscos de temperatura o nuevos activos cosméticos mostrando rojeces y picor.

Para contrarrestar todo este proceso, aquí te damos algunos consejos:

- Fíjate en que en tu cosmética no falten estos dos ingredientes esenciales: el colágeno y el ácido hialurónico, pero también protección solar, niacinamida, vitaminas y activos calmantes. 

- Masajea tu piel insistiendo con digito-presión, es decir, haciendo un leve movimiento de bombeo en los puntos de drenaje linfático, o sea, en el centro del lagrimal del ojo, en las aletas de la nariz y en la frente, en el punto intermedio entre las cejas. También en los laterales del cuello, con las yemas de varios dedos y con un movimiento como si peináramos suavemente el cuello hacia abajo.

- Si llevas toda la vida escuchando que el deporte es salud, te contamos que ahora es más importante que nunca. Ahuyenta la osteoporosis, permite absorber mejor el calcio (huesos más fuertes, o sea, la pescadilla que se muerde la cola), y mejora el estado de ánimo. 

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Collagen Peptides Max Eyes, de Olay, es un contorno de ojos con vitamina B3 y péptidos de colágeno que mantiene la hidratación de la zona durante 24 horas (39,99 €).

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