

Llegan las vacaciones, ¿qué hacemos con los mayores? La soledad no deseada en esta época estival
Amalia Rivas OrejónFoto: Bigstock
Martes 24 de junio de 2025
4 minutos

Foto: Bigstock
Martes 24 de junio de 2025
4 minutos
Con la llegada del verano, muchas familias se preparan para disfrutar de un merecido descanso, viajes o tiempo libre. Sin embargo, esta época también visibiliza una realidad que afecta silenciosamente a miles de personas mayores: la soledad no deseada.
Durante el periodo estival, se reducen las visitas familiares, se cierran temporalmente centros y espacios de encuentro, y el ritmo cotidiano cambia. Para las personas mayores, esto puede significar pasar largos días sin compañía, sin rutinas estables y, en muchos casos, con un sentimiento profundo de abandono y aislamiento.
Por eso es esencial que como sociedad y como familias no dejemos fuera del verano a quienes más necesitan compañía y cuidado. Planificar con tiempo, ofrecer opciones de acompañamiento, buscar redes de apoyo comunitarias o, simplemente, mantener una llamada diaria puede marcar una gran diferencia.
La soledad no deseada en las personas mayores es un sentimiento que se intensifica en épocas señaladas como el verano, cuando muchas personas disfrutan de vacaciones y viajes, mientras miles de personas mayores viven los días más largos del año en silencio y soledad. A esta situación se suma el cierre temporal de espacios habituales, la disminución del contacto con familiares y amistades, y las altas temperaturas, lo que agrava una realidad que ya afecta a una parte significativa de la población mayor.
La soledad en personas mayores va más allá de ser un sentimiento compartido por muchos, es un problema de salud pública. De hecho, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) revela que el 11,4% de la población española mayor de 65 años se siente más triste durante la temporada estival.
La rueda del cuidado
Como gerontóloga y experta en cuidados al cuidador, propongo "La Rueda del Cuidado". A través de la "Rueda del Cuidado", invito a explorar tres dimensiones clave relacionadas directamente como medida de solución de la soledad no deseada, y co-crear espacios de escucha activa y perspectiva de cuidado consciente, con el fin de transformar emociones, eficacia en la comunicación y relaciones saludables.
Para trabajar sus tres dimensiones —la persona que se siente sola, su entorno cercano y la comunidad— se elabora una batería de preguntas poderosas que nos ayuden a empatizar, comprender y actuar desde el beneficio común. Estas preguntas están orientadas a despertar la conciencia, promover la escucha activa y generar vínculos más saludables y humanos.
1. Ámbito emocional (persona que vive la soledad):
- ¿Qué emociones predominan en tu día a día?
- ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste acompañado/a emocionalmente?
- ¿Qué necesitas para sentirte más conectado/a contigo y con los demás?
- ¿Qué recuerdos o actividades te generan alegría o paz interior?
- ¿Te permites expresar tu tristeza o malestar? ¿Con quién?
2. Recursos necesarios de atención (cuidados y apoyo):
- ¿Qué apoyos formales o informales tienes actualmente?
- ¿Sientes que tus necesidades básicas están cubiertas? ¿Qué falta?
- ¿Qué tipo de ayuda facilitaría la vida cotidiana?
- ¿Qué espacios o servicios te gustaría tener más cerca?
- ¿Cómo te gustaría que te cuidaran?
3. Sistema familiar (entorno más cercano):
- ¿Qué rol ocupa cada miembro de la familia en los cuidados?
- ¿Cómo se comunica la familia sobre lo que siente o necesita?
- ¿Qué acciones podrían tomar como familia para acompañar mejor?
- ¿Qué espacios compartidos fortalecen nuestro vínculo?
- ¿Nos estamos cuidando entre todos o alguien está sobrecargado?