Ian Gibson publica sus memorias y reivindica la "multiculturalidad" española

Ian Gibson, biógrafo, historiador y profesor de literatura hispano-irlandés, ha publicado sus memorias 'Un carmen en Granada' (Tusquets). Está especializado en historia contemporánea española, pero ya no se considera hispanista, pues obtuvo la doble nacionalidad en 1984. 

En su nuevo libro, que ganó el premio Comillas 2023, repasa los años de aprendizaje y formación en su Dublín natal, hasta que llegó a España y la influencia que tuvo su conexión con la obra de García Lorca. El jurado del concurso comentó que "el autor evoca en su relato, a menudo de forma descarnada, las tensiones y frustraciones de un hogar marcado por el puritanismo, así como su educación sentimental en diversos internados [...]. Tuvo un compromiso inquebrantable con la recuperación de figuras decisivas de la cultura española del siglo XX". 

Casi víctima de agresión sexual

Su tesis doctoral versó sobre la obra de Federico García Lorca, que fue quien le trajo a España y del que hoy ha escrito un gran número de textos, como 'Lorca-Dalí: el amor que no pudo ser', 'El asesinato de García Lorca' o 'Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca'. Así como otros libros sobre la Historia española ('La noche que mataron a Calvo Sotelo', 'Yo, Rubén Darío' o 'La berlina de Prim'). 

Uno de los episodios más 'oscuros' que cuenta en su autobiografía es un intento de agresión sexual que vivió cuando apenas tenía 10 años: "Fue un día que iba mirando los carteles del cine para elegir película y apareció un señor con la clásica gabardina de Dublín, preguntándome si quería ir al cine con él. No tuve la valentía de decir que no, y a los dos minutos de la película empezó a subir la mano y yo empujé varias veces hacia abajo. Finalmente me fui y me dio una moneda que tiré nada más salir del sitio de la vergüenza que tenía". 

Negación de la multiculturalidad en España

Gibson opina que "aún queda mucho por hacer" en relación a los estudios sobre España, "el país más de Occidente más complejo porque hay muchos problemas de identidad", asegura. Cree que existe una "negación de herencias como la judía o la musulmana". Por este motivo ha criticado al líder de Vox, Santiago Abascal, por hablar de una España "que se puede convertir en estercolero multicultural". 

Le ha recomendado, en tono de humor, "hacerse un test de saliva, porque su aspecto es muy moruno", y ha añadido que le parece "genial"; apostillando que "el español tiene todo esto de la multiculturalidad dentro". Le parece "una locura" no aceptar que "en España hay mestizaje y sangre de genes. ¿Dónde está el problema, si somos todos hijos del mismo Dios?", se cuestiona entre risas. 

Tensión con la familia de Lorca

A pesar de ser uno de los biógrafos más destacados de Lorca y un ferviente admirador suyo, cuenta también la "grave tensión" que hay con la familia del poeta granadino a raíz del libro en el que hablaba de su homosexualidad y la posterior entrevista con Salvador Dalí -que habría sido su interés amoroso durante un tiempo-. "Nunca se superó eso y los restos de Lorca también han sido causa de fricción", añadió. 

De aquella entrevista que provocó la amenaza de demanda de Isabel García Lorca, ha recordado las palabras que le dijo: "no lo hagas, estamos en otra época y si Dalí viene a declarar a los tribunales va a suponer una publicidad gigantesca para todo esto".

"Dalí siempre fue Dalí"

La entrevista sucedió en 1986, tres años del fallecimiento del pintor. En ella hablaron de su relación un tanto escabrosa con Lorca y trató de explicar por qué, cuando se enteró del fusilamiento de su colega, soltó un "¡Olé!", a lo que Gibson concluyó diciendo que "Dalí siempre fue Dalí y que juzgarle como si fuera una persona distinta -iba a decir "persona normal"- constituye un notable espejismo". 

Cuenta que le ofrecieron ir de Madrid a Figueres para hablar con él y que fue "sin pensárselo". "Cuando llegué, me encontré a Dalí sentado en un tronco, con una barretina todo de blanco y entubado y tembloroso. Fue una entrevista tremenda, porque apenas se le entendía y mezclaba francés y catalán", apuntó. 

Gibson ha reiterado que el artista quería "aclarar su versión" sobre su relación con Lorca, una vez se publicó la primera parte del libro del escritor. "Me dijo cosas fuertes, que Lorca estaba enamorado de él y que quería acostarse con él. Tenía que sacar esa entrevista", concluyó.