Nuevo avance para pacientes con párkinson: comunicarse gracias a un novedoso audífono

La unión de las últimas tecnologías y la medicina nunca deja de sorprendernos, y hoy es una de esas ocasiones. El ejemplo que hoy conoceremos es un dispositivo portátil desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos (@LifeAtPurdue), que facilitará la comunicación de aquellos pacientes aquejados de párkinson.

¿Cómo funciona este innovador aparato?

En concreto, este nuevo avance es algo así como una especie de audífono que se coloca en el oído y que se encarga de reproducir ruido en el conducto auditivo mientras el paciente está hablando. Dicho de otro modo, de lo que se trata es de provocar un "reflejo" para que el habla se produzca con más volumen y mayor claridad. 

SpeechVive (@speechvive) es la empresa que está detrás de la comercialización de este aparato, que recibe el mismo nombre que la entidad educativa que lo ha desarrollado. Una herramienta que, a juicio de sus responsables, puede favorecer la interacción social de este tipo de pacientes.

Y es que el innovador dispositivo permite que estos se puedan seguir comunicando con las personas de su entorno durante la evolución de dicha patología neurológica degenerativa. Una enfermedad que afecta al sistema nervioso central, sobre todo a la parte que controla todo lo relacionado con el movimiento, debido a una degeneración de las neuronas.

Como recuerdan desde el Instituto de Rehabilitación Funcional La Salle (@IRFLaSalle), las primeras señales reconocibles son los temblores, la rigidez, la inestabilidad postural y la bradicinesia. Síntomas primarios a los que se unen, con la evolución de la patología, otros como la alteración de la función cognitiva, las dificultades para tragar y masticar, los problemas urinarios, la fatiga o los cambios en el habla. Precisamente, para "amortiguar" los efectos de esta última evidencia es para lo que se ha creado este dispositivo, que se une a una larga de lista de novedades tecnológicas que tienen a estos pacientes de párkinson como destinatarios. Recordamos algunas de ellas.

Novedades tecnológicas que ayudan a pacientes con párkinson

Es el caso también de un bastón inteligente ideado por una antigua alumna de la Universidad de West of England (@UWEBristol), que permite detectar cuando se produce el "congelamiento" de la marcha en un paciente con esta afección neurológica. Es decir, emite una vibración que ayuda al enfermo a recuperar en ese instante la función motora e iniciar de nuevo el movimiento. 

De manufactura española es otra herramienta, de nombre STAT-ON, puesta en marcha de forma conjunta por el Centro Médico Teknon (@Clinica_Teknon) y la Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech (@la_UPC) tras más de una década de trabajo e investigación en este sentido.Se trata de un sensor que se coloca en un cinturón al uso y puede controlar el estado motor de la persona que tiene párkinson en cualquier momento del día. Una valiosa información que ayuda a los médicos a hacer un seguimiento evolutivo para conocer cómo se encuentra cada paciente. 

La incidencia de la enfermedad en España

Según la Sociedad Española de Neurología (@seneurologia), en España algo menos de 150.000 personas padecen esta enfermedad neurológica de carácter progresivo y que, a su juicio, registrará una mayor incidencia con el paso de los años. Así, estos expertos estiman que dentro de 30 años las cifras de afectados podrían triplicar a las que se contabilizan en la actualidad. Una realidad actual en la que los pacientes, como confirman desde la institución médica, deben esperar entre 1 y 3 años hasta que finalmente se les diagnostica la enfermedad.

Tras el alzhéimer, el párkinson es el segundo trastorno neurológico más común entre las personas que han superado la barrera de los 65 años ya que suponen el 70% del total de los diagnosticados con la enfermedad. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una patología asociada solo al envejecimiento ya que en el 15% de las ocasiones la edad de los afectados no llega ni a los 50 años e incluso en algunos casos hasta es menor de esta cifra. 

Para todos ellos, avances tecnológicos como los que se han visto anteriormente, así como otros proyectos en el plano de la investigación clínica favorecen la mejora de su calidad de vida, interrumpida por el párkinson. Un largo camino al que se unen tanto el tratamiento farmacológico como otra serie de terapias que no se basan en medicamentos y que han demostrado su eficacia especialmente en fases tempranas de la enfermedad.

Es el caso de la importancia de realizar ejercicio de forma gradual varias veces por semana, que ayuda a que la progresión de la patología sea más lenta, además de seguir sesiones de fisioterapia, participar en talleres de terapia ocupacional (pintura, danza, música...) o acudir a consultas con psicólogos clínicos.

Y es que todo contribuye a la hora de lograr una vida más optimizada y normalizada posible dentro de las especiales circunstancias de los pacientes con párkinson.