Dónde comer los mejores bocadillos gourmet en Barcelona

Debido a su tradición turística, en el centro de Barcelona siempre ha sido fácil comer de bocadillo. Una cosa tan sencilla como un entrepan con tomate restregado y un buen fuet puede ser una comida, merienda o cena maravillosa. “No me canso de repetirme a mí mismo que lo más simple y sencillo suele ser lo mejor”, escribía el famoso chef Santi Santamaría (Palabra de cocinero, 2005).

Sin embargo, muchas veces no es así. Como suele ocurrir en los sitios más turísticos, es fácil que esta sencillez se desvirtúe y se convierta en otra cosa que nada tiene que ver con nosotros, y que con resignación o, incluso, agrado siempre acepta el turista.

Afortunadamente, en Barcelona cada vez surgen más lugares que apuestan por la calidad del producto y el cuidado del pan, para ensalzar la humildad de un bocadillo a la categoría de gourmet. Ojalá todos los turistas de Barcelona pasaran por estos sitios, antes de volver a sus respectivas casas. Otra idea se llevarían de nuestra gastronomía solo con comerse uno de los bocadillos que aquí sirven.

Lomo Bajo (Carrer d'Aragó, 283-285)

Solo para amantes de la buena carne. Lomo Bajo es la segunda mitad de Lomo Alto, Lomo Bajo, un restaurante con una propuesta gastronómica centrada en carnes de alta calidad con largas maduraciones en cámara, que van de los 20 a los 365 días.

Lomo Bajo ocupa la planta baja del restaurante. Allí puedes degustar su carne de ternera, de vaca vieja o de buey, en formato bocadillo y con tres tipos de panes distintos: rolls, hamburguesas y pepitos. Todo un templo para los más carnívoros.

Santo Porcello (Carrer de Sepúlveda, 151)

Los mejores panini de Barcelona se venden en esta charcutería italiana del barrio de Sant Antoni. Santo Porcello es una pequeña tienda gourmet que trae a la ciudad condal los mejores productos de Italia: quesos, embutidos, vinos, pasta, salsas, conservas y otros muchos productos gastronómicos made in Italy.

Casi todo lo que veas y te parezca apetecible puedes comprarlo en su tienda o degustarlo en la oferta de bocadillos que cada día se lee en su pizarra.

Entrepanes Díaz (Carrer de Pau Claris, 189)

Uno de los favoritos de los barceloneses para comer o cenar de bocadillo es, sin duda, Entrepanes Díaz. Un pequeño local, propiedad de Kim Díaz (bar Mut), de ambiente retro e informal, y que cuida mucho tanto el relleno de sus bocadillos, como los panes que utiliza.

Algunos de sus entrepanes más aplaudidos son El Antxón (chistorra, huevo a baja temperatura y crujiente de patata), el de Calamares con mayonesa, salsa de su tinta y perejil, o el de Kokotxas rebozadas con alioli suave. Además de bocatas, también tiene una interesante carta de tapas, ensaladas y otro platos del día.

Narciso (Carrer de la Princesa, 9)

En la céntrica calle Princesa aparece en 2017 esta pequeña casa, que con un mostrador de charcutería italiana y su pan de focaccia pueden hacer verdaderas maravillas. El pan de Narciso siempre es el mismo, una tierna focaccia toscana llamada schiacciata, horneada especialmente para ellos por un horno de Barcelona.

Los rellenos son quesos y embutidos italianos tan apetecibles como la porchetta, el queso pecorino, la mortadela italiana, el prosciuto di Parma, la finocchiona, o la buenísima coppa, entre otros.

La Porca (Carrer de Mata, 16)

Este pequeño local del barrio de Poble Sec apuesta por los productos de temporada y por los pequeños productores locales, para configurar una pequeña carta de bocadillos y algunas tapas para picar.

Una carta sencilla, pero muy cuidada de la que salen unos bocatas adictivos, como el de carne de cerdo asada durante 3 horas, con pesto de tomates secos, cebolla y reducción de vermut casero. Sí, sabe igual que como suena. También tienen opciones vegetarianas y todos sus panes son artesanales.