Al 99% de los españoles les molesta desperdiciar comida: sigue estos consejos para evitarlo

Un tercio de los alimentos producidos anualmente en el mundo no son ni ingeridos ni se aprovechan por nadie, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Esto supone cerca de 1.700 millones de toneladas de alimentos desperdiciados al año, los cuales podrían haberse prevenido o bien aprovechado. 

Según datos de Eurostat, por cada español acaban en la basura hasta 90 kg de alimentos. Parte de ese desperdicio se produce en los hogares, aunque los alimentos se pueden perder a lo largo de toda la cadena alimentaria (el campo, la industria, la distribución alimentaria, los hogares y los restaurantes), según recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que señalan que cada uno de forma individual puede contribuir a reducir estas cifras y acabar con el desperdicio alimentario. 

Los países de la Unión Europea, donde la media de desperdicio de alimentos es de 127 kg por persona y año, son Chipre (300 kg por persona y año) y Dinamarca (221 kg por persona y año). Por su parte, España se encuentra más abajo en la lista, aunque cada año se desperdician 30 kilos de comida por persona en los hogares, 48 kilos en la industria y transformación, y 11 kilos en distribución y restauración. 

Además, según una encuesta realizada por la OCU (@consumidoresocu), el 99% de los españoles admitía que le molesta tirar comida, el 89% considera que tirar comida en buen estado no es ético, el 75% se siente mal cuando el gasto de dinero que supone la comida que se acaba tirando, y el 76% cree que el desperdicio alimentario tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente. 

Fuera de los hogares, a la hora de acudir a restaurantes a comer, solo uno de cada cuatro encuestados asegura pedir que les pongan la comida en un envase para llevarla a casa y consumirla más tarde. De los encuestados, el 45% explicaba que la razón para no pedir llevarse la comida que les sobra es porque no sobra suficiente comida, mientras que el 46% declaró que no resultaba cómodo, el 35% que le daba vergüenza y el 15% que el restaurante no tenía envases adecuados para ello.

 

Cómo evitar el desperdicio de alimentos

La planificación y la organización son algunos de los aspectos más importantes para evitar el desperdicio de alimentos. Si no tenemos muy claro qué es lo que podemos hacer para evitar tirar comida y aprovecharla al máximo, desde la OCU han dado algunos consejos, que incluyen ciertos cambios de hábitos con los que podremos conseguir este propósito.

Revisar la nevera, la despensa y el congelador antes de hacer la compra nos ayudará a no tener un exceso de alimentos que no podremos llegar a consumir, también a gastar lo que ya tenemos antes de comprar más cantidad, lo que además fomentará nuestra creatividad en la cocina para aprovechar los productos que tenemos. 

Planificar los menús de la semana será igualmente útil, sobre todo si lo hacemos teniendo en cuenta la temporalidad de los productos, anotando propuestas de comidas, cenas e incluso desayunos y meriendas, y reservando un día para las sobras.

A la hora de comprar, también podemos elaborar una lista ajustada, que responda a la planificación de los menús que previamente hemos preparado, teniendo en cuenta las cantidades exactas que necesitaremos. Si, además, compramos en tiendas pequeñas, será más probable que podamos comprar a granel, adquirir productos locales y de temporada y reducir la generación de residuos alimentarios e inorgánicos. Igualmente, podemos dar una oportunidad a aquellos productos que no tienen un aspecto perfecto y que igualmente son válidos, así como hacer un esfuerzo por evitar comprar alimentos por impulso y aprovechar las ofertas.

A la hora de regresar a casa con la compra, la forma de colocar los productos también puede ayudarnos, si colocamos los recién comprados al fondo y los que llevan más tiempo en las zonas más accesibles para consumirlos antes de que se estropeen. Guardar los alimentos adecuadamente también evitará el desperdicio de alimentos, colocando en la nevera aquellos que se estropean con facilidad o aquellos que ya están abiertos, congelando lo que podamos si no lo vamos a consumir o retirando aquellos que se empiezan a poner malos para aprovecharlos el mismo día. 

Otra medida que podemos adoptar es no abrir los envases hasta que no estemos seguros de que los vamos a poder consumir antes de que se echen a perder.