65ymás
Un estudio llevado a cabo por investigadores españoles publicado en 'Frontiers in Microbiology' ha revelado que el microondas alberga una comunidad especializada y abundante de microbios altamente adaptados a este entorno.
Desde la Revolución Industrial, los microbios han colonizado un nuevo tipo de hábitat tras otro: por ejemplo, los vertidos marinos de petróleo, el plástico que flota en los océanos, los terrenos industriales abandonados, o incluso el interior de la Estación Espacial Internacional.
Este nuevo hábitat encontrado no solo es importante desde el punto de vista de la higiene, sino que también puede dar lugar a aplicaciones biotecnológicas si las cepas halladas en el interior de los microondas pudieran ser aprovechadas en procesos industriales que requieren bacterias especialmente resistentes.
"Nuestros resultados revelan que los microondas domésticos tienen un microbioma más 'antropizado', similar al de las superficies de cocina, mientras que los microondas de laboratorio albergan bacterias más resistentes a la radiación", explica uno de los autores, Daniel Torrent, investigador de la start-up Darwin Bioprospecting Excellence SL de Paterna.
Los microbiomas
Torrent y su equipo de investigación tomaron muestras de microbios del interior de 30 microondas: 10 de cocinas de hogares particulares, otros 10 de espacios domésticos compartidos, como centros corporativos, institutos científicos y cafeterías, y 10 de laboratorios de biología molecular y microbiología.
El objetivo de este esquema de muestreo era comprobar si estas comunidades microbianas se ven influidas por las interacciones alimentarias y los hábitos de los usuarios.
Para conocer la diversidad microbiana utilizaron dos métodos complementarios: la secuenciación de nueva generación y el cultivo de 101 cepas en cinco medios diferentes.
En total, los investigadores encontraron 747 géneros diferentes dentro de 25 filos bacterianos. Los más frecuentes fueron 'Firmicutes', 'Actinobacteria' y, sobre todo, 'Proteobacteria'.
Descubrieron que la composición de la comunidad microbiana típica coincidía en parte entre los microondas domésticos compartidos y los de un solo hogar, mientras que los de laboratorio eran bastante diferentes. La diversidad era menor en los domésticos y mayor en los de laboratorio.
Los miembros de los géneros 'Acinetobacter', 'Bhargavaea', 'Brevibacterium', 'Brevundimonas', 'Dermacoccus', 'Klebsiella', 'Pantoea', 'Pseudoxanthomonas' y ' Rhizobium ' solo se encontraron en microondas domésticos.
'Arthrobacter', 'Enterobacter', 'Janibacter', 'Methylobacterium', 'Neobacillus', 'Nocardioides', 'Novosphingobium', 'Paenibacillus', 'Peribacillus', 'Planococcus', 'Rothia', 'Sporosarcina' y 'Terribacillus' son los tipos que solo se encontraron en microondas compartidos.
Las bacterias 'Nonomuraea' se aislaron exclusivamente en microondas de laboratorio. En ellos, 'Delftia', 'Micrococcus', 'Deinococcus' y un género no identificado del filo 'Cyanobacteria' también eran comunes, encontrándose en frecuencias significativamente mayores que en los domésticos.
Los autores también compararon la diversidad observada con la de hábitats especializados de la que se tiene constancia. Como era de esperar, el microbioma se parecía al de las superficies típicas de las cocinas.
Además, este ecosistema de microbios también era similar al microbioma de un hábitat industrial: el de los paneles solares.
Los investigadores propusieron que el choque térmico constante, la radiación electromagnética y la desecación en estos entornos altamente irradiados han seleccionado repetidamente microbios altamente resistentes, del mismo modo que en los microondas.
¿Un riesgo para la salud humana?
"Algunas especies de géneros encontradas en microondas domésticos, como 'Klebsiella', 'Enterococcus' y 'Aeromonas', pueden suponer un riesgo para la salud humana.
Sin embargo, "es importante señalar que la población microbiana encontrada en los microondas no presenta un riesgo único o mayor en comparación con otras superficies comunes de cocina", dijo Torrent.
"Tanto para el público en general como para el personal de laboratorio, recomendamos desinfectar regularmente los microondas con una solución de lejía diluida o con un spray desinfectante disponible en el mercado", recomienda Torrent.
"Además, es importante limpiar las superficies interiores con un paño húmedo después de cada uso para eliminar cualquier residuo y limpiar inmediatamente los derrames para evitar la proliferación de bacterias", aconseja.