10 medidas urgentes para frenar el problema de la soledad no deseada: "Afecta a 1 de 5 españoles"

El Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES) ha presentado este viernes 13 de junio, en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el ‘Decálogo de Características de las Políticas Públicas de Soledad No Deseada’, que ha sido elaborado por el Grupo de Trabajo de Políticas Públicas del Observatorio.

En concreto, en dicho documento proponen 10 líneas generales de actuación cuando se tomen medidas en materia de soledad, un problema que afecta a uno de cada cinco españoles y especialmente a ciertos grupos como puedan ser las mujeres, los mayores, los jóvenes, los migrantes o las personas con discapacidad, entre otros. 

Así, desde el Grupo de Trabajo de Políticas Públicas del Observatorio proponen:

• Incluir la perspectiva de la soledad en acciones y programas.
• Adoptar un enfoque transversal.
• Desarrollar acciones a nivel individual y comunitario.
• Fomentar el enfoque comunitario.
• Experimentar e Innovar.
• Trabajar de manera colaborativa con todos los actores.
• Capacitar y sensibilizar a toda la sociedad.
• Priorizar acciones preventivas.
• Mejorar el conocimiento, seguimiento y evaluación.
• Adaptar las políticas a distintos contextos y grupos.

 

El evento de presentación de este decálogo ha contado con la presencia de Rosa Martínez, secretaria de Estado de Derechos Sociales; José Luis Martínez, director general de Fundación ONCE; Cristina Montalvá, directora general de Igualdad y Políticas Sociales de la FEMP; Matilde Fernández, presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada de Fundación ONCE. 

Además, han participado en una mesa redonda sobre 'Políticas públicas de soledad no deseada', Magda Orozco, directora de Servicios de Infancia, Juventud y Personas Mayores del Ayuntamiento de Barcelona; Elisa Lillo, jefa de la Unidad de Estudios y Apoyo Técnico, Subdirección General de Prevención y Promoción de la Salud del Ayuntamiento de Madrid; Mercedes Gallego, jefa de Servicio del Imserso; y Javier de Frutos, subdirector del área de Políticas Sociales de la FEMP.

Durante la bienvenida institucional, Rosa Martínez, secretaria de Estado de Derechos Sociales, ha sostenido que la soledad no deseada no puede definirse como "una única realidad" y ha asegurado que esta cuestión transversal, compleja y multidimensional, que afecta tanto social como sanitaria y económicamente, va a ser cada vez "más central".

Además, ha asegurado que existe una relación entre soledad y el no disfrute de derechos. 

A continuación, ha mostrado el compromiso del Gobierno con consolidar un "ecosistema de innovación social robusto e interconectado" para abordar esta problemática. Y ha adelantado que trabajan en un Marco Estratégico Estatal que sirva de "hoja de ruta" para orientar políticas públicas frente a la soledad, que prevén terminar para finales de año y presentar en 2026. 

 

Por su parte, José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE, ha destacado la importancia del trabajo que se hace desde ayuntamientos y diputaciones y ha señalado que el "decálogo va a ser una herramienta y una guía" para inspirar medidas con el objetivo de abordar este fenómeno social "muy complejo", que requiere de la "colaboración de todos". “Hay que hacer políticas transversales”, ha propuesto. 

Cristina Montalvá, directora general de Igualdad y Políticas Sociales de la FEMP, ha afirmado que la soledad ha dejado de ser un asunto privado desde la pandemia y ha incidido en que ya no es una cuestión de edad "sino de vínculos". “Es una casa sin ventanas que hay que iluminar con políticas que abracen”, ha añadido. 

Finalmente, Matilde Fernández, presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada de Fundación ONCE y exministra de Trabajo, ha recordado que este problema debe ser abordado por parte de todos los actores y ha lamentado que según los estudios realizados hasta la fecha un 9% de los encuestados aseguraban que "si necesitasen pedir ayuda no tenían donde hacerlo". “Hemos de actuar con las personas, en los entornos, haciendo conexiones, comunidad…”, ha afirmado. 

 

A continuación, 65YMÁS detalla las principales recomendaciones que se hacen el decálogo:

1) Incluir la perspectiva de la soledad en acciones y programas

• Aprovechar las infraestructuras y servicios sociales, culturales, deportivos y educativos.
• Ajustar programas y recursos para promover la conexión social.
• Identificar servicios que contribuyen a reducir la soledad.

2) Adoptar un enfoque transversal

• Colaborar entre áreas de gobierno para integrar el impacto de las políticas.
• Facilitar la creación de redes.
• Generar accesos que promuevan la interacción social.

3) Desarrollar acciones a nivel individual y comunitario

• Diseñar programas con apoyo psicosocial y psicológico.
• Formación en habilidades sociales.
• Crear redes vecinales.
• Promover el voluntariado intergeneracional.

4) Fomentar el enfoque comunitario

• Diseñar iniciativas inclusivas que rompan barreras y fomenten la participación.
• Facilitar la creación de nuevas redes y relaciones.
• Promover el intercambio intergeneracional.

5) Experimentar e Innovar

• Probar soluciones innovadoras.
• Monitorear y evaluar los resultados para poder ajustarlas, mejorarlas y escalarlas.

6) Trabajar de manera colaborativa con todos los actores

• Involucrar a entidades sociales, empresas y a la ciudadanía en la lucha contra la soledad.
• Facilitar la creación de redes de apoyo y voluntariado.

7) Capacitar y sensibilizar a toda la sociedad

• Desde los profesionales hasta la sociedad en general, para desestigmatizar la soledad y promover una cultura de conexión social y apoyo mutuo.

8) Priorizar acciones preventivas:

• Actuar antes de que la soledad se cronifique.
• Optimizar el uso de recursos.
• Informar sobre los riesgos de la soledad.
• Promover la prevención a lo largo de la vida.

9) Mejorar el conocimiento, seguimiento y evaluación

• Utilizar datos y estudios para diseñar intervenciones efectivas.
• Monitorear y evaluar programas para conocer su impacto y efectividad.

10) Adaptar las políticas a distintos contextos y grupos

• Considerar las necesidades específicas.
• Adaptar las políticas al contexto rural y urbano.
• Abordar las necesidades de los colectivos vulnerables. 

Además, la guía ofrece también un listado de buenas prácticas llevadas a cabo por administraciones públicas locales, regionales o nacionales con o sin la ayuda de entidades sociales, sociedad civil, empresas, profesionales o ciudadanía, incluido con la esperanza de que sirva como “fuente de inspiración y referencia para el desarrollo de políticas públicas”.  

Estas prácticas ejemplares se agrupan en los siguientes apartados: Estrategias, planes, recursos; Sensibilización, jornadas; Buenas prácticas, grupos de expertos; Formación, herramientas; Programas; Enfoque transversal y trabajo en red, y Conocimiento y evaluación. 

Entre estas acciones ejemplares figuran un servicio creado específicamente para paliar la soledad de los ciudadanos mayores en Barcelona con ayuda de la tecnología como herramienta para reforzar vínculos presenciales;  un programa de convivencia intergeneracional entre personas mayores y estudiantes; la inclusión desde 2020 de cuatro preguntas sobre soledad en las principales encuestas municipales, con el objetivo de disponer de datos actualizados sobre soledad en Barcelona; una guía para la prevención, detección y acompañamiento de adolescentes y jóvenes en situaciones de soledad, y otra igual, pero para personas mayores.