Jueves 30 de junio de 2022
ACTUALIZADO : Lunes 18 de julio de 2022 a las 18:19 H
4 minutos
Hay clásicos de la cocina española que no pasan de moda. Las patatas guisadas con costillas es uno de esos platos. Lo tiene todo: es sencillo de elaborar, rápido, es un excelente plato único, de un día para otro está aún más rico, si cabe… de manera que es perfecto para hacer una buena cantidad y así tener comida para la semana, e incluso para llenar el táper del trabajo. Gusta a todo el mundo, mayores y pequeños. Y por si todo esto fuera poco, es un plato económico que nos ayudará a mantener el presupuesto a raya.
El secreto de los platos más sencillos suele estar en la calidad de sus ingredientes. En el caso de estas costillas de cerdo con patatas está en que las costillas sean de cerdo ibérico, una insignia de nuestro territorio apreciada en el mundo entero. Terravileña tiene una gran experiencia en la venta de los mejores productos cárnicos, y nos permite comprar online y recibir en casa estas costillas en las mejores condiciones de frescura y conservación. Podemos comprar el costillar entero o ya troceadas.
A una cantidad generosa de costillas de cerdo ibérico (por eso el plato es de costillas con patatas y no patata guisadas con costillas), solo quedea sumar una patata de calidad, el toque del pimentón y resto de especias y el ingrediente secreto que terminará de redondear el plato. ¿Te animas?
Para hacer estas costillas de cerdo ibérico de Terravileña con patatas, en primer lugar, vamos a preparar las verduras. Pelamos la cebolla y la picamos en brunoise fina, es decir, en daditos menudos. Pelamos los ajos, los partimos por la mitad para retirarles el germen, responsable de que repita y resulte indigesto a algunas personas y lo picamos bien menudo. Por último, lavamos los pimientos, rojo y verde, les retiramos las semillas y los picamos en dados menudos. Reservamos.
Acercamos una cocotte o una olla amplia al fuego con un buen chorro de aceite de oliva y salteamos a fuego vivo las costillas salpimentadas. A medida que vayan estando un poco tostadas por todos los lados, las sacamos a un plato aparte y reservamos.
En el mismo aceite, pero ya a fuego suave, pochamos las verduras, esto es, la cebolla, el ajo, y los pimientos rojo y verde durante 5 o 7 minutos. Ponemos sal, lo que ayudará a que se ablanden.
Cuando la cebolla vaya estando blanda y comience a transparentar, añadimos el tomate natural triturado. Continuamos cocinando otros cinco minutos.
Es el momento de incorporar las especias: las hojas de laurel, la cayena entera, el comino y el orégano.
Damos una vuelta al conjunto y añadimos también el tomate frito.
Devolvemos las costillas a la cocotte e incorporamos el Jerez amontillado, que es nuestro ingrediente secreto que le dará al plato una profundidad de sabor característica. Subimos un poco el fuego y cocinamos 5 minutos para que se evapore el alcohol.
Cubrimos con agua de tal forma que quede un poco por encima de las costillas y dejamos cocinar a fuego suave y tapado durante 50 minutos.
Mientras, pelamos las patatas, las lavamos y las chascamos. Chascar la patata es partirla en trozos, pero no con un corte limpio de cuchillo sino rompiéndola, para que así desprenda su almidón natural, lo que ayudará a espesar el guiso de forma natural. Para hacerlo, cogemos la patata con una mano y con la otra hacemos una incisión con un cuchillo puntilla, como si fuéramos a cortar un trozo, solo que a mitad del corte levantamos un poco el cuchillo, para que el trozo de patata se rompa solo.
Añadimos las patatas chascadas a la cazuela o cocotte, rectificamos de sal y dejamos cocinar otros 25 minutos.
Ya están listas estas ricas costillas de cerdo ibérico de Terravileña con patatas. ¡A disfrutar!.
