Cartas a la directora

La reforma de las pensiones deja en vilo hasta 2023 a las actuales realidades laborales

Fernando Marín

Miércoles 28 de diciembre de 2022

5 minutos

La reforma de las pensiones deja en vilo hasta 2023 a las actuales realidades laborales
Fernando Marín

Miércoles 28 de diciembre de 2022

5 minutos

Cartas al director (cintillo)

 

Dicen que “no hay mal que por bien no venga” y tal vez no sea tan malo que nuestros agentes sociales y Gobierno hayan aplazado hasta 2023 el desenlace final de la segunda parte de la reforma de las pensiones.

Tal como se estaban planteando las cosas lo mejor que le ha podido pasar a las actuales realidades laborales es que nuestros negociadores se tomen todo el tiempo que necesiten para llegar a un acuerdo que realmente dé solución a las actuales realidades laborales, tal como se plantea en la recomendación nº 5 del Pacto de Toledo y que cumpla con el componente 30.R2-C del Plan de Recuperación enviado a Bruselas.

Antes que nada quiero remarcar una vez más que las actuales realidades laborales, o nuevas realidades laborales, son tecnicismos empleados por el Sr. Escrivá durante estos últimos dos años para referirse a aquellas personas que actualmente no presentan sus mejores cotizaciones al final de su vida laboral. Según declaraciones del ministro, aproximadamente un 30% de los trabajadores no presentan sus mejores años de cotización en el tramo final de su carrera laboral, por lo que el sistema actual no funciona para ellos.

Después de dos años sintiéndome totalmente identificado con sus palabras, mi desconcierto ha sido total después de leer que su propuesta definitiva para dar solución a esta realidad a la que pertenezco, por tener cerca de 60 años, consiste en una ampliación del periodo de cómputo, que comenzaría en 2027 a razón de 5 meses por año y terminaría en 2038, con la posibilidad de descartar los dos peores años cotizados.

Con esta propuesta, me da la impresión que bastante firme, está claro que nadie que esté ahora en el tramo final de su carrera laboral con sus peores cotizaciones va a verse afectado positivamente, porque ya se habrá jubilado cuando la medida comience a tener algo de efecto. Y que se trata de una ampliación del periodo de cálculo de las pensiones que solo afectará de lleno, para bien o para mal, a todas las personas que ahora tienen menos de 50 años.

Uno de mis deseos para este año que comienza es que nuestros negociadores sigan adelante con la reforma de las pensiones y que no excluyan al 30% de personas con carreras irregulares que ahora están cerca de su jubilación, que son las que realmente necesitan urgentemente que se cumpla el compromiso del Gobierno de encontrar una solución a esta realidad. Sería muy difícil de entender para estas personas, la mayoría en situaciones bastante precarias, que durante dos años el Sr. Escrivá las haya tenido como referente para sumar apoyos y cumplir con el componente 30.R2-C del Plan de Recuperación y que en el último momento se olvide de ellas como si nunca hubieran existido.

Estoy seguro de que ningún sindicato ni partido político tendría que oponerse a que todas las personas que se jubilen antes de que la adecuación esté completada en el 2038 puedan calcular su pensión con sus últimos 30 años cotizados, descartando los dos peores, si esta ley les beneficia. De esta manera, no solo se cumpliría la condición que los sindicatos han puesto de no recortar a nadie su pensión, sino que además se verían beneficiadas ahora las personas más desfavorecidas a las que, de no hacerse nada por evitarlo, sí que se les recortará de verdad la pensión (está claro que la facultad de elección de los 25 años mejores de vida laboral sería la solución inmediata más justa, tal como recomienda el Pacto de Toledo, pero que le vamos a hacer).

Tampoco creo que esta solución supondría un gasto excesivo comparado con lo que llevamos de reforma porque según los sindicatos las personas con carreras irregulares se pueden contar con los dedos de una mano porque siempre han dado por supuesto que se trata de una minoría que prácticamente se puede despreciar comparada con la abrumadora mayoría de carreras lineales ascendentes, con las que según ellos se culmina la vida laboral en España.

También es necesario que las negociaciones sigan adelante sin pausas porque nuestros negociadores tienen que hacerse cargo que la medida que se apruebe ha de ser para cortar cuanto antes el goteo continuo de personas que se jubilan actualmente en el peor momento de su vida laboral, a las que se les está calculando su pensión sin tener en cuenta sus mejores cotizaciones. Estas personas ya tuvieron que pasar todas las penurias posibles al final de su vida laboral y como remate a su precaria situación tendrán que pasar el resto de sus días con una pensión que no reflejará el esfuerzo que hicieron.

Esta vez quiero hacer la carta más corta que otras veces (he de dosificarme por si esto va para largo) y la terminaré con dos ejemplos bien conocidos por mí:

Una mujer o un hombre que ahora tiene cerca de 60 años, que perdió su mejor trabajo antes de los 40 años de edad y que luego aceptó peores salarios, o se hizo autónoma cotizando por el mínimo para poder salir adelante, se le calculará su pensión con sus peores años cotizados y no se le tendrá en cuenta los mejores, ya sea con el periodo de cómputo actual o con el que existirá cuando se jubile, si se aprueba la ley tal como se ha planteado.

Una mujer o un hombre que ahora tiene cerca de 50 años de edad, que tuvo que reducir su jornada de trabajo a los 35 años de edad por el cuidado de un menor o un mayor porque estaba sola y no contaba con la ayuda de nadie, se le calculará su pensión con sus peores años cotizados, ya sea con el periodo de cómputo actual o con el que existirá cuando se jubile, si se aprueba la ley tal como se ha planteado.

Un saludo y feliz año 2023 a todos los pensionistas actuales y futuros, y gracias a 65YMÁS por ayudar a que todos estemos mejor informados en un asunto tan delicado como es la reforma de las pensiones.


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