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Edadismo en el lenguaje, reto clave para la atención sociosanitaria de las personas mayores

María Liébana

Foto: Twitter Coenav / Baluarte

Sábado 20 de mayo de 2023

10 minutos

Seminario impartido por Pepa Montero (65YMÁS) en el Congreso del Colegio de Enfermeras de Navarra

Combatir el edadismo en el lenguaje, reto clave para la atención sociosanitaria de las personas mayores
María Liébana

Foto: Twitter Coenav / Baluarte

Sábado 20 de mayo de 2023

10 minutos

Ana Bedia: "El edadismo afecta a la economía"

65YMÁS impartirá un seminario en Pamplona sobre edadismo en el lenguaje

 

Combatir el edadismo en el lenguaje es una de las claves para acabar con los prejuicios y la discriminación social que sufren las personas mayores, y constituye uno de los desafíos para los profesionales en los medios de comunicación, la publicidad, las empresas y las instituciones. Es asimismo uno de los grandes retos para trabajadores, cuidadores y expertos en el ámbito de la atención sociosanitaria, sobre todo cuando se trata de situaciones de dependencia, en el área hospitalaria o residencial. El edadismo es un problema tan serio, que se ha convertido en una de las tres grandes formas de discriminación de nuestra sociedad, por detrás del racismo y del sexismo.

A menudo, el edadismo empieza por el lenguaje que empleamos, y así, excluir o invisibilizar a las personas mayores; infantilizarlas en el trato; alzar la voz; hablarles con autoritarismo o emplear un exceso de diminutivos; abusar de expresiones coloquiales; llamarles viejos o ancianos; presuponer que son frágiles o incapaces simplemente por tener una edad, son comportamientos a erradicar.

Esta es la principal conclusión del seminario Edadismo en el lenguaje: claves para evitar la discriminación y los prejuicios sobre las personas mayores, impartido por Pepa Montero, periodista de 65YMÁS, durante el congreso 'Atención a mayores, atención a personas', organizado por el Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra (@Coenav), el pasado 11 de mayo en Pamplona.

 

 

"Hay que cambiar el lenguaje, para cambiar la mirada. En España hay unos 9,5 millones de mujeres y hombres de más de 65 años, que representan cerca del 20% de la población (1 de cada 5 personas) y en 2050 supondrán más del 31%. Es un grupo muy heterogéneo, por edad, condiciones económicas, de salud y sociales, pero tienen en común el sentirse ignorados e injustamente tratados por las administraciones, los políticos, los bancos, las compañías energéticas, los operadores de móviles. Son jubilados de la vida laboral, pero no se han jubilado de la vida", advierte Montero, quien resalta cómo, con frecuencia, "los medios de comunicación, al igual que la publicidad, la televisión o el cine ofrecen una imagen repleta de estereotipos, muy alejada de la realidad, porque lo cierto es que la gran mayoría de sénior son activos y activistas, informados, saludables, digitales, controlan sus finanzas, pagan impuestos y rechazan que se les trate como una carga". 

Hablar en positivo de, con y para los mayores

Fundaciones y organizaciones de mayores, pensionistas y jubilados, algunas de las más importantes representadas en el Comité Asesor de 65YMÁS, proponen los términos mayores, personas mayores, sénior o personas de edad avanzada, para referirnos a este colectivo, porque son expresiones objetivas, en las que no existe carga ni valoración. En cambio, desaconsejan usar "viejo" y "anciano", por ser peyorativas, cargadas de prejuicios y no responder a la realidad.

La Fundación Pilares, en su informe titulado Personas mayores y lenguaje cotidiano. El poder de las palabras, ofrece una guía de vocablos y expresiones que eviten caer en el edadismo, y alerta contra palabras que transmiten creencias de escaso valor y de deterioro. Desaconseja utilizar “nuestros mayores” porque tiene un barniz excesivamente paternalista; y frases como “los abuelos”, “los abuelillos, abueletes” (refiriéndose en general a los mayores). Esta expresión, que en algunos lugares tiene un gran arraigo cultural, no es del agrado de muchas personas. No todas han tenido nietos y, por tanto, pueden no sentirse representadas. 

