¿La dermoabrasión para el rejuvenecimiento facial es recomendable cumplidos los 65?

Así lo advierte la Sociedad Española de Medicina Estética (@SEMEstetica), que recuerda la importancia de acudir a un profesional cualificado que pueda asesorarnos sobre lo que implica cualquier tratamiento de rejuvenecimiento facial o corporal.

La dermoabrasión es una exfoliación mecánica que se realiza siguiendo un método quirúrgico, cuyo objetivo es eliminar la capa más externa de la piel para lograr su regeneración de manera homogénea.

El tratamiento puede lograr buenos resultados a la hora o corregir pequeñas irregularidades, como pueden ser cicatrices o arrugas superficiales, especialmente aquellas que aparecen con el paso del tiempo en la zona superior del labio. También puede ser eficaz en la eliminación de lesiones precancerosas benignas (queraotosis), tal como apunta la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (@SECPREorg).

¿En qué consiste el tratamiento? ¿Quién es un buen candidato?

La Sociedad explica que la dermoabrasión está indicada para hombres y mujeres de todas las edades, aunque existen numerosos tratamientos con los que también obtener buenos resultados a la hora de mejorar cualquier imperfección cutánea, desde el láser hasta los peelings químicos. Siempre habrá que valorar las características que presente la dermis antes de establecer el tratamiento médico estético más apropiado en cada caso. Aun así, la dermoabrasión no resulta, en principio, aconsejable para personas de tez oscura, dado que podría producirse alguna pérdida de color en el tono general de la piel, o darse el caso contrario, una hiperpigmentación. También hay que recordar que en las personas mayores, el proceso de recuperación de la piel, tras una dermoabrasión, va a resultar algo más lento que en el caso de una persona joven.

Es interesante saber que esta cirugía puede practicarse en el conjunto del rostro o solo en un área, por ejemplo, donde se encuentre una marcada cicatriz o en esas arrugas que forman el “código de barras”. Además, puede acompañarse de otros tratamientos complementarios menos agresivos (remodelación facial, peeling…). También hay que dejar claro que esta técnica no sirve si tu objetivo es combatir la flacidez.

La dermoabrasión se realiza con aparatología específica, que permite aplicar sobre la piel minúsculos microcristales (como granos de arena), que serán los que vayan eliminando esa capa más externa de la dermis (una especie de “lijado” facial”).

El tratamiento siempre se debe realizar en un hospital o clínica de medicina estética y se lleva a cabo, generalmente, con anestesia local y sedación. La intervención dura aproximadamente una hora, dependiendo de la zona a tratar.

Tras la dermoabrasión, la piel renovada tendrá que recuperarse en el transcurso de varias semanas (reducción progresiva de la inflamacion, cicatrización...) hasta que puedas comprobar los resultados satisfactorios.