La 'hucha' de las pensiones, tiritando: hay 2.140 millones, en espera de volver a engordar en 2023

Escrivá defiende su plan de subir las cotizaciones para "no recortar ninguna pensión"

Subir cotizaciones solo aportará 1.700 millones/año a la hucha, según expertos

¿Qué es la hucha de las pensiones y por qué es tan importante?

Este año 2023 será el primero en el que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la hucha de las pensiones, volverá a rellenarse, después de que en 2012, en plena crisis económica, el Gobierno de Mariano Rajoy retirara los primeros fondos (en concreto, 7.003 millones de euros) y todos los gobiernos sucesivos, hasta llegar al de Pedro Sánchez en 2019 (ese ejercicio se extrajeron 2.900 millones), fueron recurriendo a ese dinero para sufragar las pagas extras de los pensionistas. 

Este fondo se diseñó en el año 2000, y su finalidad era la de acumular los excedentes de ingresos que entonces tenía la Seguridad Social, para garantizar la sostenibilidad futura del sistema. La última vez que se recurrió a él fue a finales de 2019, siendo ministra Magdalena Valerio, expresidenta del Pacto de Toledo, que sacó 2.900 millones.

En 2023, el nuevo maná para esta hucha no caerá desde el cielo, sino que será proporcionado por la subida de cotizaciones sociales, que tanto empresas como trabajadores han empezado a pagar desde el 1 de enero de 2023, en aplicación del nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), aprobado en la Ley de reforma de las pensiones de 2021. En concreto, la sobrecotización es del 0,6%, del que el 0,5% va a cargo de la empresa, y el 0,5% restante será detraído de la nómina del trabajador. Los ingresos que se obtengan por este aumento de las cotizaciones irán a nutrir el Fondo de Reserva, que se encuentra prácticamente vacío.

El MEI, que sustituye al Factor de Sostenibilidad (incluido en la reforma de 2013) será de aplicación contingente y temporal, con una aportación finalista entre 2023 y 2032, y su propósito es ir rellenando el Fondo de Reserva. Este año, según reflejan los Presupuestos Generales del Estado (PGE), prevé recaudar 2.793 millones, que irán directos a engordar la hucha de las pensiones.

Una hucha que está tiritando, según confirma el Informe económico-financiero a los Presupuestos de la Seguridad Social de 2023, donde se detalla que el Fondo de Reserva presenta un saldo de tan solo 2.140 millones, a fecha 31 de agosto de 2022. 

"Tiene acumulado un capital procedente de los excedentes de la gestión de incapacidad temporal por contingencias comunes de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social de 1.488 millones y unos rendimientos netos de 28.876 millones de euros", concreta el informe del Ministerio de Seguridad Social, a cuyo frente se halla José Luis Escrivá. Este documento consigna asimismo la cuantía y el ritmo a los que se han ido evaporando los fondos (ver gráfico inferior).

Fuente: Informe a las Cortes Generales 2021

En el año 2012, se extrajeron del Fondo de Reserva los citados 7.003 millones de euros; en 2013 se sacaron otros 11.648 millones de euros, y en 2014 salieron de la hucha otros 15.300 millones de euros.

Llegado 2015, el fondo perdió otros 13.250 millones de euros, mientras que en 2016 se batió el récord absoluto de vaciado, al extraerse 20.136 millones de euros.

Las estrecheces financieras de la Seguridad Social amainaron en 2017, y en ese ejercicio tan solo se retiraron 7.100 millones de euros. Lo mismo sucedió en 2018, año en el que se sacaron de la exhausta hucha 3.000 millones, y en 2019, cuando salieron de ella otros 2.900 millones de euros.

En 2020-2002, incluidos, ni se retiraron fondos ni tampoco se realizaron ingresos.

La 'hucha' llegó a tener casi 67.000 millones de euros

La situación de penuria de la hucha de las pensiones en los últimos años contrasta con el crecimiento robusto del saldo que logró acumular, sobre todo, entre 2008 y 2011 (ver gráfico inferior). Hasta 2011, las aportaciones llegaron a sumar un máximo de 66.815 millones, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. El socialista nunca sacó dinero del Fondo de Reserva: recibió 12.000 millones de euros de su predecesor, José María Aznar, y los elevó hasta los casi 67.000 millones citados.

El déficit persistente devoró 80.337 millones en 7 años

Tal como constata el Informe a las Cortes Generales 2021, entre los años 2012 y 2019, los sucesivos gobiernos retiraron del Fondo de Reserva 80.337 millones de euros (ver segundo gráfico por arriba), siendo 2016 el ejercicio en el que más recursos se extrajeron, con un total de 20.136 millones. La razón de esta continuada extracción de dinero fue, según los distintos ministros de Seguridad Social, la situación de déficit presupuestario en la Seguridad Social, que en la última década hizo del Fondo de Reserva una herramienta imprescindible para garantizar la viabilidad financiera del sistema de pensiones, es decir, poder hacer frente a las pagas, sobre todo, las dos extraordinarias de cada año (junio y noviembre).

Sin embargo, la Comisión del Pacto de Toledo, en sus recomendaciones aprobadas en el Pleno del Congreso de los Diputados el 19 de noviembre de 2020, aconsejó al Gobierno, por una parte, dejar un remanente mínimo del Fondo de Reserva, sujeto a una regla endurecida de disponibilidad, considerando que el Fondo no es el mecanismo adecuado para resolver los desequilibrios financieros de naturaleza estructural; y, por otra parte, instó a hallar una nueva fórmula, que precisamente es el citado MEI. 

A la espera de lo que pueda dar de sí el año 2023, los Presupuestos Generales del Estado prevén que el déficit de la Seguridad Social no bajará del 0,5% del PIB este año, con lo que repetiría el mismo porcentaje que en 2022. Ambos resultados supondrían una mejoría de las cuentas con respecto a 2021 y años previos, pero hay que recordar que el ministro, José Luis Escrivá, aspiraba a cerrar la legislatura con déficit cero o incluso saldo levemente positivo.

De cumplirse lo proyectado por el Gobierno, este año se cerraría con un saldo de -7.199 millones de euros, algo más de los -6.170,7 millones previstos en los PGE del pasado ejercicio. Según las estadísticas publicadas por el ministerio, el mayor déficit, en millones contantes y sonantes, lo registró la Seguridad Social en 2016 y 2017, cuando el desvío entre ingresos y gastos ascendió a más de 18.500 millones de euros, en cada uno de esos años.