En el mismo sentido, la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), una de las asociaciones miembros del Comité Asesor de 65YMÁS, dispone de una recomendable miniguía sobre el uso del lenguaje frente al edadismo y los estereotipos. Advierte contra los microedadismos, tales como: hablar en voz alta a un mayor por el único hecho de ser mayor (¿todos tienen problemas de oído?); emplear coletillas tipo “mira que eres pesada”, “te lo he explicado ya tres veces”, “me lo has repetido ya diez veces”; resoplar o protestar simplemente por ver alguien de edad avanzada realizar gestiones en el banco, en una tienda, etc.

Tal y como se puso de manifiesto en el Congreso Atención a mayores, atención a personas, del Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra, estas son algunas de las prácticas para evitar el edadismo en el lenguaje:

- Huir de las generalizaciones: los mayores de 65 años no son frágiles ni vulnerables per se, por el hecho de haber traspasado una barrera social convencional. 

- No ponerles etiquetas. Descartar etiquetas (“la diabética de la habitación 10”), “la pesada”, “el insoportable”, “la quejica”, “el agresivo”), etc.

 - No infantilizarles, no abusar de los diminutivos y motes. La forma de hablar debe adaptarse siempre a lo que cada uno admite y percibe como cercanía y calidez. 

- Evitar la cosificación. No referirse a "la del párkinson", "los encamados”, "los de silla de ruedas", en entornos de residencias, asistencia domiciliaria o cuidados. Son expresiones que degradan la humanidad.

- Eliminar verbos que indiquen superioridad. Decir "en la residencia está permitido salir", "los residentes pueden beber alcohol si lo desean", "María quiere salir de paseo y la acompañamos", en vez de "les dejamos salir", "les permitimos..."

- Sin términos de propiedad. No digamos “nuestros mayores” o "nuestros abuelos". No son nuestros, y quizá la persona no es abuela/o.

- Desterrar coletillas del tipo: “mira que eres pesada”, “te lo he explicado ya tres veces”, “me lo has repetido diez veces”…

- Suprimir términos que denotan lástima o condescendencia. Evitar “pobre mujer", "para lo que ha quedado", "con lo que ella era"... 

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Congreso 'Atención a mayores, atención a personas'

Evitar el edadismo en el lenguaje es un desafío clave para la atención sociosanitaria de los mayores; una atención que debe caminar hacia un enfoque cada vez más profesionalizado que sitúe la persona en el centro de todo. Así lo han destacado los ponentes y profesionales en la jornada Atención a mayores, atención a personas, recién celebrada en Pamplona, con asistencia de cerca de 400 enfermeras. 

En la apertura de la jornada, Carlos Artundo, director general de Salud del Gobierno de Navarra, ha asegurado que "una sociedad que no valora la experiencia, que no valora a las personas mayores, es una sociedad que no tiene sentido, que ha perdido el norte”, refiriéndose también al envejecimiento activo y saludable, como “un reto no solo para la salud, sino para todos”. 

Por su parte, la presidenta del Colegio de Enfermeras de Navarra, Isabel Iturrioz (@IsabelIturrioz), ha realzado que “la enfermería es la única profesión en la que se manejan todas las variables que afectan la respuesta del individuo”, y que esta concepción holística del cuidado a la persona “nos da un papel clave en la actuación multidisciplinar e interdisciplinar que los mayores necesitan, porque nos permite entender la salud como algo mucho más complejo que la ausencia de enfermedad. Desde nuestra disciplina es mucho más sencillo entender a la persona mayor en su totalidad, a lo largo de todo su ciclo vital y además diferente en cada caso”.

 

 

El debate sobre la asistencia a los mayores, en la 17º jornada anual del Colegio de Enfermeras de Navarra, ha contado con dos ponencias, una sobre el modelo de atención centrada en la persona y el rol de la enfermera y otra acerca del diseño de entornos para personas con Alzheimer y demencias.  Igualmente, se han celebrado dos mesas redondas: una sobre el reto de humanizar la atención de las personas mayores y la segunda acerca del envejecimiento saludable y activo, en la que se han expuesto distintos proyectos desarrollados en Navarra.

Además, se han entregado los premios al concurso de fotografía convocado por el Colegio para destacar la importancia del cuidado de las personas mayores, en el que han participado 134 imágenes. El primer premio del jurado ha recaído en la imagen Complicidad, de Oskia Urdangarin, terapeuta ocupacional; el segundo ha sido para Yo también te cuido, de la gerocultora Marta Recalde, quien también ha recibido el premio concedido por el público.

cartel congreso pamplona

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Sobre el autor:

María Liébana

María Liébana es redactora especializada en temas de economía.

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